Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 28 de diciembre de 2002
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Cultura
La muestra en el Museo de Antropología rompe estereotipos impuestos a esa cultura

Un paseo por la memoria africana

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Cuenta un mito africano que un hombre con un tambor se internó en un bosque y se metió en el tronco hueco de un árbol. Ahí dentro, todos los días cantaba mientras percutía su atabal. Su canto era un reproche triste al Dios Creador: "Tú que hiciste bien cada cosa, tú que hiciste al ser humano, los animales y todo, todo, todo lo que existe, ¿por qué hiciste que los hombres mueran?" Lleno de curiosidad ante el reclamo, el Dios Creador mandó buscar a quien así lo interpelaba. Cuando lo tuvo enfrente le preguntó:

-¿Por qué siempre cantas así?

El cantor respondió:

-Porque tú, que hiciste bien cada cosa, hiciste que los hombres mueran. Yo soy un hombre y tengo que morir.

El Dios Creador le habló de las desgracias y las alegrías que acompañaban al ser humano, le dijo que éste a su vez había hecho el cuchillo y la enfermedad, pero también había inventado la música. Y concluyó: "La vida no es bella sin la muerte".

La anterior es versión resumida de un relato cosmogónico que se cuenta en la exposición Africa, del Museo Nacional de Antropología, en la cual más de 300 objetos -muchos de extraordinaria belleza- dan cuenta de la riqueza y complejidad de las culturas africanas, tan estereotipadas en occidente por el prejuicio y su hermana gemela, la ignorancia.

La ritualidad es el sello distintivo de las sociedades africanas, en las cuales la relación del individuo con sus semejantes y con lo trascendente está regulada por ritos que establecen y mantienen un equilibrio complementario entre lo múltiple y lo opuesto: vida y muerte, terrenal y sobrenatural, materia y espíritu, profano y sagrado. Los ritos marcan y conducen los momentos decisivos en la existencia del individuo: nacimiento, madurez social, matrimonio, muerte.

Por eso, además de una gratificante experiencia estética, la muestra Africa también puede traducirse en una aleccionadora experiencia interna que remite al observador a una suerte de memoria ancestral colectiva donde se localizan las pautas de conducta para una convivencia armoniosa de los seres humanos entre sí, con la naturaleza y con el mundo espiritual.

Una sección de la muestra está dedicada solamente a la mujer, dado que en muchos pueblos africanos el ciclo de la existencia gira por completo alrededor de ella, cuyo poder creativo es temido y venerado a la vez. "La abundancia de esculturas femeninas -informa una ficha- da cuenta de esta importancia. Refleja no sólo su papel reproductor, sino su papel central como lazo entre el pasado, representado por los ancestros, y el futuro, representado por sus hijos".

Otra sección aloja los abalorios de adivinos y curanderos, "viajeros entre dos mundos", miembros de importancia fundamental en las pueblos africanos por su capacidad para poner en contacto al mundo físico, tangible, con el mundo espiritual o sobrenatural.

Es asombro, emoción, admiración conmovida lo que invade al espectador ante la magnificencia y la exquisita elocuencia de las esculturas, máscaras, yelmos, bastones de mando, objetos de poder, vasijas, amuletos, hachas, azadones, concebidos por espíritus sensibles y elaborados por manos de prodigiosa habilidad. Así, la madera, el bronce, el marfil, la resina, la porcelana, el hierro, las conchas, las semillas o el marfil remontan su inmóvil materialidad, su inanimada consistencia, y adquieren vitalidad persistente en el tiempo. Ahí está, por ejemplo, el relieve en placa de bronce de una mujer con un leopardo al hombro; o el ineludible magnetismo de las biiga, muñecas protectoras, y el abanico ceremonial polícromo de Osún, la diosa del río.

Enfrentado a esto, el espectador curioso, sensible y atento, necesariamente habrá de preguntarse si no habrá forma de recuperar parte de esas formas de vida para atenuar el vertiginoso y áspero acontecer de nuestros días.

(Africa permanece abierta en el Museo Nacional de Antropología, inclusive en días festivos)

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