ENTREVISTA /ELBA
ESTHER GORDILLO MORALES, SECRETARIA GENERAL DEL PRI
Otro gallo me cantara si supiera quién mató
a Misael
CADA VEZ QUE ALZO LA VOZ ME AMENAZAN, PERO NO ME VAN
A INTIMIDAR
La lideresa priista y ex dirigente magisterial afirma
que no es cacique, sí tiene un liderazgo real. Sostiene que para
ella, Carlos Jonguitud Barrios "no existe", y le duele que la señalen
responsable del asesinato de Núñez Acosta. Por esa razón
exige al presidente Vicente
Fox que se aclare su honra
ROSA ELVIRA VARGAS Y JENARO VILLAMIL
Reticente de inicio, pues asegura que La Jornada
la ha hecho víctima de una campaña -"puedo contar 75 menciones
negativas ¡en una semana!"-, Elba Esther Gordillo Morales enfrenta
las interrogantes de este diario. Ubica en el gobierno federal "un problema
de inteligencia, de visión, de proyecto, de claridad". Hace alarde
del alcance de su poder: "no soy cacique... pero sí tengo un liderazgo
real; soy un factor de poder que consensa". Y al presidente Vicente Fox
le exige, como a sus dos predecesores: "que mi honra se aclare", ahora
que una vez más la señalan como autora intelectual del asesinato
del profesor Misael Núñez Acosta, ocurrido en 1981.
Entonces ya no se detiene. Y como lo hiciera Carlos Jonguitud
Barrios cuando se negaba a hablar de ella, de esa niña,
Gordillo Morales se niega a responder sobre él: "para mí,
él no existe". Y se deslinda de sus modos de control y de poder
en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE):
"es una diferenciación muy clara, yo nunca fui gobernadora ni directora
de nada, salvo cuando fui secretaria general de la sección 36, que
fui diputada".
Se le recuerda que fue precisamente Jonguitud Barrios
quien la señaló como responsable del asesinato de Núñez
Acosta en entrevista con La Jornada, en agosto, y de nuevo
se rebela: "perdónenme, si partimos de quien acusa, la propia acusación
no se sostiene".
Vestida de pantalón y saco gris, impecablemente
maquillada, Elba Esther concede nuevas luces sobre su tan señalada
fortuna personal. "Siempre me criticaron por riquilla", pero "yo provenía
de una familia de dinero... mi abuelo aparece como uno de los hombres más
ricos de Chiapas, pero no hizo su dinero de la mejor manera". Alcohol y
ganado dice que fueron las fuentes de la riqueza de este hombre, que en
realidad hizo las veces de su padre.
Conocedora de sus limitaciones de formación, explica
que su acercamiento con los intelectuales se produjo justamente cuando
llegó a la secretaría general del SNTE y quería contrarrestar
las relaciones que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE) tenía en el mundo "de la inteligencia". Pero ese mundo la
hechizó. "Si yo creyera en la rencarnación, me encantaría
volver a la vida siendo intelectual... Siempre soñé que me
encantaría econtrar un hombre maduro, afable, que me sentara a sus
pies, sobre sus rodillas, que me contara cosas sabias y yo abriera la boca".
El homicidio de Misael Núñez es uno de
los asuntos más espinosos que Gordillo Morales señala como
elemento central de una "campaña" en su contra. Niega tajantemente
alguna culpabilidad en el crimen. Pero cede, recuerda, acota e inevitablemente
se compara con su mentor.
-¿En qué se diferencia el liderazgo que
usted tiene en el SNTE con el que tuvo Carlos Jonguitud?
-Hace poco, en un programa de televisión, dije
que del maestro jamás volvería a hablar. Para mí,
él no existe. Es el pasado.
-¿No le debe nada? ¿Sólo fue un cambio
de estilo?
-Ese es el pasado. Yo ya no veo a eso. Todos saben cómo
lo traté, cómo fui y cómo he actuado. Que él
responda por sus hechos...
"Una diferenciación muy clara es que yo no fui
gobernadora, no fui directora de nada. Nunca usé el sindicato para
un puesto, salvo cuando fui secretaria general de la sección y diputada.
