Ante el foxismo perdió la oportunidad
de hacerse autónoma, opina experto
Con la representatividad obrera a la baja, la CTM llega
a su 67 aniversario
Su rigidez y verticalismo le impiden dar respuesta efectiva
a la política económica, dice
FABIOLA MARTINEZ
La Confederación de Trabajadores de México
(CTM), con los 5.5 millones de afiliados que presumía el extinto
líder de esta central obrera, Fidel Velázquez, está
convertida en un gigante con pies de barro.
El número de trabajadores sindicalizados sin su
consentimiento (situación conocida como contratismo de protección),
ya rebasó la afiliación registrada en la CTM, lo que evidencia
el desgaste del sector obrero del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) y la baja representatividad de la principal confederación
del país que mañana celebra 67 años de existencia.
Información oficial de la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social (STPS) revela que en 2000 la membresía
cetemista no rebasaba el millón de trabajadores inscritos en 581
sindicatos; en tanto, las agrupaciones "no afiliadas al Congreso del Trabajo
(CT)" poseían la representación de un millón 101 mil
127 trabajadores.
A
escala nacional existían en ese año 4.7 millones de trabajadores
sindicalizados (equivalente a 10.8 por ciento población económicamente
activa) inscritos en 2 mil 155 asociaciones, esto es, apenas 607 sindicatos
más que los registrados 17 años atrás.
Javier Aguilar García, del Instituto de Investigaciones
Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
y especialista en la historia y composición del sindicalismo mexicano,
afirmó que la estructura de organizaciones como la CTM, bastión
del CT, "continúa siendo vertical y muy rígida", lo que impide
dar respuestas eficaces de los trabajadores ante la política económica
actual.
De su relación con el gobierno del presidente Vicente
Fox, el primero de oposición después de 71 años de
hegemonía priísta, Aguilar afirma que la CTM perdió
su oportunidad política de convertirse en organización autónoma,
es decir, "ahora colocan los sindicatos al servicio del gobierno panista,
en particular por su actitud frente a la reforma laboral, y repiten en
afán de conservar su poder, la lógica de sometimiento que
tuvieron con los presidentes surgidos de su partido".
En síntesis, señala el autor de la Historia
de la CTM; La población trabajadora y sindicalizada en México
en el periodo de la globalización, y La política sindical
en México: industria del automóvil, entre muchas otras
obras relacionadas con los integrantes del CT: "Ya no queda nada de aquella
confederación surgida en 1936, cuyo objetivo central era 'hacer
un país de trabajadores' bajo el lema de 'Por una sociedad sin clases',
el cual derivó en el enunciado que se conserva: 'Por la emancipación
de México'".
Lo que tenemos ahora "es una central obrera distorsionada,
desfigurada, que se ha reducido a buscar la firma de contratos colectivos
y puestos políticos. No tiene un proyecto de los trabajadores que
se pueda aplicar en el país para la definición de las políticas
públicas en un esquema similar al que han aplicado otras centrales
como la CUT (Central Unica de los Trabajadores) de Brasil", dijo.
Para dar con el número oficial de la verdadera
membresía cetemista, el investigador tardó 14 años,
ante el celoso resguardo que mantiene la secretaría de organización
de la central del directorio de integrantes que utiliza para el cobro de
cuotas y, sobre todo, para exigir puestos de representación popular.
"El avance en mi investigación fue posible por
el descuido voluntario o involuntario, no lo sé, de un integrante
de la secretaría de educación cetemista, encabezada entonces
por el actual gobernador de Sinaloa, Juan S. Millán, quien permitió
el acceso a importantes documentos estadísticos", relató
Aguilar en entrevista.
Igual hermetismo impera en la Dirección General
de Registro de Asociaciones de la STPS para permitir el acceso a su base
de datos; no obstante, el autor subraya que "el dato real de las asociaciones
y afiliados con que efectivamente cuenta la CTM se obtuvo exclusivamente
de documentos oficiales, que son resguardados como si fueran secreto de
Estado"
Al final, el hallazgo cotejado posteriormente con documentos
oficiales no deja dudas: la CTM continúa siendo la central obrera
más importante del país, porque detenta contratos colectivos
en sindicatos de industria, gremiales, de empresa y nacionales. Además
conserva federaciones en todas las entidades y pelea titularidad de contratos
en cuanta empresa se instala en el país.
