El presidente de EU se reunió con Aznar
para buscar apoyos a la guerra contra Irak
No esperará mucho para que apruebe la nueva
resolución, dice Bush a ONU
Será la última oportunidad para demostrar
que está preparada para desarmar a Hussein, afirma
"Lucharemos juntos por un mundo libre de armas de destrucción
masiva": mandatario español
AFP Y REUTERS
Crawford, 22 de febrero. El presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, advirtió este sábado al Consejo de
Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que tiene
menos de dos meses para aprobar una resolución, que será
presentada la próxima semana, que abriría el camino a una
guerra con Irak.
Reunido este sábado con el jefe del gobierno de
España, José María Aznar, en su rancho de Crawford,
en Texas, Bush afirmó que tal resolución será la "última
oportunidad" de la ONU para demostrar que está preparada para desarmar
a Saddam Hussein.
Agregó
que el Consejo de Seguridad "no" esperará dos meses pa-ra aprobar
el documento, que establecerá en "términos claros y simples
que Irak no cumple" con la resolución aprobada por la ONU en noviembre
pasado, que obliga al país árabe a desarmarse.
Bush y Aznar restaron importancia a las diferencias manifestadas
por Rusia, China y Francia (países con derecho a veto en el Consejo
de Seguridad) respecto a la crisis iraquí. El mandatario estadunidense
recordó que se trata de una situación parecida a la que se
produjo antes de la aprobación de la resolución 1441, en
noviembre del año pasado.
"El tiempo es corto", indicó, "y ésta es
la oportunidad para que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas demuestre
su relevancia, y creo que lo demostrará porque Saddam Hussein no
se ha desarmado", declaró Bush.
Aznar, por su parte, afirmó que España "está
comprometida con un papel activo" para responder "a la amenaza que para
la paz y la seguridad internacionales representa el régimen" de
Hussein.
Esfuerzo conjunto
Bush y el jefe del gobierno español se reunieron
el viernes y sábado, en medio de un esfuerzo di-plomático
para ganarse el apoyo a una guerra contra Irak en un dividido Consejo de
Seguridad.
Funcionarios estadunidenses han adelantado que la segunda
resolución podría presentarse a partir del próximo
lunes en el mecanismo de seguridad de Na-ciones Unidas.
"Nuestra responsabilidad es trabajar para que el consejo
pueda ejercer debidamente sus responsabilidades encontrando el máximo
cumplimiento" de las resoluciones, agregó Aznar.
"La legalidad internacional y las obligaciones de desarme
que se han impuesto sobre Saddam Hussein en los pasados 12 años
deben apoyarse en la voluntad y la capacidad de hacerlas cumplir", sentenció,
y "en consecuencia, en primer lugar, estamos dispuestos a luchar juntos
por un mundo libre de armas de destrucción masiva y de la amenaza
terrorista".
Aznar es el quinto mandatario invitado al rancho de Bush.
Antes fueron el primer ministro británico, Tony Blair; el presidente
ruso, Vladimir Putin; el mandatario chino, Jiang Zemin, y el príncipe
heredero de Arabia Saudita, Ab-dullah Bin Abdul Aziz.
Por su parte, un embajador miembro del campo opuesto a
un ataque contra Irak declaró que someter al país petrolero
a un ultimátum sería contrario al espíritu de la resolución
1441, aunque el nuevo texto otorgue una "última oportunidad" para
que el régimen de Bagdad elimine sus armas de destrucción
masiva.
Este embajador, que pidió el anonimato, indicó
que la resolución 1441 fue adoptada por unanimidad luego que Francia
y Rusia recibieran garantías de que no se haría un uso "automático"
de la fuerza si Irak no cumplía con sus obligaciones.
Estados Unidos y Gran Bretaña podrían tratar
que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución que permita el
desarme de Irak por la fuerza, una vez que el organismo escuche un informe
del jefe de los inspectores de desarme, Hans Blix, probablemente el 7 de
marzo, afirmaron diplomáticos el viernes anterior.
Por otro lado, el secretario de Estado estadunidense,
Colin Po-well, llegó este sábado a Tokio en el comienzo de
un recorrido de cuatro días por el este de Asia, gira durante la
cual se espera que anuncie nuevos envíos de ayuda alimentaria de
Estados Unidos a Corea del Norte.
El viaje, que incluye también visitas a Pekín
y Seúl, estará dominado por los esfuerzos para lograr consenso
en cómo hacer frente al presunto programa nu-clear de Corea del
Norte, pero también buscará apoyo para una posible guerra
contra Irak.
Se espera que Powell trate de ganarse el apoyo de China,
miembro permanente del Consejo de Seguridad con derecho a veto, para la
causa de atacar Irak y ex-hortará a Pekín a utilizar su in-fluencia
económica y diplomática para presionar a Pyongyang.
"Ellos (los dirigentes chinos) tienen influencia" en Corea
del Norte, dijo Powell a los reporteros en el viaje hacia Tokio.
"Sin embargo, yo no llevo ninguna solicitud específica
a los dirigentes chinos sobre cómo de-ben aprovechar eso en este
mo-mento; lo que quiero es simplemente aclararles que ellos tienen una
influencia considerable con Pyongyang", agregó Powell.
El secretario de Estado comentó anteriormente sobre
la posibilidad de que Estados Unidos pudiera ofrecer amplia asistencia
a Corea del Norte, pero dijo que primero el país asiático
tiene que abandonar sus presuntos programas de armas nucleares.
Powell destacó el deseo del gobierno estadunidense
de un es-fuerzo multilateral para persuadir a Pyongyang a abandonar sus
ambiciones nucleares, a pesar de la preferencia de los aliados en la región
de que Washington trate de resolver el asunto en un diálogo directo
y bilateral.
Estados Unidos ha tratado, sin mucho éxito aparente,
de persuadir a las potencias de la región, especialmente a China,
de presionar a Corea del Norte para que abandone su presunto programa de
armas nucleares.
Corea del Norte desea firmar un pacto de no agresión
con Estados Unidos y realizar conversaciones bilaterales, algo que prefieren
otros en la región, particularmente China y Corea del Sur, pero
Washington se resiste e insiste en un proceso multilateral.
Un periódico japonés reportó este
sábado que el presidente electo de Corea del Sur, Roh Moo-hyun,
está dispuesto a visitar Co-rea del Norte si lo invitan.