REPUBLICA DE PANTALLA
Jenaro Villamil
2002: Concentración y disolución en los
medios
Se reforzó el duopolio de Televisa y Tv Azteca
Crisis en los medios impresos
EL PROCESO DE transformación y democratización
de los medios mexicanos no sucedió en 2002. Por el contrario, se
reforzaron dos tendencias que caracterizan a la industria de la comunicación
en nuestro país: el alto nivel de concentración en los medios
electrónicos -destacadamente en la televisión privada-, junto
con un nivel mayor de disolución y crisis en los medios impresos,
que culminan este año con el cierre de por lo menos dos periódicos
nacionales y la incertidumbre en la conducción de cinco de ellos,
así como la pésima noticia del 15 por ciento de IVA a las
revistas.
LA RADIO, MEDIO que se ha diversificado, transita
entre la concentración y la enorme dispersión en el cuadrante.
Tres de los nueve grandes grupos radiofónicos nacionales registraron
este año crisis corporativas y en uno, Grupo Imagen, se ventiló
públicamente el alto grado de censura interna contra dos periodistas
destacados: Javier Solórzano y Carmen Aristegui, quienes ya anunciaron
su incorporación a la cadena radiofónica de Televisa. Surgieron
algunos grupos nuevos como Radio Capital y Best FM -de la unión
de los equipos de Rock 101 y Radioactivo- y entraron en crisis grupos como
Radio SA y Radiorama.
LOS MEDIOS PUBLICOS y sociales sobreviven en condiciones
precarias. Canal 11 y Canal 22, las dos señales nacionales estatales,
no captan ni siquiera 10 por ciento de los propios recursos que el gobierno
federal destina a anunciarse en la televisión privada. Su importancia
resalta en términos de contenido, sobre todo en Canal 11, que fue
reconocido este año por su barra matutina. Canal 22 tendrá
en 2003 un presupuesto de 145 millones de pesos, el menor en su historia
en términos comparativos.
EL CANAL DEL CONGRESO registró una crisis
de conducción y mando que revela la incapacidad de un sector de
la clase política por respetar las reglas legislativas e informativas.
Pésimo mensaje lanzó la diputada Beatriz Paredes cuando,
en tiempos extras, intentó operar el pasado 16 de diciembre la "destitución"
de Virgilio Caballero, en franca violación al artículo 132
de la Ley Orgánica del propio Congreso, la cual establece que una
comisión bicamaral es la encargada de definir el futuro del canal.
LA AGENCIA OFICIAL, Notimex, la de mayor cobertura
nacional, retornó a su papel de organismo gubernamental. El compromiso
de convertirla en una "agencia de Estado" simplemente no se cumplió.
El "gobierno del cambio" decidió retornar a la vieja lógica
de tener a esta agencia como medio promotor del Presidente.
INTERNET, DEFINIDO COMO el "medio del futuro",
está muy lejos de contrarrestar las tendencias dominantes. Cifras
de la Cofetel revelan que sólo 9.74 por ciento de los usuarios es
del sector educativo, mientras que 44.22 por ciento es de negocios y 38.22
por ciento son usuarios en el hogar. El número de usuarios este
año rebasó ligeramente los 4 millones, que aún están
muy lejos de competir con los más de 30 millones de audiencia diaria
de la televisión privada.
La Concentración
QUIZA
NINGUN EJEMPLO como el famoso decretazo del 10 de octubre de
este año exprese tan claramente el nivel de concentración
en las decisiones y la propiedad en la televisión mexicana. El gobierno
foxista y los principales partidos políticos simplemente han acatado
y asumido como parte de la realpolitik este fenómeno antidemocrático.
La "transparencia" no se tradujo en nuevas reglas del juego para esta industria,
cuyo dominio está claramente en manos de dos grandes consorcios:
Televisa y TvAzteca.
EL GRUPO TELEVISA opera 306 estaciones, que representan
50 por ciento del total del país, mientras TvAzteca cuenta con 180
estaciones, 30 por ciento del total. Entre ambas acaparan 80 por ciento
de las concesiones, algo que contrasta severamente con la diversidad que
existe en otros terrenos como los medios impresos o los propios partidos
políticos.
EN LA RADIO PRIVADA el nivel de concentración
es también elevado. 76 por ciento del sector se concentra en manos
de 14 familias. Sólo cuatro grandes cadenas aglutinan casi la mitad
de las emisoras (47.8 por ciento), según los datos de las comisiones
de Comunicación de la 57 Legislatura.
EL MODELO DE concentración mexicano es único
a escala internacional. Permite que un par de empresas puedan concentrar
80 por ciento de las concesiones y que éstas se renueven a su favor.
Una tercera o cuarta cadena nacional, de las dimensiones de Televisa y
TvAzteca, es prácticamente imposible bajo las actuales circunstancias.
