El BdeM basa su estrategia para 2003 en contener
los salarios, indica la UNAM
3.33% de la PEA en México ya dejó de
buscar trabajo, revelan estudios
La canasta básica cuesta 4 minisalarios;
28 millones ganan menos: Universidad Obrera
PATRICIA
MUÑOZ RIOS
Se agudiza la crisis para el sector laboral, pues la población
económicamente activa (PEA) que ya dejó de buscar trabajo
alcanza 3.33 por ciento; el desempleo abierto llegó a 2.71 por ciento,
con mayor afectación entre las mujeres -ya que la tasa de las trabajadoras
que no encuentran colocación se ubica en 2.75 por ciento-, además
de que los trabajadores requieren hoy 292 por ciento más para adquirir
la canasta básica, al haber perdido el poder adquisitivo que tenían
hace casi una década.
Análisis del sector, elaborados por el Instituto
de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM y de la Universidad
Obrera, advierten que se agrava la de por sí crítica situación
del sector laboral mexicano, particularmente en materia salarial, donde
se registran severos retrocesos.
El IIE de la UNAM apunta que el Banco de México
(BdeM) basa parte fundamental de su estrategia económica para 2003
en la contención de los salarios. El freno en salarios, junto con
la previsión de aumento general de precios en 3 por ciento y mantener
"el endurecimiento de su política monetaria para corregir expectativas",
son las medidas establecidas por la junta de gobierno de Banxico para contener
el repunte inflacionario del presente año.
En su análisis, fechado en febrero de 2003, establece
que parte de lo que está aconteciendo en el sector laboral se debe
a que la economía no está creciendo en rubros fundamentales
de generación de mano de obra, como la industria manufacturera.
A inicios del presente año indica, el sector manufacturero
registraba una caída de 1.3 por ciento respecto del primer año
del gobierno foxista. Al mismo tiempo, la inversión fija bruta presentó
un descenso real y las ventas al menudeo y mayoreo cayeron, factores que
inhibieron la creación de nuevas fuentes de empleo, la contratación
de personal y la mejoría salarial.
A su vez, un análisis de la Universidad Obrera
sobre salarios señala que de la devaluación de 1994 a finales
del año pasado, el minisalario ha perdido 74.5 por ciento
de poder adquisitivo. Ahora se requieren cuatro salarios mínimos
para adquirir una canasta básica alimentaria.
En dicho periodo, los precios de dicha canasta aumentaron
441.52 por ciento, mientras que el salario mínimo sólo se
incrementó 176 por ciento, ya que la inflación ha estado
muy por encima de los aumentos a estas remuneraciones, señala esta
investigación (realizada por Laura Juárez) y determina que:
"según datos de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática, el número de trabajadores
que reciben hasta tres salarios mínimos o no reciben ingreso por
su trabajo ascendió a 28 millones 374 mil 350 personas; entonces
podemos inferir que más de 28 millones de personas no tienen acceso
a la canasta básica alimentaria, debido a que se requieren cuatro
salarios mínimos para poder adquirirla".
Así, el salario mínimo sólo puede
comprar 25.5 por ciento de los alimentos básicos, detalla la información.
También indica que el costo de la canasta alcanzó
ya un monto de más de mil 150 pesos a la semana, es decir, tuvo
un aumento de 441 por ciento en el periodo señalado y los productos
y servicios que tuvieron mayor incremento en su precio promedio de finales
de 2002 con respecto de diciembre de 1994, fueron la tortilla, 567 por
ciento; el retazo con hueso, 502.62 por ciento; el gas, 491.21 por ciento;
jabón para lavar, 477.14 por ciento; el boleto del Metro, 400.0
por ciento; el pan blanco, 377.78 por ciento; frijol, 333.6 por ciento;
el costo del pesero, 305.8 por ciento; la leche, 281.1 por ciento,
y el arroz, 256 por ciento. En tanto, el minisalario sólo
aumentó 176 por ciento para el mismo periodo.