Miguel León-Portlla

Tonantzin Guadalupe toma Nueva York

Se refiere que Antonio López de Santa Anna, payaso trágico de nuestra historia, poco después de que se iniciara la guerra con Estados Unidos proclamó que el ejército a su mando tomaría la ciudad de Washington. Huelga decir que la realidad fue otra. Algo más de un año después las tropas estadunidenses izaban su bandera en el Palacio Nacional de México.

Lo que logró el megalómano Santa Anna lo ha alcanzado pacíficamente Tonantzin Guadalupe el 12 de diciembre de este año, nada menos que avanzando hasta Nueva York.

La prensa ha informado acerca de la Carrera de la Antorcha Guadalupana, que había partido de la capital de México 45 días antes y que, tras recorrer 5 mil kilómetros, llegó a su destino. La marcha se concibió en defensa de los derechos humanos de millones de mexicanos indocumentados.

Podrá esto aparecer a los ojos de algunos yanquis muestra del fanatismo ancestral de los mexicanos. Sin embargo, con su mensaje la Antorcha Guadalupe, encendida y fulgurante, superando prohibiciones policiacas, entró triunfalmente en la catedral neoyorquina de San Patricio. Fue allí recibida por miles de paisanos y también por el cardenal de esa ciudad y otros muchos anglos. Su entrada, siendo realidad palpable, fue también un símbolo. Con ella no sólo se mostró y demostró que Tonatzin Guadalupe tiene más fuerza de convocatoria que muchos políticos de México y de Estados Unidos, sino sobre todo que en la lucha por alcanzar un acuerdo migratorio, el símbolo de la Virgen del Tepeyac es fuerza que sacude conciencias.

Una idea, que suena tal vez a utopía, ha estado presente en la organización de esta marcha. Dicha idea es la de proclamar que si existe hoy una frontera que al establecerse mutiló a México, es también cierto que Estados Unidos y México tienen que convivir juntos y se requieren uno a otro.

Hasta ahora Estados Unidos ha aprovechado muchos de los recursos mexicanos, en particular la fuerza de trabajo de millones de jóvenes migrantes. La historia de la presencia mexicana en lo que hoy es Estados Unidos tiene una antigüedad de siglos. No pocos chicanos han proclamado que la patria de origen de los pueblos mesoamericanos estuvo en esas tierras norteñas. Así lo proclamó también una gran exposición abierta en el Museo del Condado de Los Angeles, California. Se intituló ella La ruta de Aztlán.

Fueron muchos los colonizadores mexicanos que desde los tiempos de la Colonia se establecieron en lo que hoy son los estados de California, Arizona, Nevada, Nuevo México, Colorado y Texas; territorios que, no podemos olvidar, fueron parte de nuestro país. Asimismo, desde fines del siglo xix, miles de mexicanos participaron en el tendido de las vías férreas que unen importantes poblaciones de Estados Unidos. Varios son los millones de mexicanos que han trabajado en los campos de cultivo de ese país. Y también decenas de miles de origen mexicano combatieron en la Segunda Guerra Mundial y en las guerras de Corea y Vietnam al lado de Norteamérica. Son cerca ya de 30 millones los hermanos nuestros que hoy contribuyen a la prosperidad de Estados Unidos.

Marchas como ésta de Tonantzin Guadalupe, discusiones públicas, como algunas que recientemente han tenido lugar en recintos universitarios del país vecino del norte, el clamor de millones, tienen que sacudir conciencias. ƑContinuarán cerrados los ojos ante la realidad inescapable de nuestro vecindaje y del cruce de millones de personas a lo largo de una de las fronteras más largas del mundo? ƑQué acuerdo deberá alcanzarse para evitar los cruces clandestinos de esta línea que separa cuando, para beneficio mutuo, debería acercarnos?

No pocos mexicanos, al cruzar la línea, conducidos por coyotes, sufren y aun mueren, como ésos que no hace mucho infamemente perecieron encerrados en un vagón de ferrocarril.

Los organizadores y participantes en la Carrera de la Antorcha Guadalupana quieren lograr, sacudiendo conciencias, lo que los políticos discuten sin visos de llegar a un acuerdo.

Se dice que la fe mueva montañas. Tonantzin Guadalupe en el estandarte del padre Hidalgo, y luego como inspiración de Morelos guió la independencia de México. También los hombres de Emiliano Zapata acudieron a ella. Tornándose presente ahora a favor de cerca de 10 millones de mexicanos indocumentados, Ƒtraerá consigo lo que para muchos será un milagro? El hecho es que la fe mueve montañas.