Miguel Concha
Unidad nacional contra el neoliberalismo
Coincidiendo significativamente con el quinto aniversario
de la matanza de Acteal, y a escaso un mes de la realización en
Porto Alegre, Brasil, del tercer Foro Social Mundial (23-28 de enero próximo),
un importante grupo de más de 112 organizaciones civiles, sociales
y políticas dieron a conocer el pasado domingo el inicio de un proceso
abierto, plural e incluyente de convergencia contra el neoliberalismo a
escala nacional, que de manera articulada desde la base sale al encuentro
en México de otros esfuerzos semejantes en América Latina
y el mundo. Conscientes del imperialismo de guerra y la continuidad en
el país de proyectos y políticas que hipotecan nuestra soberanía
y comprometen nuestros recursos naturales, causando al mismo tiempo graves
estragos sociales en la mayoría de la población, las organizaciones
de indígenas, campesinos, obreros, colonos, estudiantes, empleados,
académicos y religiosos expresaron en una primera declaración
pública su voluntad de iniciar e impulsar un proceso amplio de unidad
popular y civil para la lucha contra el neoliberalismo, basado en una cultura
de respeto a la identidad y a la autonomía de cada individuo y organización,
así como en el reconocimiento mutuo de la diversidad que lo configura,
al interior de una lógica incluyente que permita la convergencia,
la identificación de coincidencias y la construcción de acuerdos
por consenso, anteponiendo en todo el interés común a diferencias
de carácter ideológico o de orden táctico.
Para este conjunto de organizaciones civiles, sociales
y políticas, que desde ahora promueven la lucha social común
(por ejemplo, contra los desalojos en Montes Azules), la solidaridad y
la convergencia en la acción con otras iniciativas unitarias o frentes
que ya existen a escala nacional, si es verdad que el escenario del país
presenta condiciones de emergencia por los intentos de privatización
de la industria eléctrica, la apertura de nuestras fronteras a los
productos agropecuarios subsidiados de Estados Unidos y Canadá,
la reforma laboral que se pretende, el gasto social aprobado y el agravamiento
de las condiciones de paz en los altos de Chiapas, también es cierto
que existen en el país condiciones propias para avanzar en un proceso
unitario, que permita hacer la síntesis de todas las reivindicaciones
y demandas sociales, para incluirlas en un solo programa de lucha o agenda
nacional. Con el propósito de iniciar su discusión, se ha
elaborado una propuesta que sirva de base para el ordenamiento y la definición
de los ejes y demandas de una agenda común unitaria, en la que al
menos se encuentren los siguientes temas: democracia; defensa de la soberanía
nacional y popular; defensa de los derechos económicos, sociales
y culturales de todos los mexicanos y mexicanas, y promoción y defensa
de una economía alternativa, orientada a la equidad y sustentabilidad.
Cuando se habla de democracia se incluyen entre otras cosas la desmilitarización
de las regiones indígenas y de las instituciones de seguridad pública
y procuración de justicia, así como la democratización
de los medios de comunicación, las garantías al derecho a
la información y el reconocimiento de los derechos individuales
y colectivos de los pueblos y comunidades indígenas. Al hablar de
soberanía nacional y popular, se incluye desde luego la lucha social
contra las privatizaciones de la electricidad y de los recursos energéticos,
así como la privatización de la educación, la salud
y la seguridad social. En este rubro se incluyen igualmente las luchas
sociales por un nuevo orden mundial, basado en la justicia, la paz, la
dignidad, la democracia y la sustentabilidad, y contra la expansión
militar y la guerra imperialista, así como contra acuerdos comerciales
como el Area de Libre Comercio de las Américas, el Plan Puebla-Panamá
y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
En el eje de la defensa de los derechos económicos,
sociales y culturales se contempla entre otros temas el rechazo a una reforma
laboral encaminada a modificar las leyes, con el propósito de cercenar
los derechos de los trabajadores, y la lucha por el acceso y defensa de
la propiedad social de la tierra. Y a propósito de una economía
alternativa, orientada a la equidad y sustentabilidad, se pretende considerar
la defensa del medio ambiente, los recursos naturales y la protección
de la diversidad, así como la promoción de un nuevo proyecto
económico que reactive el campo, el mercado interno y la viabilidad
de las pequeñas y medianas empresas. Confiamos en que para bien
del país esta red amplia de organizaciones y movimientos se consolide
el año próximo, con la finalidad de garantizarle condiciones
de estabilidad y paz.