Ustedes mismos revisen el estatuto del SNTE, y yo me apliqué, terminando
la gestión del presidente (Ernesto) Zedillo, que no hubiera la mínima
posibilidad de que accediera a un puesto de elección popular. Fui
diputada y senadora por tres años porque ya era dirigente de la
CNOP."
-¿Se trató de construir un cacicazgo con
otro estilo? ¿Qué fue lo que pasó?
-No es un cacicazgo. Traté de construir y visualizar
una organización gremial que pusiera a tiempo su reloj con la realidad
nacional y priorizara, por encima de lo político, la educación.
"La otra diferencia es que el sindicato era corporativo,
del PRI. Hoy en el SNTE hay priístas, perredistas, alguno que otro
panista y del PT, y qué bueno, eso no le ocasiona ningún
conflicto.
"También hubo una nota por ahí, donde dicen
que nosotros, o que yo, como presidenta del comité político,
financié la campaña del presidente (Vicente) Fox. Es falso.
Si hay alguna prueba, me someto a ella rigurosamente. En el comité
político se apoya, en especie, a los maestros candidatos a puestos
de elección popular. En lo que sí se invirtió fue
en la presentación de la propuesta educativa de los candidatos presidenciales,
pero fue con equidad para todos."
-¿Por qué perteneció a Vanguardia
Revolucionaria si ha dicho que provenía de la disidencia?
-Por una razón pragmática y de principios.
Primero, la única forma de acceder y estar para cambiar lo que yo
creía, era por medio de Vanguardia. Y de principios, porque nadie
debe olvidar que en 1972 el maestro Jonguitud planteó un cambio
estructural del SNTE. Un planteamiento que, la verdad, a mí me pareció
espléndido.
-¿Había legitimidad en Vanguardia Revolucionaria?
-Creo que sí. En el inicio la tuvo.
-¿Y cómo la fue perdiendo?
-Se fue deteriorando, se fue erosionando. Es real. Es
una de las lecciones que aprendí. La exclusión lo único
que hace es dañar al todo social, empobrece. Y la inclusión
enriquece.
-¿Se corrompió Vanguardia?
-Si corromper es perder el rumbo, perder la visión
de futuro, perder hacia dónde se va, probablemente diría
que se perdió.
Elba Esther habla de sí misma en tercera persona.
Niega ser omnipresente en el SNTE. "Claro que estoy, pero no en la estructura
sindical. ¿Quién es Elba Esther Gordillo? Es una política,
pero, sobre todo, es una maestra".
Rechaza una y otra vez ser el único factor de poder
dentro del SNTE. "Me ubican con el liderazgo real que tengo, como un factor
de poder que consensa con todas las demás fuerzas".
A pesar de eso, reconoce que existe una disidencia que
durante varios años la ha cuestionado, la ha criticado. En esta
parte, el fantasma de Misael Núñez recorre el semblante
de la profesora.
-¿Cómo convive con la disidencia?
-Aceptándolos, ni modo, ahí están.
¿De qué hablan? Del tiempo que yo fui secretaria general
hasta hoy no pueden decir que haya existido el mínimo ataque laboral,
político o sindical.
"Cuando lo de Misael, al inicio, si ustedes ven en la
averiguación del expediente, mi nombre no aparece. ¿Saben
cuándo aparece? Cuando llego a la secretaría general. Fueron
no cien, sino miles de miles que me gritan ¡asesina! Nunca lo voy
a olvidar. Y desde entonces he venido insistiendo en que se aclare, en
privado, en público."
Su rostro se tensa. Acciona con temple un encendedor y
descarga imágenes, recuerdos y da su versión sobre el día
en que asesinaron al líder disidente.
"Tenía un problemilla de salud y me habían
mandado a mi casa. Me había metido a bañar, salí,
entré a la recámara. Estaba prendida la televisión.
Veo el noticiario y... fue terrible, horrible. Estuve clara de que eso
iba a volver a convulsionar a la sección, que iba a desbaratar todo
lo que se había hecho.
