Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 18 de marzo de 2003
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Cultura
Diálogo abierto para comentar la redición de su libro La ciudad ausente, en el MAM

Piglia: literatura fantástica y Borges, referentes de los escritores argentinos

Como ese país carece de una tradición, ''debemos inventarnos historias''

Escribir es una manera elíptica, alusiva de contar, de insinuar, considera el narrador

RENATO RAVELO

En Argentina los escritores se definen con base en la tradición de la literatura fantástica en general y de Jorge Luis Borges en particular, opina Ricardo Piglia, y ''como no se tiene una tradición histórica como en el resto de América Latina, los narradores nos inventamos historias, pero ese referente, en el que se encuentra también la obra de Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares, es el punto de partida".

Ricardo Piglia, ganador del premio Planeta en 1997 con su novela Plata quemada, visita el país con motivo de la redición de La ciudad ausente, libro que se presentará hoy a las 19 horas en un diálogo público con Carlos Monsiváis en el Museo de Arte Moderno (MAM), en avenida Paseo de la Reforma y Gandhi.

Viaje e investigación

-¿Cómo es la dinámica de sobrevivencia de personajes a lo largo de distintas novelas?

-Es un procedimiento de la literatura contemporánea: Faulkner, Joyce.

''Emilio Renzi exagera y agudiza ciertas percepciones que tengo, a veces aparece en el centro de la historia, en ocasiones como narrador; a veces de manera lateral. Para mí es una forma de situar la historia: siempre va a haber alguien que me la va a contar. Es tener cierta mirada.''

-¿Como surge Renzi?

-El personaje surgió en Respiración artificial, si bien ya había aparecido en cuentos. No llego al extremo de Fernando Pessoa, pero he usado el nombre de Renzi para firmar algunas notas y una antología de cuentos policiales, en la década de los setenta.

-Ya con ese cable a tierra se puede intentar una prosa dura, como en Plata quemada.

-En Plata quemada es un joven periodista. Un aspirante a escritor que trabaja en la página cultural de un diario. Un día falta el cronista de la sección de policía y el director lo manda. En la novela es el que recrea para mí, pues de hecho eso no está dicho en el libro; es el que escribe el libro.

-¿Cuando se tiene una voz literaria cómo surgen los temas?

-Al revés de lo que se suele pensar de que los temas no son un problema. Uno tiene en un día muchas historias que se cuentan. La cuestión de contar tiene que ver con la relación de uno con esa historia. El asunto es qué es lo que uno no sabe y quiere averiguar. En Plata quemada el enigma era cómo piensa y siente alguien que actúa con tan extrema violencia. Yo digo que las formas narrativas básicas son el viaje y la investigación.

-Hay quien sostiene que también ocurre con la fiesta.

-Claro, muchas veces la fiesta es el origen de la investigación (después de una borrachera, uno empieza por llamar a los amigos) o bien la fiesta puede ser el final del viaje. Lo que quiero decir es que uno empieza a contar una historia cuando alguien se mueve, o bien al tratar de averiguar qué es lo que realmente sucedió. Es el caso de Pedro Páramo, es un viaje.

Novela en reposo

-Cien años de soledad es una fiesta.

-Claro, lo es.

-¿Cómo sabe cuándo termina una novela?

-Normalmente hago varias versiones. Hay quienes van dejando capítulo por capítulo, con un método, que no es mi caso: tengo una historia, una noción de lo que va a ser el final y la historia se va descubriendo mientras escribo.

-¿Eso implica novelas en reposo?

-Tengo una en una primera versión. Esta se llama Blanco nocturno, porque la novela sucede en la época de la guerra de las Malvinas. Dura el tiempo que dura la guerra, aunque no se cuenta de forma directa. Renzi tiene una historia con una mujer.

-¿Cómo le pesa al escritor la historia?

-Primero, como ciudadano. La literatura es una manera elíptica, alusiva de contar, de insinuar. Respiración artificial es una novela ligada, indirectamente, a la dictadura militar.

-Los argentinos pueden contar sus historias recientes más que el resto del continente. Se dijo, por ejemplo, que por eso Vargas Llosa hizo La fiesta del chivo.

-Argentina es un país que no tiene una tradición tan fuerte como México o el resto de América Latina. Se está siempre inventando una historia. Al mismo tiempo uno escribe al interior de una tradición. Escribimos porque Borges, Bioy Casares, Cortázar lo hicieron. Hay una tradición en el siglo XX que viene de una revisión de la literatura fantástica.

-Sin embargo, en la actualidad el registro es amplio.

-Claro, pero si uno piensa en la literatura en Argentina debe pensar en la relación con esa tradición en general y Borges en particular. Algunos nos vamos de ahí, otros se acercan.

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