Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 27 de febrero de 2003
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La zozobra recorre Bagdad

El ulular de una sirena marcará el comienzo del temido ataque aéreo

BLANCHE PETRICH ENVIADA ESPECIAL

Bagdad, Irak, 26 de febrero. La señal convenida para alertar a la población en caso de que comience un ataque aéreo a la capital será una sirena que se escuchará por toda la ciudad. "Si va a sonar algún día, pronto o no tan pronto, no lo sé. Eso lo saben los dueños de las decisiones, de Naciones Unidas, las potencias'', dice Najah Kamel, directora de una escuela primaria. Bajo su responsabilidad hay cientos de niños y decenas de maestros. Cuando llegue el momento sólo tiene una alterna- tiva: mandar a los niños a sus casas y cerrar el colegio.

Es la primaria Al Shalid Hamadi Al Alawi, en un distrito de clase media, a la que asisten hijos de universitarios y de empleados del gobierno, en el barrio Hay Al Jamia. Es clasificada como ''de excelencia''. Los tres hijos de Majid, funcionario del área latinoamericana del Comité de Asuntos Exteriores del Partido Baath -y guía de la misión mexicana por la paz, que se halla desde hace tres días en la ciudad- estudian aquí. Y aquí se inicia la visita, en los salones de primero, segundo y tercero.

A una señal de las maestras, en los salones de clase los chicos irrumpen en consignas entusiastas. Es un griterío infantil en árabe. Nos dicen que gritan: "Para la paz y la libertad, nuestra sangre y nuestra alma con Saddam Hussein". Y también: "Down, down Bush; down, down USA". Ya encarrerados, no necesitan más indicaciones para sacar de sus mochilas unos cuadernos en los que han pegado fotografías diversas del presidente, que -dicho sea de paso- es la única imagen que se reproduce hasta el delirio por toda la ciudad; desde las grandes plazas, en todas las esquinas, hasta los rincones más discretos, en un recoveco del mercado, en las casas y en las verdulerías.

Después salen al patio a un acto que las maestras describen como "animar la conciencia".

Una maestra presenta al grupo que viene de México; les explica: ''en una misión de paz'': Mario Saucedo, secretario de Relaciones Internacionales del PRD; Efraín Naranjo, de una organización de derechos humanos de Colima, integrante de la red Todos los Derechos para Todos; Nuria Marrugat, de Salud Ihospital-irak-1ntegral para la Mujer; Daphne Cuevas, del Consorcio para el Diálogo Parlamentario, y Luis Cevallos y Adrián Belman, del Sindicato Mexicano de Electricistas.

Después de los saludos, traducción mediante, los visitantes leen algunas de las cartas que niños de Colima han enviado a Irak. Los discursos los aburren y pronto en las filas cunden los empujones y el relajo, hasta que Saucedo menciona que el grupo viene de un país que está pegado a Estados Unidos. El dato llama poderosamente la atención de los niños, que voltean a ver a sus maestras. Después se saluda a la bandera, se canta y los chicos deben volver a regañadientes a los salones, a seguir la rutina.

En la dirección, la maestra Kamel explica la rutina que se sigue de cara a una emergencia. En clase, entre las lecciones de inglés, las cuatro horas a la semana que se dedican al estudio de del Corán -aunque el plantel, como todos los oficiales, es laico- y las demás materias, se hacen algunos simulacros para que los niños desalojen la escuela y vayan a sus casas en cuanto suene la sirena. Nada más. "Claro que también les damos apoyo sicológico para manejar el miedo con recomendaciones muy claras sobre qué hacer. Pero hasta ahora todo marcha con normalidad, los niños no están particularmente nerviosos ni hemos registrado nada negativo. Para todos esto es un desafío."

Y responden al desafío con sus consignas, con actos de adhesión al régimen, con estudio. Incluso en sectores como este, de clase media, el embargo comercial que Irak padece desde hace nueve años ha afectado. En Al Shalid no ha habido deserciones escolares, explica la directora, en contraste con los planteles para los grandes y cada vez mayores sectores de pobres. En estos niveles socioeconómicos escasean los útiles escolares y, como no ha habido rediciones de libros, año tras año los niños heredan de sus mayores los textos, cada vez más deteriorados. Pero en el medio rural o en los barrios depauperados muchos niños han abandonado el sistema escolar, que es gratuito en todos los niveles, incluso la universidad. Muchos pequeños salen a trabajar o a pedir limosna para ayudar a sus familias a conseguir alimentos.

