Un mito, que la apertura acabará con el agro: Secretaría de Economía
A partir del primero de enero de 2003, los productos que entrarán libres de arancel provenientes de la región de Norteamérica son avícolas, porcícolas y lácteos (excepto leche en polvo), así como cebada, malta, arroz, trigo, manzana, papa, grasas y aceites animales, embutidos, dulces, chocolates, conservas, algunos jugos, tabaco y cigarrillos, principalmente.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, las mercancías con aranceles más altos y cuya eliminación será más drástica son: grasa animal, que paga 53.5 por ciento; papa, 51.6; trozo de pavo, pasta de ave y pollo, 49.4; malta, 33.2; pavo entero, 25.2; cebada, 24.3, y huevo, 9.5 por ciento.
En relación con la manzana, las importaciones han complementado el abasto nacional y se han realizado con tendencias crecientes. De hecho, debido al incremento indiscriminado de las compras al exterior se solicitó a las autoridades una investigación por prácticas desleales de comercio, lo cual tuvo como resultado la aplicación de un impuesto compensatorio de 46.58 por ciento, lo cual limitará estas adquisiciones el próximo año.
La Secretaría de Economía reconoció en un comunicado que la apertura del sector agrícola en 2003 está teniendo repercusiones a escala nacional con los diferentes grupos políticos y asociaciones campesinas.
Según la dependencia, el debate que se ha iniciado en el país demostrará que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha traído grandes beneficios a la agricultura en general, y se erradicará el mito de que la apertura de 2003 "acabará" con el campo mexicano.
En el contexto internacional, la apertura es una fuerte preocupación de Estados Unidos por las acciones que pudiera llegar a adoptar el Congreso. Explicó que para el presidente Bush la presión más importante proviene de los estados de Texas y California, ya que son grandes productores de la mayoría de los productos sensibles que se desgravan el próximo año. Estas entidades cuentan con legisladores de gran influencia en los principales comités del Senado y de la Cámara de Representantes.
Por su parte, los medios estadunidenses han estado insistiendo en que México y Estados Unidos se están distanciando y no comparten intereses a largo plazo.
Por ello el país requiere mantener una política de comunicación abierta con Washington para el intercambio de información referente a las acciones que aplicará como parte del blindaje y los recientes cambios a la Ley de Comercio Exterior.
La Secretaría de Economía asegura que el país tiene la intención de cumplir sus compromisos, y se necesita hacer saber a los estadunidenses que México y Estados Unidos son socios confiables y que el TLCAN "nos brinda beneficios a ambos".