Los obispos mexicanos llaman al gobierno a que rechace la medida en foros mundiales
La duplicación reduce al hombre a residuo biológico
ALMA E. MUÑOZ
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reiteró su condena a la clonación humana, luego del anuncio hecho en Estados Unidos del nacimiento de una niña bajo estas circunstancias.
Para los obispos -según recordó la Arquidiócesis de México- estos avances científicos convierten al ser humano en un objeto y lo reducen a "mero residuo de material biológico susceptible de ser utilizado para los intereses de otros".
Como lo hicieron el 13 de noviembre pasado, reiteraron que la vida humana es sagrada desde su concepción hasta la muerte natural. "Por tanto, el embrión humano, desde su etapa de cigoto tiene una dignidad y valor radicales, y posee derechos humanos que han de ser tutelados por las leyes".
Insistieron que "para llevar a cabo una clonación se tiene que destruir una persona humana y se le somete, además, al dominio injusto y tiránico de unos hombres con poder para determinar incluso su identidad genética y el fin de su existencia". Considera que el método "encierra un engaño, ya que no puede destruirse un ser humano para curar a otro".
La clonación, para la Iglesia católica mexicana, "es siempre gravemente ilícita; atenta contra la dignidad de la persona y viola el derecho a la vida de todo ser humano". Por consiguiente, insisten a legisladores y sociedad en general a evitar dichas prácticas científicas con finalidad reproductiva, así como la obtención de células estaminales embrionarias a partir de fetos humanos vivos o creados para ese efecto y cualquier forma de comercio con ellos.
Solicitó que esta posición la lleve México a foros internacionales para dejar en claro que el país rechaza toda forma de clonación humana. Conminan a los científicos a investigar por otros caminos para no atentar contra la vida.
Esta, recordó la CEM, comienza desde el momento de la concepción, "entendiendo ésta como el momento en que tras la fusión de los dos gametos, femenino y masculino, se completa un nuevo genoma humano, dando lugar a un individuo de la especie humana, con una identidad diferente del padre y de la madre".
Hizo un llamado a los "hombres de buena voluntad, tanto científicos como políticos y humanistas para defender los derechos y la dignidad de todo ser humano".