No hubo forma de confirmar el diagnóstico... y falleció unos días después
Alberta Martínez Hernández tenía 64 años de edad. Era una indígena otomí. Llegó al Hospital Juárez del Centro el miércoles 15 de enero, con tos e insuficiencia respiratoria. Los médicos que la vieron supusieron que se trataba de tuberculosis y solicitaron la realización de una prueba de baciloscopia para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento respectivo.
Sin embargo, debido a que el sanatorio no cuenta con este servicio, los familiares tendrían que haber realizado el estudio en algún laboratorio privado. Ninguno de ellos hablaba español ni conocía a nadie en la ciudad. Pasaron los días sin que la enferma pudiera recibir alguna terapia.
Y llegó el viernes. Igual que ocurre todos los fines de semana en el Hospital Juárez del Centro con los pacientes que no están en buenas condiciones físicas para ser dados de alta, las trabajadoras sociales trataron infructuosamente de trasladar a la mujer a otro hospital donde pudiera recibir una mejor atención. En ningún lado la quisieron aceptar, recuerdan los doctores entrevistados.
Pasó ese fin de semana y el lunes los médicos encontraron a la enferma en agonía. Murió a media mañana del 20 de enero.
El director del sanatorio, Elías Rescala Baca, admite que los problemas de este tipo son graves, pero "ocurren en todos lados. Nosotros siempre les buscamos alternativas", dice.
Incluso reconoce que ahí mismo "en ocasiones sí hemos rechazado a los enfermos, pero porque no tenemos lugar". Enfatiza que los trabajadores tienen la instrucción de recibir a todos los pacientes. Ocurre frecuentemente con las mujeres embarazadas, a quienes se les hace una valoración clínica para determinar si es factible la atención de su parto.
Si existe un riesgo para la madre o el bebé, por la falta de infraestructura, "la enviamos a otro hospital", apunta el funcionario.
-ƑHablan y las reciben?
-Normalmente no. Hay ocasiones en que tampoco pueden -dice.
Los médicos entrevistados aseguraron que en estas condiciones "es mejor para la paciente que se vaya por sus propios medios a buscar que la admitan en otra clínica", porque el sistema de referencia y contrarreferencia es inexistente en el sector salud.
Según Rescala Baca, algo ha empezado a resolverse con el comité del área metropolitana, en el que participan todas las instituciones sanitarias dependientes de los gobiernos federal y capitalino, pero únicamente para la atención de partos.
ANGELES CRUZ