Sin embargo, en las dos décadas recientes su evolución
ha sido lenta y, a partir de 1986, los sindicatos de protección
iniciaron un crecimiento imparable. Por ejemplo, en ese año, la
CTM poseía 469 asociaciones y 455 mil 718 afiliados, mientras "aquellos
que sin escrúpulos venden protección jurídica a las
empresas", tenían apenas 67 sindicatos y 52 mil 458 trabajadores
inscritos bajo su control.
En 1997, año del deceso de Fidel Velázquez,
los cetemistas tenían 581 asociaciones registradas ante la STPS
y 926 mil 455 integrantes, al tiempo que los "independientes o no afiliados
al CT" sumaban 373 organizaciones y 282 mil 280 miembros.
La mayor evolución se registró en los últimos
tres años del gobierno del presidente Ernesto Zedillo, toda vez
que los de protección acumularon 469 sindicatos que agrupaban a
un millón 101 mil 127 trabajadores, "mientras que la CTM no alcanzó
a rebasar el millón", debido a que en los tres años recientes
el producto interno bruto ha permanecido en los mismos niveles y, en consecuencia,
la generación de empleos y la posibilidad de afiliar a los ocupantes
de nuevas plazas también ha sido prácticamente nula, explicó
Aguilar, estudioso de este tema desde la década de los setenta y
doctor en ciencia política por la UNAM.
Otro obstáculo para el fortalecimiento de la CTM
es la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), constituida en 1997
con seis organizaciones disidentes al control ejercido por Fidel Velázquez,
encabezadas por los sindicatos del Seguro Social y de Teléfonos
de México, entre otros. También influye en este proceso el
avance del Frente Sindical Mexicano (FSM), cuyo bastión es el Sindicato
Mexicano de Electricistas (SME), otrora integrante activo del CT.
En ese contexto, agrega el especialista, es evidente que
la estructura y funcionamiento de la CTM ya no responde a las necesidades
de los trabajadores mexicanos; se requiere entonces que se planteen nuevas
formas de organización capaces de representar "fiel y vigorosamente
a las masas de trabajadores que se encuentran dentro y fuera de las actuales
estructuras".
Consejo nacional
Este lunes, el secretario general de la CTM, Leonardo
Rodríguez Alcaine, encabezará el consejo nacional de esa
central, en presencia del presidente Vicente Fox como invitado de honor.
En dos días, los dirigentes de los sindicatos afiliados
y los líderes de las federaciones locales definirán la política
interna y externa para los próximos seis meses, incluidos los nombres
de sus afiliados que habrán de contender por puestos de elección
popular en los próximos comicios federales.
El consejo nacional será escenario para escuchar
los informes de las actividades de las secretarías que integran
el Comité Ejecutivo Nacional y su posición frente al gobierno,
los empresarios y la eventual reforma a la Ley Federal del Trabajo, que
se prepara en el Congreso de la Unión.
Se escuchará la opinión de los dirigentes
de los sindicatos de industria más fuertes del país, encabezados
por Carlos Romero Deschamps, del petrolero; Gilberto Muñoz Mosqueda,
de la petroquímica, y Enrique Ramos, de la azucarera, entre otros,
quienes encabezan la lista de los secretarios generales "sustitutos" que
habrán de definir la posible permanencia de Rodríguez Alcaine
para un nuevo periodo a partir de 2004.
Membresía de la CTM
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Año
1978
1986
1993
1997
2000-2003
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Asociaciones
767
469
573
581
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Afiliados
315 mil 883
455 mil 718
914 mil 124
926 mil 455
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Permanece prácticamente en el mismo
nivel que en 1997, año del fallecimiento de Fidel Velázquez.
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Fuente: Javier Aguilar García, miembro
del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
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