ECONOMIA MORAL
Julio Boltvinik
Edomex 2003: pobreza y elecciones
PRD, gran ganador porque aumentó número
de municipios ganados; PAN, el gran perdedor
La economía moral es convocada a existir como resistencia
a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede
equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de
la gente
LA ASOCIACION ENTRE pobreza y partido ganador en las elecciones
municipales de 2000 en el estado de México fue tema de la anterior
entrega de Economía Moral (07/03/03), publicada casi en la víspera
de las elecciones del 9 de marzo. Hoy tomo los resultados del Programa
de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de dicho estado, para analizar
si las conclusiones de la semana pasada se mantuvieron en el nuevo proceso
electoral. Antes, sin embargo, echemos una mirada comparativa a los resultados,
contabilizados por número de municipios ganados, entre 2000 y 2003.
EN EL CUADRO 1 se muestra la matriz de los municipios
ganados por partido en 2000 y en 2003. Cuando esta matriz se lee por renglones,
nos dice cuál fue el destino, en 2003, de los municipios ganados
por partido en 2000. Por ejemplo, de los 69 municipios que el PRI ganó
en 2000 (primer renglón, última columna), vemos que 40 (primera
columna, primer renglón) los volvió a ganar en 2003, pero
perdió 29, 11 ante el PAN (segunda columna), 12 ante el PRD (tercera
columna), y seis ante otros partidos (cuarta columna). Leer la matriz por
columnas permite ver quién gobernaba los municipios que ahora ganó
cada partido político. Así, el PRI ganó 66 municipios
(sin considerar de momento los nuevos municipios), tres menos que en 2000,
de los cuales 40 ya gobernaba, 16 el PAN, ocho el PRD, y dos otros partidos.
Además de los números de los municipios, se han añadido
en la matriz los porcentajes de cada celda respecto al subtotal de municipios
ganados en 2003 (porcentajes verticales) y los porcentajes respecto a los
totales de cada partido en 2000 (porcentajes horizontales).
INCORPORANDO LOS DOS nuevos municipios (último
renglón del Cuadro 1), el PRI ganó, en 2003, 67 municipios,
54 por ciento del total, mientras que en 2000 había ganado 69, 56.6
por ciento del total. Tuvo, pues, una ligera pérdida de 2.6 puntos
porcentuales. El PAN, que ganó 30 municipios (24.6 por ciento del
total) en 2000, ganó sólo 24 en 2003 (19.4 por ciento del
total), sufriendo significativa pérdida de más de cinco puntos
porcentuales. El PRD ganó 21 municipios en 2000 (17.2 por ciento)
y 24 en 2003 (19.4 por ciento), habiendo aumentado más de dos puntos
porcentuales. Es el único de los tres partidos grandes que aumentó
el número de municipios ganados, por lo que puede decirse que es
el gran ganador. Los que más mejoraron, sin embargo, son los pequeños
partidos (tomados como conjunto), que pasaron de dos a nueve municipios.
El gran perdedor es el PAN.
EL PRI ES el partido que mejor desempeño tuvo en
volver a ganar en los municipios que había ganado en 2000, y el
PAN (de los tres grandes) el de peor desempeño. En efecto, el PRI
volvió a ganar 40 municipios, 58 por ciento de los que había
ganado en 2000, el PAN 12 municipios, sólo 40 por ciento de los
que ganó en 2000, mientras el PRD quedó en medio, repitiendo
en 47.6 por ciento de los municipios en los que había ganado en
2000. Los otros partidos perdieron los dos únicos municipios ganados
en 2000. En total, en 63 de los 122 municipios logró repetir el
partido que había ganado en 2000. Esta dimensión puede interpretarse
como resultado de un buen gobierno.
EN CUANTO A GANAR nuevos municipios que no habían
ganado en 2000, el PRI ganó 27, el PAN 12, el PRD 14 y los otros
partidos nueve. En términos relativos a su propio total, el dato
más impresionante es el de los nuevos partidos, ya que en los nueve
municipios que ganaron, no gobernaban. Pero haciendo a un lado a estos
partidos, que tienen muy poca importancia individual, la captura más
significativa de nuevos municipios es la del PRD, ya que los nuevos municipios
ganados representan más de la mitad del total que ganó (56.5
por ciento), mientras en el PAN es la mitad y en el PRI es 42 por ciento.
Esta captura de municipios adicionales puede interpretarse como resultado
de la campaña (incluidas triquiñuelas) y del buen gobierno
en otros lugares. El efecto López Obrador explicaría, en
parte, el notable desempeño del PRD.