"Y lo que hoy no dicen esos compañeritos, encabezados
por (Teodoro) Palomino, es que ellos estaban yendo a San Luis Potosí
a hablar con el maestro Jonguitud para arreglar la destitución del
comité y quedarse ellos."
-Lo que sí está en actas es que quien contrató
a los sicarios que mataron a Núñez Acosta pertenecía
al SNTE.
-Lo que vi, lo que sí está clarísimo,
es que se habla de quién los contrata, en qué responsabilidad
estaba éste, persona con la que yo no tuve ningún trato.
-Un auxiliar de Ramón...
-Del profesor Ramón Martínez Martín
(entonces secretario general del SNTE), así está en el acta.
-¿Y usted no encaró en ese momento al...?
-Insisto. Yo venía de la disidencia. Salgo secretaria
general de la (sección) 36 por una coyuntura. No creo que hubiesen
pensado que yo iba a ser. Se pelean los grupos de Vanguardia, se descompone
el congreso y no hay otra, quien concilia soy yo, y así surjo.
-¿La cúpula de Vanguardia es responsable
del crimen?
-Si yo supiera, en su oportunidad lo hubiera dicho. Y
no me compete investigarlo. Bueno, si yo hubiera sabido, otro gallo me
cantara. Hay instancias legales que deben investigar y transparentar.
"Es legítimo que exija que mi honra se aclare.
Y se lo exijo a Fox. Se lo exigí ayer a Zedillo y antier a Salinas.
¿Qué es lo que pretenden? ¿Tenerme cada vez que alzo
mi voz en protesta de algo con esta amenza? ¡No me van a intimidar!
¡No lo van a lograr! Que me duele, me duele, definitivamente. Estos
muchachos denuncian, pero la realidad está ahí. ¿Qué
representan?
"No los quiero ofender. No quiero caer en eso, pero hagamos
un análisis. Ahora, a partir de una acusación que por equis
-el personaje que ustedes mencionan la hizo-, perdónenme. Si partimos
de quien acusa, la propia acusación no se sostiene."
-¿Por qué entonces este fantasma
se mantiene durante 20 años?
-Por una razón: no fui una dirigente que se subordinara
al interés político ni ayer ni hoy. Otra: por una cultura
misógina. No aceptan que una mujer pueda actuar y ejercer un mínimo
de margen de poder real en un país.
-¿Son las cúpulas políticas las que
han alimentado este asunto?
-La coordinadora misma ayer tuvo apoyos, las cúpulas
del PRI, las de abajo. Mi inicio es en la disidencia. Y lo misógino...
cuando estuve en Neza recuerdo que la discusión con ellos no fue
porque fuera tonta, porque no trabajara, no, la discusión era porque
era mujer. La historia está ahí: ¡Porque era mujer!
Y simplemente (decían que) por abrir las piernas iba a perder mi
inteligencia. No se vale.
-Pero esas personas están en la fiscalía
diariamente, señalándola. ¿Es resultado de una campaña?
-No. Hay otro ingrediente muy grave. Tampoco ellos son
del todo responsables. Yo digo, como lo comenté a ellos, que están
en su derecho, están en su lucha. El problema es si esa fiscalía
está actuando como debe, si realmente está imperando el estado
de derecho o lo único que pretendemos es dañar personas,
desprestigiar honras, seguir generando confusión en lugar de presentar
acciones.
FOX, TRANSICION Y PRI
Mencionada y autopromovida como una de las operadoras
priístas del gobierno de Vicente Fox, Gordillo Morales asegura que
él es su "único presidente amigo". No obstante, le espeta
que en su gobierno "no hay claridad en lo que quieren, no saben cómo.
"Veo un gabinete bastante desajustado y, lo aclaro, no
lo digo porque aspire a ser secretaria, ¡de nada! En este gobierno
no aspiro a ningún cargo administrativo de ningún tipo, ni
gubernamental. No está ahí mi preocupación."
-Precisamente, ante esas carencias entre las que usted
ubica la falta de operadores en el gobierno, se le menciona como alguien
que podría ser su operadora...
-No "podría". Las veces que he podido y que creo
que lo debo hacer me he prestado con mucho gusto... Soy de los priístas
que creen que lo que le hace bien a México le hace bien al PRI.
