Mañana presentan Diálogo simulado, libro de la crítica de arte

Teresa del Conde pide reditar las obras de Luis Cardoza y Aragón

El escritor ''sí está un poco olvidado, aunque como pensador todos lo recordamos''

MERRY MAC MASTERS

Reditar los libros de Luis Cardoza y Aragón (1901-1992), pide Teresa del Conde, ganadora del premio de crítica de arte 2001, que lleva el nombre del escritor guatemalteco, pues conocer su obra es necesario para los historiadores del arte emergentes, a quienes les costará mucho trabajo encontrar ediciones como Signos: Picasso, Breton y Artaud o Guatemala, las líneas de su mano. La petición va dirigida a la Fundación Lya Cardoza y Aragón y al Fondo de Cultura Económica.

No obstante la existencia del certamen, para Del Conde don Luis sí está ''un poco olvidado", aunque no como pensador, porque ''todos lo recordamos". Sugiere que la fundación que lleva el nombre de su esposa ''debería empezar a reditar con su membrete todas sus obras, desde el principio, desde La nube y el reloj, y hacerlo en fascículos de obras completas, porque es un poeta, un pensador y un crítico de arte que hizo de México un puntal importantísimo a partir de la primera vez que estuvo aquí".

El libro galardonado, Diálogo simulado. Luis Cardoza y Aragón en la crítica del arte en México (Sello Bermejo, Instituto Nacional de Bellas Artes/Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), será presentado por Renato González Mello, Edgardo Kim, Miguel Angel Echegaray y la autora, mañana a las 19:30 horas en el Museo de Arte Carrillo Gil (avenida Revolucion 1606, San Angel).

Dardos certeros e iluminaciones

-¿Cuáles son los aportes de Luis Cardoza y Aragón a la crítica de arte?

-No puedo dejar de decir que si vamos a hacer una recopilación o un nuevo estudio sobre la crítica o la historia del arte en México, Luis caería más bien dentro de la primera, porque Justino Fernández, quien es más o menos de la misma generación, es un historiador de mayor envergadura. Pero el estilo literario de Luis, por ser poeta, resulta muy atractivo tanto para los artistas como los no artistas, como yo, porque tiene de repente dardos muy certeros, iluminaciones. Sin embargo, en un ensayo, por ejemplo, sobre José Clemente Orozco, me es difícil citar a Luis, y no así a Justino Fernández o Renato González Mello, que para mí es en este momento el especialista por antonomasia con todo y que encuentro su lectura rosacruz de Orozco un poco forzada.

Diálogo simulado está escrito a la manera de un intercambio epistolar entre el ''maestro", Sócrates Rizzo, y el ''alumno", Alcibíades del Mar. En principio una de las ''voces" iba a ser de Tessa, hija de Del Conde, que desde hace tres años vive en California, pero no se pudo llevar a cabo debido a su maternidad.

-¿Qué tanto hay de usted en cada una de las partes?

-Es posible pensar que estoy dicotomizada o, inclusive, padezco un ligero quiebre de personalidad, pero soy exactamente los dos. También es cierto que esto tiene muchísimo que ver con mi labor como maestra ahora y desde hace mucho tiempo, así como con mi situación de alumna de personas a quienes quise y admiré muchísimo como pudieron ser Justino Fernández, Xavier Moyssén, inclusive Jorge Alberto Manrique, de una generación más joven, con quien mantuve un diálogo epistolar muy largo que fue publicado (Cartas absurdas). Lo de las dos voces tiene que ver con los diálogos de Platón, sobre todo El banquete. Pero también con el sicoanálisis, con la postura del analizado ante el sicoanalista, así como con una frase muy famosa de Rimbaud que dice ''yo soy otro".

En una parte del ''diálogo" queda al descubierto una faceta ''contradictoria" de Cardoza y Aragón. Del Conde explica: ''Vea, por ejemplo, la ambivalencia brutal que le suscita Rufino Tamayo. Luis era de izquierda y no de corte de los milagros, pero vamos a compararlo con otra persona. ¿No Raquel Tibol ha sido de izquierda? Y sin embargo, vamos a decir que el interés y la devoción con que Raquel ve a Tamayo no están contrapunteados por el hecho ni de ser de izquierda ni de haber sido totalmente en favor de la Escuela Mexicana. Es directa, no tiene ambages. En cambio, Luis sí tuvo ese conflicto".