Leoluca Orlando, ex alcalde de la ciudad italiana
y autor del programa sobre seguridad
Renacimiento de Palermo, "más humano"
que la Cero tolerancia
Poner sólo énfasis en incrementar
el número de policías y cárceles no es suficiente,
afirma
A diferencia del plan Giuliani, propone el trabajo
conjunto de las instituciones y la sociedad
MIRNA SERVIN VEGA
Incrementar el número de poli-cías y los
años de cárcel para los delincuentes no es suficiente para
abatir la delincuencia en una ciudad. "Para que camine la carreta tiene
que haber dos ruedas: la cultura y la ley. No podemos basarnos sólo
en las sanciones porque no vamos a ir a ningún lado, sólo
a girar sobre el mismo eje", asegura Leoluca Orlando, ex alcalde de Palermo,
Italia, quien logró abatir los estragos causados por la mafia en
dicha ciudad y crear un modelo que estudiará la Secretaría
de Seguridad Pública (SSP) para su posible aplicación en
el Distrito Federal.
Lleno
de anécdotas sobre sus orígenes, cuando en Palermo era tabú
hablar del crimen organizado, por que todas las esferas de la sociedad
estaban infiltradas, el ex alcalde regresó a México invitado
por las autoridades capitalinas para dar una conferencia magistral sobre
su programa Renacimiento de Palermo, que ha sido solicitado en otras
partes del mundo por la efectividad de sus resultados.
"Esta es una propuesta mucho más humana", asegura
el ex alcalde en entrevista. Tiene que ver con todas las esferas de la
sociedad para crear una cultura de respeto a la legalidad por medio de
pequeñas acciones de los niños en las escuelas, las mujeres
y, en general, de la sociedad civil.
Las dos ruedas
Al ser interrogado sobre la viabilidad del programa Cero
tolerancia del ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani en la ciudad
de México, Leoluca precisó que si se habla sólo de
incrementar el número de policías "estoy en desacuerdo",
pero tampoco, añade, se puede basar todo un programa en la cultura
de la legalidad; "no sería suficiente", insistió.
"Necesitamos de estas dos ruedas, la del trabajo de la
policía y la de fomentar una cultura de respeto de la ley entre
la sociedad civil; sin estos ejes el auto no va a ir lejos", afirma.
Explica que a diferencia del programa de Nueva York, el
aplicado en Palermo "está más relacionado con los seres humanos
de todos los días. En mi opinión la mejor manera de sostener
a la policía es que trabaje en función de las necesidades
de los niños y la gente".
Por supuesto, agregó, se necesita que la policía
tenga buenos recursos y organización, pero se debe de acompañar
con la intervención de la sociedad.
"Le decía a Marcelo Ebrard que conozco bien el
trabajo de Giuliani desde hace muchos años y aprecio la labor que
hizo, pero sostengo que poner sólo énfasis en la policía
no es suficiente, por tanto, estoy en disposición de cooperar en
enriquecer las propuestas de Nueva York en México".
Dentro del programa aplicado en aquella ciudad italiana
para combatir los efectos que genera la ilegalidad, el ex alcalde explica
que la sociedad, sometida a los efectos del crimen desconfía de
sus gobernantes, está avergonzada de sí misma y queda sumergida
en la inseguridad y la pobreza. Por tanto, la sociedad descuida su cultura
y patrimonio.
Para combatir la situación, Leoluca Orlando propone
el trabajo conjunto de las instituciones, incluyendo a los medios de comunicación,
el gabinete de seguridad, la educación, la Iglesia y la sociedad.
Señala como indispensable la capacitación
de maestros para elevar el nivel educativo e involucrar a los niños
y jóvenes en el rescate de sus intereses para garantizar un cambio
en el mediano y largo plazos.
En lugar de endurecer el sistema legal, Orlando apunta
a recuperar la memoria histórica, fomentar el espíritu comunitario,
restaurar el patrimonio artístico de la ciudad y crear un entorno
limpio y ordenado.
La restauración, la vida cultural y la participación
ciudadana devuelven la vida y la seguridad a los barrios dominados por
el crimen, señala.
"Cambiamos a Palermo, la ciudad de la vergüenza y
la mafia, la ciudad del silencio y el miedo. Si fue posible cambiar Palermo
es posible en cualquier parte del mundo", señaló durante
su conferencia realizada en el auditorio Quetzalcóatl de Iztapalapa.
Durante su intervención, Leoluca Orlando hizo énfasis
en la posibilidad de cambiar la inseguridad de la ciudad basándose
en la cultura, acompañada de la ley. "El problema no está
en ser rico o pobre, sino establecer una relación de equilibrio
entre lo que tienes y cómo vives. Por eso hay que combatir a los
ricos subdesarrollados, aquellos que no respetan los derechos humanos.
Para hacer esto, la policía y los jueces son importantes, ellos
no pueden lograrlo solos. Hay necesidad de la escuela, la información
y la sociedad civil".