Continúan faltando espacios para los
músicos, señala Ignacio Pineda
Séptimo aniversario del Alicia
JORGE CABALLERO
El foro cultural Alicia festeja su séptimo aniversario.
No es poca cosa, debido a la precaria vida nocturna alternativa en nuestra
ciudad.
Ignacio Pineda, gerente del lugar, comenta: "Se- guimos
haciendo actos, conciertos y caos, sin tratar de hacerlo. La escena rock
sigue ahí, a pesar del boom de la música electrónica.
Lo que siguen faltando son espacios para los músicos". Los pasados
20, 21 y 22 de diciembre El Alicia presentó 20 bandas nuevas: 13
de surf, 10 de punk-rock y siete de ska.
Agrega:
"Somos tercos, creemos en la economía de autogestión. Si
sacamos los gastos de renta y sueldos, seguimos trabajando. A la par, continuamos
sacando discos. A nosotros nos agradaría trabajar como centro social:
comedor popular, consultorio médico, sala de conciertos y de videos,
imprenta y salas para dar clases de algunos oficios, pero por las dimensiones
del espacio no podemos".
-¿Han tenido acercamiento con las autoridades después
de la clausura de hace dos años?
-Creo que entendieron cómo es nuestro trabajo.
Creemos que tienen mucho desconocimiento de lo que pasa en la ciudad y
sigue el gran problema con los espacios culturales. Con tanta manifestación
creativa que hay en la ciudad, pintores, poetas, músicos, cineastas,
performers y bailarines, se haría un gran movimiento si entendieran
que se deben abrir espacios, a los cuales hay que darles facilidades. A
nosotros ni siquiera el permiso para pegar carteles nos otorgan. Pero seguimos
trabajando.
-¿Qué dicen las bandas?
-Nos llevamos requetebién, como carnales. Des-
de que abrimos se les dio espacio. Se da cierto movimiento, se van formando
y agarran su camino. No es lo mismo el Panteón Rococó de
hace siete años, cuando tocaba aquí, que ahora. Ya no viene,
pero los entendemos. Ahora vemos que Las Ultrasónicas están
dando un salto tremendo y les comentamos que dentro de un rato se les va
hacer pequeño, pero habrá más bandas.
-A veces es difícil explicar qué es el Alicia.
¿Cómo lo defines?
-No somos un antro. No somos un bar. Somos un foro en
el que damos entrada a los creadores, principalmente a los músicos,
tratando de combinar política y cultura. No creemos que la cultura
esté peleada con la crítica política, y tratamos de
darle ese perfil a nuestras actividades. Reivindicamos el zapatismo y la
anarquía. Por ejemplo, a los músicos les damos 80 por ciento
de las entradas para abajo. El mismo día que tocan se les da el
dinero. No los hacemos vender boletos o firmar documentos para que traigan
cierta cantidad de gente. Nos la jugamos con ellos, pues los vemos como
cuates, más que como negocio.
"Cada jueves tenemos nuestras actividades za- patistas,
en las que seguimos dando nuestra posición política. Quizá
por eso las autoridades no nos quieren. No es común que un espacio
reivindique la legalización de la mariguana, pida que se aclaren
los asesinatos de mujeres en Juárez o solicite la libertad de presos
políticos."
-¿Dónde radica la importancia del Alicia?
-Cuando comenzamos, hace siete años, se dio el
boom del ska y del hard core. Ahora hay otro: las bandas punk, roquers,
powers y new metal. Hay otro cambio generacional que nos gusta entender
y seguir trabajando con ellos, como pasó hace siete años
con el ska, el hip hop y el hard core.