La mitad del líquido se desperdicia a causa de fugas, dice funcionario mexiquense
Asegura el Edomex que el DF no paga "ni un peso" por el agua que recibe
Prevén que en 5 años la entidad sufrirá graves deficiencias por la falta del recurso
ROSA ELVIRA VARGAS
El gobierno del estado de México se quejó una vez más que el gobierno del Distrito Federal no le paga "ni un peso" por el agua que traslada de sus cuencas para abastecer a la capital del país y de la cual "una gran parte se desperdicia miserablemente en fugas y descuidos", aseguró Cecilio Garza Limón, coordinador general de Enlace Institucional de la administración mexiquense.
"Si no pagan el agua, no pagan educación, šclaro que por eso tienen dinero para repartir!", expresó el funcionario, y en tono enfático apuntó que el Distrito Federal sólo les regresa "aguas negras".
Casi sin mencionar que el manejo de las aguas nacionales corresponde a la federación, Garza Limón alegaba: "con arreglar las fugas de agua que tienen aquí se resuelve la mitad del problema y con que nos paguen el líquido que traen de allá, sería la otra mitad".
El argumento central del funcionario mexiquense era que las autoridades del gobierno estatal no disponen de líquido para abastecer a su propia población. Al intervenir en la apertura del Seminario Británico del Medio Ambiente, señaló que de mantenerse esta tendencia, en los próximos 5 años en el estado de México "empezaremos a sufrir muy serias deficiencias de agua".
Dio datos que fundamentan la preocupación del gobierno al que representa: la zona metropolitana del valle de México, añadió, es el segunda conglomerado urbano del planeta con más de 18 millones de habitantes y se estima que llegará a 20 millones en los próximos siete años.
Esta población está concentrada en un área urbana de 3 mil 500 kilómetros cuadrados donde el oxígeno es 23 por ciento menor al que hay en otras áreas; se generan 2.5 millones de toneladas de emisiones atmosféricas anuales, 75 por ciento de las cuales son monóxido de carbono, y en donde tratan de circular 3.5 millones de vehículos automotores, la mayor parte de de los cuales no disponen del convertidor catalítico.
Garza Limón subrayó que en la zona metropolitana del valle de México se emiten a la atmósfera 50 mil toneladas al año de gas licuado de petróleo por fugas en instalaciones domésticas y se producen 12 mil toneladas de desechos sólidos cada día.
De este tamaño, apuntó el funcionario, es el reto, "y ninguna autoridad federal, estatal o municipal puede resolver este desafío si no es con la contribución y la conciencia de todos los ciudadanos. Debemos tratar de evitar que el desarrollo nos atropelle".