Acusan al Ejército de estar implicado en secuestros
Activistas señalan "alarmante" situación de los derechos humanos en Tamaulipas
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
La situación de violaciones de los derechos humanos en el estado de Tamaulipas es "alarmante": en 2002 se documentaron 164 homicidios, 140 casos de tortura y 93 secuestros, afirmó el Centro de Estudios Fronterizos y de Promoción de los Derechos Humanos (Cefprodhac).
Al presentar un informe sobre la situación en la frontera de Tamaulipas, Arturo Solís, presidente del organismo, aseguró que "en el gobierno de Vicente Fox ha empeorado la situación, porque las corporaciones policiacas federales han sido relegadas en la lucha contra el narcotráfico y se ha dado preponderancia a la actuación de los militares, que no tienen preparación ni conocimientos para combatir delitos; están entrenados para matar, no para investigar", afirmó.
Aseguró que en este gobierno no sólo no ha disminuido el tráfico de drogas, sino que va en aumento. Existe malestar en amplios sectores sociales porque la actuación de los militares no afecta a quienes se presume son delincuentes, sino a la población en general.
Solís explicó que constantemente el Ejército hace retenes en las carreteras, en los puentes internacionales y realiza cateos en residencias, y como resultado de éstos detiene personas, las trae a México y muchas veces son inocentes.
Refirió que el año pasado 93 personas fueron secuestradas, de ellas poco más de 60 no aparecen todavía. Además ha habido 164 homicidios, 75 vinculados con el narcotráfico.
Esta situación de impunidad, dijo, ha generado que el centro reciba en promedio entre cinco y ocho quejas diarias por violaciones de los derechos humanos.
Para el activista, el origen de estos problemas es la creciente injerencia del Ejército en asuntos que competen a civiles. "Crea un grave clima de impunidad, porque hay casos de secuestros donde es abierta la participación de militares y hay nula actuación para aclarar".
A pesar de las promesas del gobernador Tomás Yarrington aseguró, en los cuerpos policiacos persiste la colusión con la delincuencia. "Los responsables de la policía ocupan esos cargos por su relación de amistad con algún funcionario y no porque sean capaces. En muchas ocasiones tienen antecedentes penales, han sido acusados o sentenciados por homicidio y por narcotráfico".
Dijo que el gobierno del estado ha hecho poco caso a las quejas que han presentado. Por eso, planteó al gobernador que haya más participación en la vigilancia de la actuación que tienen los militares.
Para nosotros, concluyó, la situación en Tamaulipas "es alarmante", porque los resultados de las corporaciones policiacas son nulos y esto crea un clima de inseguridad, a pesar de los operativos de desarme y de detección de drogas, que finalmente han resultado ineficaces.
En esa línea, el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Edgar Cortez, consideró que el panorama en Tamaulipas confirma que el problema de la impunidad es muy grave en México, porque en 80 por ciento de los casos denunciados no se castiga a los culpables.