HAY UN RASGO muy interesante que se observa en la matriz
y que consiste en que los municipios que pasan del PRD al PAN, y de éste
al PAN son sólo uno en cada caso, mientras los cambios entre el
PAN y el PRI son muy numerosos (16 cedió el PAN al PRI y el PRI
cedió 11 al PAN). Igualmente son numerosos los que el PRD cedió
al PRI (ocho) y los que el PRI cedió al PRD (12). Es muy claro que
los votantes perredistas o panistas descontentos por un gobierno inadecuado
de su partido, votan PRI, mientras los votantes priístas descontentos
por la misma razón votan PAN o PRD. El PRI, al estar en el centro
del espectro político, puede captar el voto de castigo de la izquierda
o de la derecha, lo que no pueden hacer ni el PRD ni el PAN.
EN LA ENTREGA ANTERIOR concluí, analizando las
elecciones municipales y sólo el indicador de número de municipios,
clasificados por estrato de pobreza (de ultrapobreza a pobreza baja) ganados
por partido, que mientras más pobreza hay en un municipio, mejor
le va al PRI; que mientras menos pobreza hay en un municipio mejor le va
al PAN; mientras al PRD le va bien en municipios con niveles intermedios
de pobreza.
EN EL CUADRO 2 se presentan, para 2000 y 2003, los municipios
ganados por partido en cada estrato de pobreza. El PRI volvió a
ganar cinco de los seis municipios de ultrapobreza (perdiendo uno, Donato
Guerra, ante el PRD), mientras el PAN volvió a ganar los dos únicos
municipios de pobreza baja. En esos extremos hubo muy pocos cambios. A
medida que nos movemos hacia los estratos intermedios aparecen más
cambios. El PAN, que había ganado ocho de 10 municipios de pobreza
media en 2000, ahora ganó sólo cinco de ellos, haciendo menos
claro su dominio en este estrato. De los tres municipios que perdió
en este estrato, dos los ganó el PRI (Cuautitlán y Huixquilucan)
y uno el PRD (Tultitlán).
EN LOS MUNICIPIOS de pobreza altísima el PRI sufrió
una leve pérdida, pero mantuvo su hegemonía. Si en 2000 ganó
23 de 33 municipios, ahora ganó 21 de 33. Con ello, el PRI gana
todavía 26 de los 39 municipios de los dos estratos peor situados.
En el estrato de pobreza muy alta el PRI sufre la pérdida de ocho
municipios que ganan todos los demás partidos, pero en el siguiente
estrato, el de pobreza alta, gana seis, a costa del PAN y el PRD. El PRI
pierde 10 municipios en los dos estratos peor situados fuera del de ultrapobreza,
pero en cambio mejora su situación en los dos mejor situados (fuera
del de pobreza baja). Emblemáticamente, pierde Valle de Chalco,
el municipio ejemplar del Programa Nacional de Solidaridad, ante el PRD.
Aunque los municipios gobernados por el PRI son ligeramente menos pobres
que en 2000, la tesis general que sostiene que la pobreza más aguda
le favorece, aunque queda claro que puede perder en lugares como Valle
de Chalco, donde el efecto López Obrador puede ser fuerte, o en
Donato Guerra, en la ultrapobreza.
EL PAN DESMEJORA su situación, pierde en la pobreza
media y en la pobreza alta y, aunque gana en la pobreza muy alta, pierde
en la altísima. Aunque pierde parte de su hegemonía entre
los municipios mejor situados, la tesis general sobre sus mejores posibilidades
entre menos pobreza hay en un municipio, siguen siendo válidas.
EL PRD TIENE ganancias en casi todos los estratos (cuatro
de los cinco en los cuales tiene presencia): ultrapobreza, pobreza altísima,
pobreza muy alta y pobreza media, mientras todas sus pérdidas se
concentran en la pobreza alta, que era donde mejor se situaba en 2000 (donde
ganó un mayor número de municipios). Ahora su máxima
frecuencia se desplazó hacia la pobreza muy alta. Es un cambio dentro
de los dos estratos intermedios que, en lo esencial, no altera la hipótesis
de su ventaja en dichos estratos, donde ganó ahora 15 de los 23
municipios (sin contar uno nuevo) en los que gobernará. Su triunfo
en Tultitlán, que eleva a dos los municipios que gobernará
en el estrato de pobreza media (el otro es Nezahualcóyotl), muestra
que también puede llegar a triunfar en municipios bien situados,
de lo cual es también testimonio la alta votación que captó
en Ecatepec, que aunque se encuentra en el estrato de pobreza alta es el
mejor situado del estrato, con indicadores muy similares a los de Toluca
y Nezahualcóyotl.