Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 28 de diciembre de 2002
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Mundo
Separatistas de la república caucásica se adjudican el atentado, perpetrado con explosivos

Ataque contra el gobierno pro ruso de Chechenia; 46 muertos

Hay más de 120 heridos; semidestruido, el edificio sede de las autoridades provisionales

Los responsables de la agresión hacen la "guerra contra su propio pueblo", expresa Putin

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 27 de diciembre. Un muy elevado número de muertos, que se aproximaba al medio centenar entrada la noche de este viernes, y más de 120 heridos dejó como saldo el mayor atentado suicida cometido por los separatistas de Chechenia en Grozny, capital de esa república del Cáucaso, en los más de tres años que lleva una guerra que parece no tener fin.

Las agencias informativas hablaban de al menos 46 muertos por una explosión, si bien algunos medios europeos aseguraban que hubo 80.

Nadie se explica aquí de qué manera dos vehículos cargados de una cantidad de explosivos estimada en no menos de una tonelada, un jeep de fabricación local y un pesado camión de volteo lograron pasar el triple cinturón de seguridad y los múltiples puestos de vigilancia que tiene el ejército federal en esa zona de la ciudad.

Tampoco se entiende cómo, a pesar de esos severos controles, los choferes kamikazes hicieron volar sus vehículos justo al lado del edificio más protegido de Grozny, la sede del gobierno provisional pro ruso, símbolo arquitectónico de una pretendida estabilidad política a punta de bayoneta.

La potencia de las explosiones fue tal que el edificio -en cuyo interior al momento del ataque podría haber hasta 200 personas, tanto civiles como militares- quedó semidestruido.

El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó, en una primera reacción al atentado: "quienes prepararon y llevaron a cabo este inhumano acto terrorista están haciendo la guerra contra su propio pueblo. Pero ningún crimen puede acabar con el deseo y la esperanza en una vida pacífica de los chechenos". Esto, según un telegrama que el mandatario envió al jefe de la administración chechena pro rusa, Ahmad Kadyrov.

Extraoficial: 30 desaparecidos

Las autoridades informaron que se encontraron bajo los escombros 46 cadáveres y prometieron no suspender durante toda la madrugada de este sábado la labor de búsqueda de posibles sobrevivientes. De modo extraoficial se señala que casi 30 personas están desaparecidas.

Con imágenes de fondo desoladoras -mujeres y hombres bañados en sangre la mayoría-, testigos entrevistados por la televisión rusa coincidieron en señalar que las explosiones se produjeron de modo simultáneo, acaso con diferencia de segundos.

Se podía observar, en el sitio en que estalló el camión, un cráter de unos 10 metros de diámetro y cinco de profundidad.

La onda expansiva ocasionó que saltaran por los aires casi todos los automóviles que había en el estacionamiento, lo cual literalmente acabó por arrasar los últimos pisos del palacio de gobierno.

En esa parte del edificio, la más golpeada, se hallaban las oficinas de importantes ministerios, como el de Finanzas y el de Transportes, así como un amplio comedor en el segundo piso, que por la hora en que sucedió el ataque podría haber estado prácticamente lleno.

Los separatistas no ocultan que el ataque tenía como objetivo asesinar a Kadyrov, quien para suerte suya anoche viajó a Moscú.

Feliz Año Nuevo a Kadyrov y su banda se titula el comunicado con que el comando suicida de Shamil Basayev, catalogado por el Kremlin como el jefe militar checheno más sanguinario, reivindicó en Internet la autoría del devastador atentado.

El documento reitera la amenaza: "Tarde o temprano se hará justicia, y Kadyrov será ejecutado cuando regrese a Chechenia a cuidar sus pozos petroleros".

La directiva independentista no puede perdonar que se haya cambiado de bando el antiguo mufti Kadyrov, el mismo líder religioso musulmán que luchó contra el ejército ruso en la primera guerra (1994-1996), pero de pronto aceptó jugar el papel del político checheno más leal al Kremlin.

Kadyrov no duda en atribuir la responsabilidad por el atentado a su enemigo jurado Aslan Masjadov, líder rebelde que hasta el secuestro masivo de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú, a finales de octubre pasado, era considerado "interlocutor válido" y "moderado" por las autoridades rusas.

A partir de entonces, el Kremlin rechaza negociar un arreglo político y pone el acento en el uso de la fuerza como método para normalizar la situación en Chechenia.

Muy a tono con la pauta que marca Washington en la agenda mundial, Moscú trata de reducir el problema del separatismo checheno a ser parte del "terrorismo internacional".

Por lo mismo, el coronel Ilia Shabalkin, vocero de los servicios secretos rusos en Chechenia, no tardó en afirmar que el atentado de este viernes se realizó por órdenes -y con dinero- de una organización extremista islámica, e incluso mencionó a un tal Abu Al-Walid como enlace con la gente de Basayev y ofreció tan inverosímiles detalles de su clandestina permanencia en territorio checheno que sólo falta preguntarse por qué no detienen al emisario árabe.

Por otra parte, agencias informativas señalaron este viernes que militantes islámicos arrestados en París durante las dos últimas semanas planeaban atacar intereses rusos, particularmente la embajada de Moscú en Francia, de acuerdo con el Ministerio del Interior francés.

Dicho ataque, según fuentes cercanas a las investigaciones en torno a cuatro de los 16 presuntos islamistas detenidos recientemente, habría sido una venganza planeada por la muerte, en octubre pasado, del líder de los secuestradores chechenos que tomaron en rehenes a todo el público en un teatro de Moscú.

Ibn Al Khattab, líder guerrillero checheno de origen árabe, ultimado por las tropas rusas durante el asalto al teatro, decía tener vínculos estrechos con el líder de la red internacional Al Qaeda, Osama Bin Laden.

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