VENTANAS
Eduardo Galeano
La historia oficial
EN 1921, los peones de la Patagonia se alzaron
en huelga. Entonces los estancieros llamaron al embajador británico
que llamó al presidente argentino que llamó al ejército.
A tiros de máuser, el ejército acabó
con la huelga y con los peones también. Los huelguistas fueron arrojados
a las fosas comunes abiertas en las estancias; y para la zafra siguiente
no quedaba vivo nadie que pudiera esquilar las ovejas.
El capitán Pedro Viñas Ibarra comandó
las operaciones en una de las estancias. Medio siglo después, cuando
el capitán era coronel jubilado, Osvaldo Bayer habló con
él.
-Ah, sí -evocó el militar-. La
estancia Anita. Aquel combate.
Bayer quería saber por qué aquel combate
había dejado 600 obreros muertos y ningún soldado muerto,
ni herido, ni lastimado.
Y el brazo armado del orden, amablemente, explicó:
-El viento. Nosotros nos poníamos del lado del
viento. Por eso las balas nuestras no se desviaban. Las balas de ellos,
a contraviento, se perdían.