Faltan programas para incorporar a pacientes al sector productivo
Pierde el país $75 mil millones al año a causa de discapacidades físicas
Estudios revelan que secuelas de tratamientos generan deficiencias físicas o motoras
ALMA E. MUÑOZ
Informes oficiales revelan que la improductividad de las personas con discapacidad genera una pérdida económica de 75 mil millones de pesos anuales a nivel nacional. Lo anterior se debe a la falta de atención adecuada a quienes padecen de desajustes físicos o motores.
Se estima que en México hay 10 millones de afectados por estas disfunciones, pero la cifra, según reportes, aumenta cada año en por lo menos 269 mil casos, ya sea por fracturas graves, malformaciones congénitas, secuelas de diversas enfermedades, parálisis cerebral infantil o sordera congénita.
Estudios realizados en nosocomios -aunque no se especifican fechas- evidenciaron que hasta un 33 por ciento de pacientes hospitalizados y un 25 por ciento de niños atendidos en consulta externa sufrían algún tipo de discapacidad derivada de los avances médicos que, si bien permiten combatir diversas enfermedades, producen secuelas que limitan el desempeño de las personas, al grado de obstaculizar su integración social, al tiempo de mermar el patrimonio familiar.
Por ejemplo, en el país, según datos de la Secretaría de Salud, hay aproximadamente cuatro millones de personas con diabetes mellitus y 13 millones con hipertensión arterial. Las primeras, con frecuencia requieren de amputaciones o sufren de ceguera y nefroesclerosis. Las segundas pueden padecer enfermedades vasculares-cerebrales, asociadas a gran diversidad de discapacidades.
La Organización Mundial de la Salud considera que este tipo de limitaciones se convirtieron ya en un problema de salud pública y social.
Pese a carecer de información precisa sobre la incidencia de la problemática en México, se calcula que se dan 125 mil casos nuevos a consecuencia de fracturas graves, 67 mil por malformaciones congénitas, 43 mil por secuelas de enfermedad vascular-cerebral, 20 mil por afectaciones derivadas de trauma craneoencefálico, 12 mil por parálisis cerebral infantil y dos mil 400 por sordera congénita.