El funcionario calculó en 6 millones el número de personas que no saben leer ni escribir

A la baja, la cantidad de analfabetos menores de 20 años, según De la Peña

Rechazó que el INEA vaya a involucrarse en la distribución de la Guía de padres

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Casi 6 millones de mexicanos no saben leer ni escribir y la mitad de ellos tiene escasas oportunidades de recibir educación algún día. Según el director del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), Ramón de la Peña, es "muy difícil alfabetizarlos", porque tienen alguna discapacidad severa o son mayores de 65 años.

El resto de la población analfabeta se divide en dos grupos, millón y medio son personas de entre 45 y 65 años de edad, y el resto son migrantes de comunidades remotas o indígenas monolingües o bilingües.

Para el director del INEA y presidente del Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo (Conevyt) estas cifras tienen un aspecto positivo: el analfabetismo ya no puede considerarse un problema de niños o de jóvenes.

Según las cifras del INEA, 3 por ciento de los mexicanos menores de 20 años son analfabetas. "En ese grupo podemos alzar la bandera blanca, porque en el ámbito internacional se acepta que una tasa de 4.5 por ciento de analfabetismo en población joven es algo normal".

El tema del analfabetismo resurgió luego de la polémica que provocó la frase de Vicente Fox en el sentido de que es mejor no saber leer para así ser feliz en la vida.

De la Peña, ex rector del campus Monterrey del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), habló del tema en entrevista y defendió al jefe del Ejecutivo: "al Presidente le interesa que los mexicanos estén educados. Para eso formó el Conevyt y para eso me trajo de Monterrey a la ciudad de México, para apoyar a la gente que se encuentra en rezago educativo, económico y social".

Al preguntarle si coincide con Fox en que no saber leer brinda felicidad, De la Peña insistió que el Presidente le ha expresado que no puede haber un país digno, moderno y de Primer Mundo con 52 por ciento de mexicanos que no ha cursado la educación básica.

En ese sentido, De la Peña consideró que las declaraciones del Presidente de la República podrían estar relacionadas con la molestia que provocan algunos comentarios de la prensa, pero no con una defensa del analfabetismo.

En su diagnóstico sobre el rezago educativo, señaló que la expansión del sistema educativo nacional ha permitido que disminuya mucho el número de mexicanos jóvenes que no saben leer y escribir.

Sin embargo, admitió que el problema persiste en la población de entre 45 y 65 años de edad, porque a pesar de que pueden regresar a las aulas no lo hacen. "Es difícil atraerlos", explicó.

Afirmó que para el INEA el problema más grave es el de las personas que no tienen estudios de secundaria. Actualmente, 15 millones mexicanos no han concluido ese nivel educativo, mientras que hay otros 12 millones que tampoco tienen el certificado de primaria. "Por eso nos estamos enfocando a tratar de atender un mayor número de jóvenes y de mujeres", afirmó.

Por otra parte, rechazó que el INEA vaya a entregar a los adultos la Guía de padres, que elaboraron el sindicato magisterial y la Fundación Vamos México.

Señaló que hasta ahora no han recibido ninguna petición en ese sentido y que si ocurriera así, la dirección académica de la dependencia primero tendría que hacer un análisis de los libros y en función de eso determinar si conviene o no utilizarlos como material de apoyo educativo.