Y Si hay que sentarse con el gobierno a discutir, a analizar asuntos que
beneficien al país, hay que hacerlo. En esas estaré siempre
con el gobierno del presidente Fox o, si así se requiere, con el
jefe de Gobierno del Distrito Federal.
-¿Cómo conciliar esto contra algo que es
inegable: el PRI hoy es oposición?
-En el partido hay varias corrientes. El PRI es hoy una
amalgama de fuerzas, de corrientes, y me parece que eso es bueno. No soy
del grupo de Roberto Madrazo. Soy secretaria general, producto de una alianza,
de una elección y en razón de un proyecto político
para el PRI. La gente quiere ver un partido res-pon-sa-ble.
-¿Quiere decir que en el PRI hay varios tipos de
planteamiento opositor?
-Lo que quiero decir es que en mi partido hay voces que
piensan y creen que apostándole a las deficiencias del gobierno
nos puede ir mejor. Yo no. Soy de las que cree que si la sociedad y los
priístas nos ven haciendo propuestas, confrontando ideas y resolviendo
los asuntos que preocupan al país, vamos a lograr mayor éxito
electoral y político.
-¿A usted no le gusta el término PRI-oposición?
-Creo en una oposición responsable, con propuestas
claras, que rinda cuentas y no sólo de dinero, también en
los programas de gobierno. Nuestro costo electoral fue por deficiencias
cometidas por algunas instancias de gobierno y por nuestras propias conductas.
Hay que aceptarlo.
-¿Y eso no pasa por señalar algo que apenas
se ve en Roberto Madrazo y no tanto en usted, que es señalar los
errores del gobierno?
-Pasa... o no. Creo que Roberto está haciendo lo
adecuado. Yo estoy más en una convicción: construir la propuesta
de la agenda social. A mí me gustaría más contrastar
las acciones del gobierno, del PRD, del PAN, del PRI y que la sociedad
defina.
-Sin embargo, sucede que hay 70 años de historia
y mucha desconfianza. ¿Cómo eliminar esa discrecionalidad?
-Generando una cultura democrática.
-¿Cómo evita las suspicacias hacia su persona?
-En las transiciones quien ha participado no siempre llega
al final de los hechos políticos, a estar en los sitios que pudo
imaginar o querer. Sino que devora. ¡Yo estoy clara! Devora, pero
alguien tiene que hacerlo.
Elba Esther toma vuelo, golpea la mesa, reta: "Cuántos
estamos dispuestos, caray, a decir que por el bien del país basta
de campañas de desprestigio mutuo, basta de descalificaciones entre
nosotros. ¡Yo tengo divergencias muy serias con el gobierno del presidente
Fox! Y las conoce, las sabe. Y las puedo decir en público y en privado".
-¿No cree que este afán de contribución
genere estas animadversiones y provoque que usted sea vista como un lastre?
-No. Hay un sector que lo ve mal, pero hay un amplio
sector que lo ha visto bien. Pensar que es sólo Elba la que está
en esto es falso.
-Pero usted tiene una personalidad...
-Claro, pero hay muchos más. Por ejemplo, yo veo
a Andrés Manuel muchas veces bastante conciliador con el gobierno
federal. Lo veo con propuestas y otras veces criticando severamente. Esa
es la política. Hoy, porque hay una relación de comunicación
con el Presidente, me dicen panista. Nunca seré panista.
LA PRENSA PUEDE "DESTRUIR" POLITICOS
A punto de iniciar la entrevista, Elba Esther lanza: La
Jornada "no me genera confianza, sinceramente". En estas páginas,
asegura, "se ha armado una campaña que francamente lamento". No
obstante, dice que llega ante los reporteros "en el mejor de los ánimos"
y pide que sus palabras se reproduzcan "a pie juntillas; si yo me equivoco,
es mi responsabilidad".
-¿Se ha sentido agraviada o agredida por La
Jornada?
-He sentido una campaña, sí. Y me preocupa
mucho que La Jornada haga eso, no sólo hacia mi persona.
