Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 18 de marzo de 2003
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Capital

Fue mudo testigo de la transformación que hoy vive la otrora aristocrática zona

Nadie sabe quién quemó al Abuelo y hoy Coyoacán tiene un viejo menos

Expeditas, las autoridades se apresuraron a derribar lo que quedó del gigante

JOSEFINA QUINTERO M.

arbol_coyoacanEl reporte fue a la siete de la mañana, frente a la taquería El Coyotito, en el Centro Histórico de Coyoacán: "se quemó un fresno de 21 metros de altura con diámetro de uno y medio. Después del siniestro, sin estudio previo, autoridades de la demarcación decidieron derribar el árbol más viejo del jardín Centenario, conocido como El abuelo.

Durante muchos años El abuelo fue testigo mudo de un sinnúmero de cambios que transformaron el Centro Histórico de Coyoacán. Primero desapareció el cementerio, del que aún se conservan los arcos que formaban parte de la entrada, sobre la calle Francisco Sosa, cuentan los pocos habitantes originales que aún viven en la zona.

Porque el exceso de vendedores ambulantes y el incremento de bares y cantinas, que han desvirtuado los tradicionales paseos por la plaza o recorridos alrededor del kiosco, obligó a los viejos moradores a cambiar sus domicilios a otras colonias de la ciudad.

Pocos son ya los viejos que viven en Coyoácan y ayer personal de la Dirección de Mejoramiento Urbano de la delegación sacó al más longevo del jardín Centenario.

Más de 10 horas utilizó para derribarlo y extraerlo de raíz, lo cual significa que nunca más volverá a crecer en ese lugar un fresno similar. El corte de las raíces desprendía un olor a tierra mojada y madera. A pesar de que la corteza se deshacía al simple roce con la sierra, tuvieron que utilizar más fuerza humana y repetidos cortes para desprender completamente la raíz.

Samuel Bassocoht, director de Mejoramiento Urbano de la demarcación, explicó que además de que el árbol sufrió quemaduras en 70 por ciento de su tronco, ya estaba podrido "y por eso se cayó".

Sin embargo, artistas que llegan desde temprano al jardín manifestaron que el fresno no se cayó, sino que lo derrumbaron. "Sólo hacen pendejadas porque se jodieron al Abuelo; es cierto, se quemó, pero hubieran cortado la parte dañada y lo demás dejarlo, y como son cuates de los dueños del local, a ellos sí les echan la mano".

De acuerdo con información proporcionada por la Procuraduría Ambiental y del Reordenamiento Territorial del Distrito Federal, los fresnos están considerados monumentos urbanísticos por su importancia cultural y ecológica para la ciudad.

Para derribar un fresno, señaló, se debe cumplir con la norma, la cual consiste en solicitar un permiso en la Dirección de Ecología, encargada de hacer un dictamen para determinar si se procede al derribo del árbol, ya sea por riesgo o deterioro del mismo.

Pero esta vez, a decir de Samuel Bassocoht, por "seguridad" el freno fue derribado. Sobre el dictamen explicó: "ya está dado. Por la mañana se presentó la unidad de ecología y determino que el árbol estaba podrido, además de que se quemó".

Por su parte, el dueño de la taquería El Coyotito, Fernando Best, explicó que aún no se determinan las causas del siniestro; sin embargo, detalló que fue necesario derribar al Abuelo. "No sabemos por qué razón se incendió; llegó Ecología e hizo el dictamen y se procedió a cortar el árbol porque existía el peligro de que se cayera".

Desde hace 11 años la taquería El Coyotito invadió el espacio de El abuelo. Para cumplir con los requisitos y le fuera otorgado el permiso de extender el negocio, dedicado a la venta de carnes y cerveza, en el toldo los dueños tuvieron que hacer un orificio para no afectar las ramas del árbol. A pesar de que el fresno se incendió el toldo de plástico quedó intacto.

Integrantes de la asociación Pro Conservación y Defensa del Barrio La Conchita y el Comité para la Defensa de la Colonia del Carmen manifestaron que desde hace dos años las autoridades delegacionales han hecho "una agresiva tala de árboles", además permitieron que Coyoacán se convirtiera en "zona invivible".

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