Ganadores de premios Nobel, ONG y dirigentes
sociales critican la decisión
Tribunal Supremo español declara ilegal a Batasuna
y ordena decomisar sus bienes
Abogados de la formación apelarán del
fallo en tribunales nacionales e internacionales
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 17 de marzo. El Tribunal Supremo de España
declaró ilegal este lunes a la coalición de la izquierda
nacionalista vasca, Batasuna, (Unidad), y decidió incautarse de
"todo el patrimonio" de ésta, la cual es acusada de ser brazo político
de la organización armada ETA.
La formación abertzale (nacionalista), con
más de 20 años de historia, se convierte así en la
primera fuerza política en ser ilegalizada mediante la nueva
ley de partidos, creada ad hoc por el gobierno español y
la oposición socialista.
Seis
meses después de que la Fiscalía General del Estado y el
gobierno español presentaron sendas demandas de proscripción,
el Tribunal Supremo resolvió con celeridad atípica la disolución
de la coalición.
Si bien la sentencia definitiva todavía no se ha
dado conocer, Francisco Hernando, presidente del órgano judicial,
explicó que la resolución supone la ilegalidad de Batasuna
y las formaciones políticas que la antecedieron (Herri Batasuna
y Euskal Herritarrok), y como consecuencia "su disolución y la cancelación
de las inscripciones causadas en el registro de partidos políticos
obrantes en el Ministerio del Interior".
De esta manera, Batasuna no podrá participar en
las elecciones municipales y regionales de mayo próximo.
La defensa de la formación abertzale anunció
que acudirá al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, aunque
antes podrá presentar un recurso de apelación en el Tribunal
Constitucional español.
La ilegalización de Batasuna tiene varios
efectos inmediatos: la proscripción de las siglas, de cara a futuras
contiendas electorales; la incautación, por parte del Estado, de
todo el patrimonio de la formación -bienes muebles e inmuebles y
cuentas bancarias-, y la persecución de las formaciones políticas
que hereden el ideario de la formación abertzale.
Los 16 magistrados que forman la sala especial del Tribunal
Supremo debatieron las demandas de ilegalización presentadas
en septiembre pasado, cuyas argumentaciones fueron admitidas casi de manera
íntegra, al quedar patente la convicción de los jueces de
que, desde el punto de vista jurídico, no era de gran complejidad
apartar a Batasuna de la ley por su colaboración política
con ETA.
Si bien Batasuna quedó hoy formalmente proscrita,
desde septiembre pasado fueron "suspendidas" sus actividades por mandato
del juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, quien ordenó
el precinto de sus sedes y locales y declaró "ilegal" cualquier
manifestación pública en apoyo de la formación.
Después de anunciada la sentencia, Arnaldo Otegi,
ex vocero de Batasuna, señaló en rueda de prensa que el fallo
significa el gran fracaso del aznarismo, al confirmar que esas acciones
tienen como motor el odio contra el pueblo vasco.
"Estamos cometiendo el grave delito de ser vascos, de
ser ciudadanos de una nación pequeña, humilde, que apenas
aparece en los mapas, de ser una nación que no es ninguna amenaza.
Tampoco somos una amenaza económica, militar, política ni
cultural para nadie, pero cometemos el delito de querer ser vascos y edificar
nuestro país en libertad y paz. Ese es el grave delito que cometemos."
La proscripción de Batasuna como fuerza electoral
en el País Vasco fue una de las promesas de campaña de Aznar,
que convirtió esta medida en la máxima prioridad desde que
asumió el poder en 1996.
Desde entonces se fue forjando el marco jurídico
idóneo para apartar de la legalidad a esa formación política,
única del arco parlamentario vasco que se negó a condenar
los atentados de ETA, que se concretó con la aprobación de
una nueva ley de partidos políticos, aprobada en junio pasado por
el gobierno y por el Partido Socialista Obrero Español.
La nueva normativa, que contempla como "motivos de ilegalización"
la no condena de actos terroristas, suscitó malestar en el resto
de los partidos políticos vascos y en el propio gobierno regional,
presidido por los moderados del Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Pero también fue criticada por diversas organizaciones
de defensa de los derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional,
así como por líderes sociales de otros países, entre
estos el líder del Sinn Fein irlandés, Gerry Adams; el ex
presidente italiano Francesco Cossiga y los nobeles de la Paz Adolfo Pérez
Esquivel y Rigoberta Menchú Tum.
El argumento coincidente es que la disolución de
Batasuna provocará "más crispación" en el conflicto
vasco y significa un atentado contra derechos esenciales, como la libertad
de asociación y de expresión.
A
pesar de las críticas la ley, una vez aprobada, se aplicó
por primera vez dos meses después de que entró en vigor,
luego que Batasuna se negó a condenar el atentado de ETA en agosto
pasado en Alicante, cuando estalló un coche-bomba frente a una casa-cuartel
de la Guardia Civil, en el que resultaron muertas dos personas, entre ellas
una niña de seis años hija de un agente.
Una semana después de esta acción el gobierno
español y la Fiscalía General del Estado presentaron simultáneamente
ante el Tribunal Supremo las demandas de ilegalización, en
las que recogieron 23 pruebas que supuestamente confirmaban la vinculación
de Batasuna con ETA, que consistían en documentos gráficos
y actas de sesiones parlamentarias y municipales en las que se registró
la negativa de Batasuna a condenar el atentado.
También se presentaron como pruebas las declaraciones
de Otegi, ex vocero de la formación, sobre el estallido del coche-bomba,
así como fotografías en las que se registró la quema
de una bandera española durante un mitin de la coalición
y la presencia de sus dirigentes en diversos actos de protesta por la vulneración
de los derechos penitenciarios de presos etarras.
Aznar expresa satisfacción
Tras conocer la noticia, Aznar señaló que
"los terroristas no podrán marcar las reglas del juego ni en España
ni fuera de España", en clara alusión a su apoyo irrestricto
a la inminente guerra contra Irak.
"Hoy es el gran día para la democracia en España
y la lucha antiterrorista", aseguró, por su parte, el ministro español
del Interior, Angel Acevez, mientras que los socialistas también
mostraron su beneplácito por la sentencia, al sostener que "la ilegalización
pone freno a la impunidad" de los radicales vascos.
A su vez, el PNV consideró que la medida "es un
atropello a la libertad de asociación". El líder de Izquierda
Unida, Gaspar Llamazares, señaló que a pesar de que "acata
y respeta" la ilegalización, está convencido de que
esta medida es "una agresión al estado de derecho".