CATALEJO
Jaime Avilés
Bagdad: acción urgente
SI ALGO SABEMOS acerca de los escudos humanos que se fueron a Irak lo debemos a las espléndidas notas y fotos de Blanche Petrich y José Núñez, pero sobre todo a los artículos de John Ross, el joven escritor y poeta estadunidense que a los 65 años de su edad se ha instalado en la refinería bagdadí de Daura para proteger con su cuerpo esa infraestructura civil y escribir, probablemente, el último reportaje de su vida.
AL IGUAL QUE John Ross, poco más de 100 personas procedentes de 34 naciones, entre ellas México, se encuentran en Irak para oponerse física y moralmente a las bombas que Estados Unidos e Inglaterra están a punto de disparar sobre ese país. La decisión de los escudos humanos, sin embargo, hasta ahora no ha sido tomada en cuenta por los grandes periódicos ni las grandes cadenas televisivas.
A NINGUN REPORTERO de los medios que hablan a diario con Bush o con Blair se le ha ocurrido preguntar qué política aplicarán hacia los escudos humanos los ejércitos que preparan la invasión. Geoffrey Lean y Severin Carrell, periodistas de The Independent, el combativo diario inglés, revelaron el 7 de marzo desde Londres que el gobierno británico se opone a los planes estadunidenses de "usar agentes tóxicos de control de disturbios" como gases pimienta, CS y "calmantes", similares a los que Putin arrojó en un teatro de Moscú tomado por rebeldes chechenos.
EL REPORTE AGREGA que "el general Richard Myers, quien preside el estado mayor estadunidense, habló de usar dichas armas contra los escudos humanos" (La Jornada, 8/03/03). Si nada desvía el curso de los hechos, los escudos humanos, y buena parte de la población civil iraquí, serán asesinados por Bush en las próximas decenas de horas. Si el mundo no los conoce y apoya, las bombas los calcinarán como a "locos" anónimos, escoria delirante, basura deleznable.
ESTE CATALEJO, QUE saldrá de su estuche cuando pueda, se hace eco de la iniciativa que propone enviar miles y miles de cartas y faxes a la Casa Blanca para exigir a Bush que respete la integridad física de los escudos humanos. La dirección postal es: "The White House, 1600 Pennsylvania Avenue NW, Washington DC, 20500, USA". El buzón electrónico de Bush es [email protected], y su fax es el 202-456-2461.
LA JORNADA TIENE MILLONES de lectores en todo el planeta. Estos pueden contribuir, presionando al "presidente" de Estados Unidos, para salvar por ejemplo a los niños de primaria y prescolar que viven en torno de la refinería de petróleo de Daura, Bagdad, a quienes John Ross acompaña todas las mañanas a la escuela. Y a cientos de miles de personas más.
TAMBIEN PUEDEN SOLICITAR a los mass media de Occidente que exijan a Bush y Blair una declaración pública sobre lo que significan para ellos los escudos humanos y el trato que piensan darles durante el ataque. Esas cartas y faxes aún podrían levantar una muralla de solidaridad que resguarde a quienes están dispuestos a inmolarse en defensa de la civilización amenazada, hoy como nunca, por la tecnología demencial de la barbarie.
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