Después de darles una vaga idea de que un país ''pegado al sur'' de Estados Unidos está en desacuerdo con el señor Bush en sus intenciones de atacar sus casas y sus ciudades, los mexicanos de la misión de paz viven sus cinco minutos de fama. Las maestras dan permiso para que los chicos pidan autógrafos. Así, en medio de ese tumulto, termina ese encuentro hasta que toca el timbre para volver a los salones. Esta vez es para ir a clases.

Está en el aire el peligro de que algún día suene el timbre de la escuela por última vez, la temida señal de alarma. Entonces Safa, de siete años, sabe que tendrá que guardar sus cuadernos en la mochila, correr hacia la salida de la escuela y marchar a su casa, no lejos de aquí. De lo que suceda después, nadie sabe.

En la plaza de Al Tajrir, durante una pe-queña manifestación nocturna por la paz a la luz de las velas, el periodista estadunidense John Ross, uno de los escudos humanos que pretenden proteger con su presencia algunos de los posibles blancos civiles en caso de un ataque estadunidense, saludó a la misión de paz mexicana que desde hace tres días se encuentra en esta ciudad.

"šYa están aquí los mexicanos!", anunció. Extranjeros que vienen desde 34 países y algunas centenas de bagdadíes saludaron con aplausos y chiflidos la novedad.

Ross se disponía a recitar un poema de su autoría sobre el Che Guevara. Como ocurre casi a diario, se escenificaba una pequeña demostración por la paz. A veces las convocan los propios iraquíes; otras los internacionalistas que cada día fluyen hacia este país, desde Suecia hasta Sudáfrica. Son breves y no muy numerosas pero siempre emotivas, amenizadas por la delegación de ciudadanos turcos que con sus tambores y panderetas levantan los ánimos a cualquiera.

Después de algunas intervenciones en varios idiomas, un grupo de jóvenes ira-quíes se sumó al centro de la congregación. No tardaron en dominar la reunión con sus consignas. Repetían rítmicamente la consigna del momento, la obligatoria: "Juramos defender con nuestra sangre y nuestra alma a Saddam Hussein".

Fue como una señal. Discretamente los internacionalistas callaron y se empezaron a dispersar. Con esto subrayan, como lo ha-cen siempre, que su solidaridad es con el pueblo iraquí, no con el régimen. Y que las diversas misiones que desempeñan en este país no significan, como lo insinúan las autoridades estadunidenses, una adhesión al gobierno de Bagdad.

En pocos minutos el mitin había terminado, para reaparecer mañana en cualquier otro lugar del país.

El lunes por la tarde, un poco maltrecha por las 35 horas de viaje continuo, llegó a esta ciudad la delegación mexicana. Hoy fue recibida en una de las sedes del único partido político del país, el Baas, por su director del Comité de Relaciones Exteriores, Harit al kashali, y el encargado del área latinoamericana, Zuhair al Rubaie.

Ambos expresaron su convicción de que en caso de producirse el ataque estadunidense, la agresión se expandirá más allá de las fronteras iraquíes, a la zona del Medio Oriente. Pero también subrayaron que las condiciones para la superpotencia y sus aliados no son fáciles, "porque el mundo ha cambiado y grandes sectores se han manifestado contra la guerra".

Al Kashali comentó sobre la gran confianza con la que gobierno y sociedad en Irak enfrentan el desafío de estos días: "En primer lugar, porque tenemos confianza en nosotros mismos y, después, porque confiamos en la emergente organización mundial contra la guerra".

La confianza en sí mismos descansa en la fuerte preparación militar que ha recibido la población para resistir un ataque foráneo.

"El pueblo -afirmó el funcionario del partido oficial- tiene capacidad y experiencia de combate. Está apto para entrar a un enfrentamiento y está bien armado. Aquí, en Irak, las armas son respetadas. Sólo se usan para la defensa".

Zuhair, a su vez, comentó que si llegaran a fracasar las acciones pacifistas y la resistencia de la comunidad internacional, "te-mo por México, ahí está la otra gran fuente de petróleo. Estados Unidos va a querer apoderarse de ella. Ya lo están haciendo en Venezuela. Para enfrentar a la gran maquinaria de propaganda de Washington se necesita un gran frente antimperialista".

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