Según un organismo californiano, ofrece la ciudadanía a quien entre al Ejército
Denuncian campaña en EU para reclutar a indocumentados mexicanos
Las escuelas dan listas de los hijos de migrantes para distribuir propaganda, dicen
ANDREA BECERRIL ENVIADA
Sacramento, California, 7 de marzo. En el escenario de guerra contra Irak que el gobierno de Estados Unidos tiene marcado, ha intensificado en los pasados cuatro meses una campaña para convencer a jóvenes mexicanos de enrolarse en el Ejército y la Armada de ese país, con la promesa incluso para los indocumentados, de otorgarles la ciudadanía y la residencia.
"Es necesario alertar a nuestros muchachos, porque se pretende mandarlos como carne de cañón al frente de guerra con la promesa de beneficios que a lo mejor nunca podrán ver", advirtió Amagda Pérez, directora de la Fundación para la Asistencia Legal Rural de California, durante una reunión con los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Senado.
Al respecto, el presidente de ese organismo, Sadot Sánchez Carreño, dijo que sorprendió a los legisladores esa queja, ya que al parecer existe una intención deliberada de conocer la situación migratoria de las personas con el propósito de atraerlos hacia el servicio militar. "Vamos a recabar más información, porque sería muy grave cambiar vidas por un reconocimiento migratorio".
Durante el encuentro con defensores de derechos humanos de migrantes en Sacramento, acto al que asistió también el cónsul de México en esta capital, José Luis Soberanes Reyes, tanto Amagda Pérez como también Juanita Ontiveros, ambas de la Fundación para la Asistencia Legal Rural de California, insistieron en la gravedad de la campaña que impulsa el gobierno de George W. Bush para atraer a los trabajadores mexicanos, sobre todo a los menores de 26 años, con el propósito de reclutarlos para sus fuerzas armadas.
La abogada Pérez precisó que las escuelas de instrucción media -lo que se conoce aquí como high school- han proporcionado al gobierno federal las listas de los hijos de migrantes para que puedan iniciar los trámites tendientes a reclutarlos.
"Sólo así se explica que los jóvenes hayan recibido cartas del Ejército y la Armada, en las que se les invita a enlistarse al servicio militar, prometiéndoles a cambio becas para que puedan estudiar una carrera, empleo en el gobierno y otros beneficios. En el caso de los trabajadores que están de manera ilegal aquí, el ofrecimiento es legalizar su estado migratorio, se les ofrece la oportunidad de hacerlo si luchan en favor de Estados Unidos".
La campaña se lleva a cabo también en las estaciones de radio que llegan a las comunidades de mexicanos. "Es una invitación para registrarse en el servicio selectivo, que es el Ejército".
Sobre el mismo tema, Juanita Ontiveros, quién desde hace varias décadas se dedica a la defensa de los migrantes, hizo notar a los legisladores la importancia de hacer conciencia entre los jóvenes y sus familias del riesgo que significa alistarse en la milicia estadunidense. "Muchos piensan que es la mejor manera de avanzar en Estados Unidos, pero hay que decirles que se trata de que vayan a la guerra que quieren hacer contra Irak y otras más".
Precisó que han llegado a la organización en las semanas recientes cientos de llamadas de madres de familia, angustiadas por la carta que recibieron sus hijos, "de la Navy y la Army" y lo que se hace es orientarlas, "porque sabemos que muchos muchachos han caído ya en la trampa y se han alistado". La campaña, detalló, comenzó después de los atentados del 11 de septiembre, pero se intensificó en los últimos cuatro meses.
Respecto a las presiones de Estados Unidos para que México vote en favor de la guerra contra Irak en el Consejo de Seguridad de la ONU, Ontiveros hizo notar ante los senadores que "no importa cuánto amenace Bush al presidente Fox, porque en este país poco pueden hacer sin los migrantes mexicanos".
Durante el encuentro, Patricia Díaz, del Consejo Nacional de la Raza, se refirió al riesgo de que autoridades gubernamentales de Estados Unidos empleen la matrícula consular para tomar datos en perjuicio de los migrantes. Al respecto, el cónsul Soberanes Reyes aclaró que la base de datos no se comparte con nadie, y destacó los beneficios de ese documento de identificación de los mexicanos que laboran en territorio estadunidense.
La gira de los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Senado concluirá hoy con una visita al penal de alta seguridad de Sacramento.