Mañana, 70 años del escritor para
quien la literatura implica ''liberación''
Philip Roth transforma ''la amargura inagotable en
arte perdurable''
Desde hace tiempo el narrador estadunidense figura como
aspirante al Nobel
El autor de El lamento de Portnov deplora que
cada vez existan menos lectores
DPA
Nueva York, 17 de marzo. La literatura, para Philip
Roth, es ''liberación". Desde hace tres décadas el escritor
estadunidense vive casi de manera permanente en una granja de Connecticut
y maneja desde allí los hilos de sus historias, mezclando elementos
autobiográficos y ficción. En ese lugar ''hay pocas cosas
que hacer además de escribir", sostiene Roth, quien este miércoles
19 de marzo cumplirá 70 años.
Las obras de Roth tratan de la moral mojigata en la pequeña
burguesía de Estados Unidos y de los sentimientos de culpa resultantes
de ella, de la búsqueda de la felicidad mediante la satisfacción
sexual y de la interacción entre vida y ficción.
Reaparición de Kepesh
The
New York Times consideró que el escritor, mencionado desde hace
años como candidato al premio Nobel, tiene un ''espíritu
demoniaco" y la capacidad de ''transformar una amargura inagotable en arte
perdurable".
Las historias de Roth son graciosas, irónicas,
sarcásticas y al mismo tiempo melancólicas y opresivas. Ya
el primer tomo de relatos Adiós, Colón fue galardonado
en 1960 con el National Book Award, en Estados Unidos.
En 1969 Roth alcanzó fama mundial con El lamento
de Portnov, libro sobre la confesión de un intelectual judío,
obsesionado con el sexo, en el diván de su sicoanalista.
En su novela más reciente, El animal moribundo,
vuelve a aparecer Kepesh, el del relato satírico El pecho
(1972). El envejecido profesor ahora está obsesionado con una estudiante
de la edad de su nieta.
En varias entrevistas, Roth ha lamentado el hecho de que
cada vez hay menos lectores y que la literatura pronto no tendrá
más público.