El litigio legal entre CNI Canal 40 y TvAzteca documenta la enorme dificultad
de una empresa privada pequeña por sobrevivir en medio del modelo
duopólico que se refleja en concentración de publicidad,
en dominio de contenidos y en privilegio del rating.
LOS PROBLEMAS ESTRUCTURALES de este modelo son
severos y antidemocráticos. En México, una sola empresa (Televisa)
opera cuatro redes de televisión nacional. Esto no ocurre ni siquiera
en Estados Unidos, donde existe una regla que ordena que ninguna de las
cadenas de televisión abierta puede ostentar más de 35 por
ciento de las concesiones y la audiencia. A pesar de que ahí existen
tres grandes cadenas comerciales (ABC, CBS y NBC) eso no ha impedido que
otras cadenas compitan por las cuotas del mercado con relativa facilidad,
como es el caso de Fox y Warner Channel.
SOLO EN MEXICO existen casos como el enigmático
Canal 28, cuya concesión se le otorgó a un empresario ajeno
a los medios. Todo mundo puede observar que en esa frecuencia sólo
se transmiten videoclips, sin ninguna producción. Informes extraoficiales
revelan que el titular de la concesión pretende venderla en 60 millones
de pesos al mejor postor. ¿Por qué no se otorgó esta
frecuencia a una entidad pública o universitaria para que la administrara?
EL NIVEL DE concentración de la televisión
se combina con el modelo en industrias paralelas y confluyentes, como el
de la telefonía. El Grupo Carso se ha convertido en un fuerte inversionista
de Televisa, y eso indudablemente se refleja en la concentración
de otros sectores como el de espectáculos.
EL RECIENTE LITIGIO entre la industria cablera
y TvAzteca demuestra también que no existen reglas claras y aplicables
que diriman conflictos que afectan finalmente al consumidor.
LA CONCENTRACION TAMBIEN impacta en procesos tecnológicos,
como la famosa conversión digital. El autor Glen O. Robinson establece
en su obra Communications for tomorrow (Comunicaciones para el mañana)
que "el núcleo del problema de política de las comunicaciones
es un programa de control social de la estructura y el comportamiento de
la industria de la comunicación". Este sigue siendo el núcleo
en la discusión mexicana.
Crisis y disolución en los medios impresos
EN DISTINTOS MOMENTOS y declaraciones el gobierno
federal ha demostrado su menosprecio o incapacidad para valorar el papel
de los medios impresos. La derrota del PRI representó para muchos
periódicos el fin de un modus operandi que los mantenía
artificialmente. Sin embargo, en 2002 también fue claro que el privilegio
de recursos publicitarios, decisiones y acuerdos se orientó hacia
los dos grandes grupos televisivos y, en menor medida, a los consorcios
radiofónicos. "Lo que no se ve no existe", parece ser el dogma foxista
que se conjuga con otro principio: "leer incomoda".
EN EL FONDO, el proceso de decantación y
disolución en muchos medios impresos revela dos tendencias confluyentes:
la apropiación de grupos con intereses extraperiodísticos
de algunos periódicos y revistas que se utilizan como parapeto,
y la dificultad de otras empresas para adaptarse a circunstancias de mayor
competencia informativa en condiciones de precariedad económica.
EL AÑO 2002 cerró con movimientos
que, por lo menos, despiertan suspicacias. En dos periódicos de
larga tradición, Excélsior y Unomásuno,
se operaron transacciones polémicas de compraventa. En el primer
caso, un ex policía convenció a la cooperativa para adquirir
por un precio fuera de lógica lo que alguna vez fue "el periódico
de la vida nacional". En el Unomásuno la Junta Local de Conciliación
y Arbitraje declaró esta semana que la huelga que estalló
el 13 de diciembre es legal; por lo tanto, su nuevo dueño, Naim
Libien Kaui, no podrá seguir editando el periódico que en
algún momento llegó a ser el de mayor credibilidad en el
país.
NOVEDADES CERRARA SUS puertas
el próximo 31 de diciembre, dejando en el desempleo a cerca de 350
trabajadores. La famila O'Farrill prefirió cerrar este otro decano
de la prensa, quedarse con la franquicia de Acapulco y quizá con
otras publicaciones menores del grupo. Durante un tiempo se especuló
con la compra de este medio por Ricardo Salinas Pliego. México
Hoy, de la familia Cantón Zetina, fue vendido a un grupo encabezado
por Pedro Rodríguez González, ex coordinador de asesores
del subprocurador Fernando Córdoba Lobo. La cooperativa de El
Día sobrevive en medio de crisis interna y del final de una
larga tradición de periodismo de izquierda institucional.
POR SI FUERA POCO, el año cierra con la
noticia del 15 por ciento de IVA que Hacienda cobrará a revistas
"no culturales ni informativas". El criterio es nebuloso. La Cámara
Nacional de la Industria Editorial ha anunciado un amparo contra esta medida
y la Unión de Voceadores ha expresado también su profundo
rechazo a dicha disposición, que castiga a los medios impresos.