Los esfuerzos antibélicos "no están
en entredicho", aclaran Francia, Bélgica y Alemania
Acuerda la OTAN enviar ayuda militar a Turquía
en caso de guerra
Chirac sostiene que no es necesaria una segunda resolución
de Naciones Unidas
AFP, REUTERS, DPA Y PL
Bruselas, 16 de febrero. La Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) logró hoy un acuerdo
para enviar a Turquía la ayuda militar pedida por Estados Unidos
como parte de sus preparativos de guerra contra Irak, pero Francia, Bélgica
y Alemania -los tres países que habían mantenido estancadas
las negociaciones por su veto a los aprestos bélicos- subrayaron
que esto no "pone en entredicho" los esfuerzos que se realizan en la Organización
de Naciones Unidas (ONU) para evitar un conflicto bélico.
En tanto, mientras los países europeos contrarios
a la guerra van fortalecidos a la cumbre de la Unión Europea sobre
Irak este lunes, tras las multitudinarias manifestaciones de paz de la
víspera, el presidente francés, Jacques Chirac, dijo que
no considera necesaria una nueva resolución para ese país,
aunque aclaró que no descarta el uso de la fuerza si las inspecciones
de armas fracasaran.
A
su vez, el embajador de Estados Unidos en la OTAN, Nicholas Burns, se congratuló
por el acuerdo logrado en la OTAN para garantizar la protección
de Turquía en caso de guerra en Irak, en momentos en que el primer
ministro británico, Tony Blair, aliado de Washington contra Bagdad,
enfrenta la peor crisis política de su carrera, según la
prensa de su país.
Alemania, Francia y Bélgica hicieron público
un comunicado conjunto en el que afirman que el acuerdo al que llegó
este domingo la OTAN sobre el envío urgente de aviones AWACS,
misiles Patriot y equipos contra ataques químicos y biológicos
a Turquía no "pone en entredicho los esfuerzos en curso", que se
realizan en el contexto de la resolución 1441 de la Organización
de Naciones Unidas.
En el comunicado divulgado en Bruselas, los tres países
"subrayan que el uso de la fuerza sólo podría constituir
un último recurso y que todas las posibilidades que ofrece la resolución
1441 todavía no han sido explotadas".
Destacan además la "determinación" de los
tres países de hacer "respetar las obligaciones del Tratado del
Atlántico Norte por todos los aliados, en particular Turquía,
así como su adhesión al vínculo trasatlántico".
Poco antes la OTAN había anunciado que sus miembros
habían llegado al acuerdo sobre la ayuda militar a Turquía
durante una reunión del Comité de Planes de Defensa de la
Alianza, al que no pertenece Francia desde que abandonó la estructura
militar de la alianza en 1966. El mismo foro fue usado para esquivar las
objeciones francesas durante la guerra del Golfo de 1991.
El compromiso sobre una ayuda a Turquía fue posible
gracias a que Bruselas, miembro de ese comité, levantó sus
reservas a la propuesta del secretario general de la OTAN, George Robertson,
"porque vio satisfechas varias de sus peticiones, sobre todo la que hace
referencia a solucionar la crisis dentro de la Organización de Naciones
Unidas", declaró la cancillería belga.
Precisamente Robertson, al declarar esta noche que "la
solidaridad de la alianza (Atlántica) prevaleció", sostuvo
que la ayuda militar a Turquía es "puramente defensiva y que la
OTAN apoya una solución de la crisis en la ONU". También
afirmó que la "lealtad" de Francia no era cuestionada por el acuerdo
concluido.
A cambio de permitir que las tropas de Estados Unidos
utilicen su territorio para atacar a Irak, Turquía pide enviar al
país vecino hasta 80 mil soldados propios, pero no bajo el comando
de Washington, según la revista Newsweek.
En las primeras negociaciones, Ankara pidió enviar
tropas turcas "para establecer una zona colchón de unos 24
kilómetros desde la frontera iraquí" para impedir una invasión
de refugiados kurdos desde el norte de Irak, indica la revista estadunidense.
Pero ahora está pidiendo enviar más soldados
propios "para establecer posiciones estratégicas sobre una zona
de seguridad de entre 225 y 273 kilómetros dentro de Irak", agrega
el informe, citando fuentes turcas.
Más temprano, en París, el presidente Jacques
Chirac se dirigió al pueblo estadunidense en una entrevista al semanario
Time para explicar su oposición a una guerra contra Irak,
la cual es objeto de críticas no sólo del gobierno de Estados
Unidos, sino también de parlamentarios y de la prensa de ese país.
"Cuando oigo decir que soy antiestadunidense me entristezco",
declaró Chirac, quien recordó que durante su juventud trabajó
en Estados Unidos y recorrió el país de aventón.
Como prueba de esta solidaridad invitó al número uno iraquí
a abandonar el poder: "Si Saddam Hussein pudiera desaparecer, ése
sería seguramente el mayor favor que podría prestar a su
pueblo y al mundo".
Pero también previno que una guerra en el Golfo
tendría consencuencias "considerables" y haría crecer "la
vocación de un gran número de pequeños Bin
Laden".
Al rechazar la idea de una nueva resolución del
Consejo de Seguridad, como reclama Washington, explicó: "Nos encontramos
en la resolución 1441, no veo qué podría aportar una
nueva resolución".
Sin embargo, si los inspectores constataran "bloqueos
por parte de Irak", sería el Consejo de Seguridad el encargado de
"tomar una decisión. Y, en esa hipótesis, Francia no excluye,
naturalmente, ninguna opción", indicó el presidente francés,
quien confirmó su confianza en los expertos en desarme, a los que
"hay que darles tiempo" para que lleven a cabo su misión.
En Gran Bretaña, en tanto, el presidente del Partido
Laborista (en el poder), John Reid, señaló que el gobierno
debe "escuchar" la voz de los cientos de miles de pacifistas que se manifestaron
el sábado, aunque advirtió que éstos tendrán
"una responsabilidad social si Saddam Hussein permanece en el poder para
torturar y matar a su propia población".
El primer ministro podría convertirse en la primera
víctima de la guerra contra Irak, estimó hoy el conjunto
de la prensa británica. Incluso The Observer, que está
en favor de la guerra, advirtió que Blair "enfrenta el más
grande desafío de su carrera política".
En este contexto, los países de la Unión
Europea (UE) buscarán mañana una posición común
ante la crisis iraquí. Diplomáticos del bloque han dicho
que tras el informe sobre Irak relativamente positivo presentado el viernes,
y las multitudinarias manifestaciones antibélicas celebradas en
Europa, vuelve la hora de la diplomacia. De los 15 países que forman
parte del Consejo de Seguridad, cuatro son también miembros de la
UE: España, Alemania, Francia y Gran Bretaña, estos dos últimos
con derecho a veto por ser miembros permamentes.