REPORTAJE /TRANSICION
POLITICA EN MÉXICO
La STPS, reducto ultraderechista
Ex militantes de MURO y Yunque son hoy funcionarios
públicos
Concebida como una entidad para lograr el equilibrio entre
los "factores de la producción", la Secretaría del Trabajo
se ha convertido, bajo la dirección de Carlos Abascal, en almácigo
de líderes políticos provenientes de agrupaciones católicas
y anticomunistas
ELIZABETH VELASCO
Grupos de extrema derecha con raíces históricas
en la guerra cristera; semillero de líderes políticos, empresariales
y de agrupaciones católicas y anticomunistas; opositores al carácter
laico de la educación y promotores de dar mayor injerencia al clero
en política, han tomado el poder desde la llegada de Vicente Fox
a la Presidencia.
Los ideólogos del conservadurismo -mecenas de grupos
vinculados al Opus Dei, Provida, la jerarquía católica, uniones
de padres de familia y otros- dirigen secretarías de Estado, nutren
de líderes al PAN y, desde el Congreso de la Unión, pugnan
por aprobar reformas energéticas y laborales que favorezcan al capital
extranjero y nacional.
De
acuerdo con una investigación documental y diversos testimonios,
la Secretaría del Trabajo (STPS), dirigida por Carlos María
Abascal, constituye uno de los centros de reclutamiento de personajes provenientes
de estos grupos que durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari tuvieron
su periodo de anidación.
Además de Abascal, en esta corriente se inscribe
Jorge Andrés Ocejo Moreno, presidente en los ochenta de la Confederación
Patronal de la República Mexicana (Coparmex); de la Comisión
de Educación de esa central, organizadora de los encuentros entre
el papa Juan Pablo II y los empresarios; legislador y secretario general
del Partido Acción Nacional (PAN) de 1990 a 2002, miembro del consejo
nacional panista desde 1988 y, a partir de abril de 2002, coordinador de
asesores del titular de la STPS.
A ellos se suma Francisco X. Salazar Sáenz, ex
senador potosino por el PAN, con una trayectoria de 20 años en la
Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF). Al frente de ésta
en su estado natal apoyó en los setenta a César Nava Miranda,
reconocido miembro del Movimiento Universitario de Renovadora Orientación
(MURO), "ilustre" por su anticomunismo y métodos violentos en los
sesenta.
El senador panista que en 2000 se expresó en tribuna
en favor de la total prohibición del aborto, en enero de este año
fue invitado a colaborar en la STPS como subsecretario de Previsión
Social, en sustitución de Rafael Estrada Sámano.
Abascal ha incorporado a su equipo de colaboradores a
ex directivos de Coparmex, central que encabezó como vicepresidente
y presidente de 1993 a 1997. Sobresalen: María de las Mercedes Martínez,
actual directora general del Registro de Asociaciones y Organizaciones
Sindicales, y otros funcionarios de mandos medios.
Los vínculos de quienes desde la STPS trazan el
rumbo en materia laboral se tejieron hace más de cuatro décadas
en organizaciones empresariales, católicas, educativas y de extrema
derecha (Edgar González Ruiz. La última cruzada. De los
cristeros a Fox, Grijalbo, México. 2001)
Uno de los frutos que rindió el activismo de esos
grupos fue la creación de Coparmex, sindicato patronal que inicia
en el salinismo una fuerte campaña para exigir la reforma a la Ley
Federal del Trabajo (LFT), la misma que reconocidos juristas y organizaciones
sindicales (UNT, Fesebes, FSM, SME, y otras) denominan hoy como la "contrarreforma"
laboral Abascal.
Ocejo dirigió la Coparmex de 1988 a 1991, luego
de encabezar durante más de diez años un movimiento empresarial
con miras a fundar un gremio patronal. Con Ocejo la Coparmex abrió
brecha para las reformas a la Ley Federal del Trabajo prometidas en 1988
por Salinas de Gortari.
Varias propuestas ya se aplican en el mundo laboral; sólo
falta formalizarlas mediante la iniciativa de reforma que a partir de julio
de 2001 se elaboró bajo la dirección de Abascal.
Además de establecer más obstáculos
al ejercicio de huelga y a la libertad y autonomía sindicales, esa
iniciativa propone la "polivalencia" laboral que ha llevado a modificar
los contratos colectivos -como el de Fonacot- para que los empleados realicen
múltiples funciones; valida la contratación temporal bajo
las figuras de "aprendiz" (en el país existió en 1930 y dio
lugar a abusos laborales); a "prueba" y "en formación" (hoy llamada
para la capacitación); la subrogación de servicios, con la
cual se evade la cobertura de seguro social y prestaciones; aumentos al
salario de acuerdo con la "productividad", así como máxima
"flexibilidad" y "movilidad" laboral con el ajuste de la jornada de trabajo
según las necesidades de las empresas.
Las propuestas de Ocejo impulsadas en los ochenta y noventa
fueron bloquedas por las organizaciones obreras, en particular por el líder
histórico de la CTM, Fidel Velázquez, situación por
la cual no tuvieron éxito. Sin embargo, el corporativismo cetemista
y del Congreso del Trabajo cedió al iniciarse los cambios, en julio
de1995, cuando suscribió con Abascal, entonces dirigente de la Coparmex,
el compromiso denominado Hacia una nueva cultura laboral, que dio
inicio al proceso de flexibilización en el trabajo.
La
nueva cultura laboral que impulsa la STPS contiene una serie de principios
generales en lo que se sustenta: el "trabajo humano tiene un valor ético
y trascendente"; el valor del trabajo debe asignarse por "la dignidad de
la persona humana"; la "dignidad humana" está por encima de "sistemas
económicos y administrativos"; la empresa es el sitio "mayoritario"
del trabajo "donde confluyen trabajadores, directivos e inversionistas"
que mediante "la solidaridad y su decidida participación favorecen
la productividad".
Muchas de esas tesis son similares a las de la doctrina
socialcristiana defendidas por la Unión Social de Empresarios Mexicanos
(USEM) y el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc),
organizaciones dirigidas por Abascal y promovidas por agrupaciones de derecha.
La USEM fue creada en 1957 por el Secretariado Social
Mexicano (institución impulsada por el Episcopado) para hacer frente
al marxismo y a doctrinas "socializantes". Entre sus fundadores sobresale
el empresario promotor de Bimbo y ex líder del Consejo Coordinador
Empresarial (CCE), Lorenzo Servitje Serna. Este también patrocinó
el Imdosoc, agrupación católica que durante los setenta fue
apoyado por Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC),
impulsada por Jaime Aviña Zepeda, fundador del Comité Nacional
Provida y ex diputado federal panista. Además de apoyar a esas instituciones,
Aviña ha enarbolado la defensa de los intereses de la Coparmex.
Servitje Serna se distingue como prominente mecenas de
otras agrupaciones como Yunque, organización de extrema derecha,
anticomunista y violenta que en forma clandestina surge en los setenta
de las cenizas de los mandos cristeros. Se le conoce también como
promotor del boicot publicitario contra La Jornada y Canal 40 después
de que se publicaron testimonios de abusos sexuales cometidos por Marcial
Maciel, fundador de Legionarios de Cristo. Se vinculan a Yunque: Abascal,
Ocejo, el presidente del CEN del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, y unos 30
diputados panistas (Ricardo Fernández Candia, ex directivo de la
Alianza Nacional para la Moral, y Marco Antonio Adame, ex presidente del
grupo de derecha Testimonio y Esperanza, entre otros).