Lo he observado en varias situaciones. Lo vivo... Tengo por el periódico
un especial afecto, reconocimiento, porque creo que va a un sector muy
importante. Estoy consciente que mis compañeros lo leen. Amén
de lo que uno sienta, lo importante aquí es lo que se diga, el contenido,
¿no? Como dicen, los "hubiera" no existen.
Después de exponer sus puntos de vista sobre la
transición, la situación del gobierno federal y el papel
del PRI, Gordillo retoma el tema del papel de los medios de comunicación
y, en particular, de La Jornada.
"Nunca como hoy los medios han dejado de ser eso, medios,
y se han convertido en un poder. Siempre he dicho que la prensa no hace
a los políticos, pero puede destruirlos. Como dijera mi madre: 'ten
cuidado, hija, con tu honra, porque es como un vaso de cristal, lo tocas
y quién sabe'. Y así es el prestigio de cualquier político:
suelta un rumor, sigue con el rumor, avanza y al rato ya no sabemos cuál
es la verdad."
-Pero antes hubo una prensa muy lejana a la sociedad y
además acusada de ser dócil, sin crítica...
-Yo la prefiero como está, pero no en campañas.
Eso es diferente. Lo que es muy grave es cuando es sistemático.
Yo puedo demostrar que La Jornada en una semana tuvo 75 menciones
negativas. ¡En una semana! Pregunto: ¿eso es una campaña
o es información?
-¿Pero usted cree que las ocho columnas se compran?
-Cometería un grave error en creencias, en suposiciones,
porque soy sujeta de esas suposiciones. No puedo partir de supuestos. Si
tuviera pruebas, las muestro. No las tengo. Por tanto, podría comentar
en privado con x, z, del medio, no fuera del medio, mi opinión,
porque creo que eso es válido, de lo contrario, no.
-Sin embargo, profesora, La Jornada la buscó...
Elba Esther enciende otro cigarro. Pide que no le tomen
fotos así, porque sus nietos se lo reclaman. Retoma el hilo. Subraya
que buscó hablar con La Jornada en el momento que creyó
oportuno.
-La disidencia es la misma que hoy la señala incluso
de asesinato.
-No. Mucha gente de la coordinadora está incorporada.
Otra no porque tiene cargos administrativos. Por ejemplo, un cuadro importante
es un hombre muy cercano a Andrés Manuel López Obrador: Jesús
Martín del Campo. Y no sólo eso, hace poco le hicieron una
manifestación terrible a Noé (Hernández) en el Gobierno
del Distrito Federal y hasta le quitaron el título de maestro. El
era el cabecilla de la coordinadora de mi tiempo, y está en el gobierno.
Y René Bejarano, en la nueve. ¿Dónde está?
En el Gobierno del Distrito Federal. La 18 de Michoacán no se incorpora
al acuerdo político-sindical porque asume una posición político-partidista.
Morón es dirigente del PRD local, hasta la elección del actual
gobernador. Hoy es diputado local por el PRD.
"Donde decidieron incorporarse a la vida sindical están
participando. Juan Meza está en el comité nacional, es secretario
de Cultura. Y de las secciones que eran de la coordinadora hace 10 años,
¿cuántas hay hoy? Y en Chiapas hay un buen arreglo. Los problemas
son Michoacán y Oaxaca.
-¿Cuántas secciones le quedarían
a la CNTE, maestra?
-Oaxaca. Y en el caso de la nueve también es dramático.
Tienen una excelente... -y está mal que yo lo diga- pero Blanca
(Luna Becerril) es una mujer decente, una buena maestra.
-¿No la reconocen?
-No sólo eso. La agarraron a golpes y ella no lo
denunció y nosotros tampoco lo dijimos. ¿Por qué?
Porque en lugar de ayudarlos a construir consensos, polarizan, se conflictúa
más la relación. Entonces, la prudencia es uno de mis deberes
para con el gremio.
"Si me pregunta si tengo influencia en el sindicato, sí.
Sí tengo opinión, pero no soy cacique. Una cosa es ser cacique
y otra cosa es ganarse un liderazgo a fuerza de estar con ideas, con propuestas,
buscando cómo se incursiona con éxito en este mundo de la
globalidad."