El Nobel alemán reprueba el apoyo de Aznar a EU
La barbarie no debe sumirnos en el silencio: Günter Grass
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 26 de febrero. El escritor Günter Grass no acepta que lo llamen ''la conciencia moral" de Alemania, pero es indudable que sus libros despiertan la mayoría de las veces en sus compatriotas una vorágine de contradicciones y polémicas, sobre todo cuando éstos se refieren al drama de la Segunda Guerra Mundial y al régimen nazi del Tercer Reich.
A paso de cangrejo (Alfaguara), libro del Nobel de Literatura 1999, no es la excepción, pues provocó un áspero y apasionado debate sobre uno de los episodios históricos más dramáticos y sangrientos en la historia germana. En su presentación en Madrid, Grass explicó que ante la barbarie lo importante es que ''no nos hundamos en el silencio", debemos intentar entender el pasado para ''afrontar el presente y el futuro con claridad". También presentó su libro Cinco decenios, de la misma editorial.
Respecto del apoyo de José María Aznar, presidente del gobierno español, al belicismo estadunidense, Grass señaló que ''es un paso atrás para España, que tiene una democracia joven y se encuentra en proceso de aprendizaje y en medio de tal circusntancia Aznar desoye a la opinión pública y se presenta como un vasallo de Estados Unidos''.
A paso de cangrejo es una narración a tres bandas, que representan a tres generaciones y a personajes antagónicos de un hecho terrible: el 30 de enero de 1945 un submarino soviético hundió al buque alemán Wilhem Gustloff que se disponía a salvar a miles de alemanes de la Prusia Oriental ya invadida por el ejército ruso. Esa tragedia ostenta el triste récord de ser el mayor desastre naval del siglo XX: con sus más de 9 mil víctimas (entre ella, 4 mil niños), sextuplica las del Titanic.
En el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Grass explicó que la historia no debe caer en relativismos sobre las masacres provocadas por los distintos regímenes. ''Existe el peligro de empezar a comparar cifras y ver quiénes cometieron más crímenes. Pero en mis libros siempre queda bien claro quién empezó con las expulsiones. Y fueron los alemanes los que expulsaron a los polacos de sus granjas y las repoblaron, en cierta manera, con las personas que venían del Báltico. Y luego la historia invirtió su orden y fueron los 12 millones de refugiados alemanes los que tuvieron que huir desde el Este.
''Recientemente en Alemania se ha publicado un libro sobre los bombardeos en el que también se dice que fueron los alemanes los que iniciaron la guerra, el primer bombardeo aéreo se llevó a cabo en Gernika. Pero lo que es más importante es que no nos hundamos en el silencio, tener en cuenta el orden en el que se sucedieron estos acontecimientos y depurar responsabilidades. Nunca se hubiera debido callar tanto sufrimiento. Aquella negligencia era insondable", explicó Grass, quien defendió el derecho de los escritores alemanes de también ''hablar de nuestros muertos".
El autor de Mi siglo rechazó la categoría de ''escritor como conciencia moral": ''No me acaba de convencer, la rechazo, pues no creo que la responsabilidad de las personas, de un pueblo o de un gobierno se pueda delegar en un escritor".
Se solidarizan intelectuales con Schroeder
En otro orden, la agencia Dpa informó que 19 intelectuales y artistas alemanes, incluidos el Nobel Günter Grass y el filósofo Peter Sloterdijk, manifestaron su respaldo a la decisión del canciller alemán Gerhard Schroeder de oponerse a la opción bélica de Estados Unidos contra Irak.