Las marchas por la paz, una esperanza: Pérez
Esquivel
Labor diplomática de Mandela en favor de una
salida pacífica en Bagdad
Johannesburgo, 17 de febrero. Nelson Mandela conversó
telefónicamente con el secretario de Estado estadunidense, Colin
Powell, y la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, así
como con el padre del presidente, George Bush, "para que trate de convencer
a su hijo de que no lleve a cabo una acción bélica fuera
de la ONU".
El premio Nobel de la Paz y ex presidente sudafricano
mantiene su disposición a vajar Irak para interceder, pedir el desarme
o evitar una guerra, siempre y cuando la Organización de Naciones
Unidas (ONU) se lo pida, reiteró este lunes su vocera Zelda la Grange.
Mandela "quiere consultar a su familia, luego a sus asesores,
pero lo más importante es que quisiera que la ONU y (su secretario
general) Kofi Annan tomen la iniciativa de pedirle que vaya", declaró
a la radio pública Safm la vocera.
El
ex presidente y premio Nobel de la Paz ha denunciado enérgicamente
en varias oportunidades la estrategia estadunidense y las amenazas de ataques
contra Irak, acusando al presidente George W. Bush de "no pensar correctamente"
y de precipitar al mundo hacia "un Holocausto". Según su portavoz,
Mandela fue contactado por varias partes para que lleve a cabo una especie
de misión en el país árabe.
Mientras, el también premio Nobel de la Paz, el
argentino Adolfo Pérez Esquivel, calificó de "irreponsables"
a los jefes de gobierno de España, José María Aznar;
de Gran Bretaña, Tony Blair, e Italia, Silvio Berlusconi, así
como a Bush, por su posición en el conflicto iraquí.
Pérez Esquivel aseguró, en entrevista con
la agencia española Europa Press, que los cuatro gobernantes "tienen
soberbia de poder y tratan de justificar sus intereses económicos
y políticos por encima de la vida de los pueblos". Incluso fue más
allá en sus acusaciones y aseguró que "los gobiernos que
no saben escuchar a sus propios pueblos son totalitarios".
Para Pérez Esquivel las manifestaciones multitudinarias
que tuvieron lugar en todo el mundo durante el fin de semana fueron "un
momento único para la humanidad", algo "inédito" que "es
muy esperanzador pero en el que también hay que profundizar".
Por su parte, el enviado especial del papa Juan Pablo
II a Irak, el cardenal francés Roger Etchegaray, indicó que
"la paz aún es posible", al llegar a Roma tras entrevistarse con
Hussein. "Después de las reuniones en Irak, hago un llamado a la
conciencia de todos para que unamos los esfuerzos en favor de la paz, que
creo, aún es posible", declaró. "Escuché de cerca
el grito del pueblo iraquí, que está cansado de haber vivido
dos guerras y necesita enormemente la paz", declaró.
Etchegaray aseguró en entrevista al periódico
Corriere della Sera que "incluso veo algunos resultados concretos"
y citó como ejemplo el decreto emitido el pasado viernes por Hussein
en virtud del cual Irak prohíbe la fabricación o importación
de armas químicas y biológicas.
"Vi en el presidente (iraquí) una actitud muy abierta
al diálogo. Lo insté a ir lo más lejos posible para
evitar un conflicto armado", señaló Etchegaray. El cardenal
no especificó cuándo se reunirá con el Papa para informarle
sobre sus encuentros en Irak.