Instauran un "comité de expertos" para
decidir el futuro del combustible almacenado
Hallan tres fisuras más en la proa del Prestige;
la marea negra, imparable
Aznar se defiende: "imposible que se hayan tomado decisiones
equivocadas"
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 9 de diciembre. Otra mala nueva para el
pueblo gallego: al Prestige, el buque petrolero que se hundió
el pasado 24 de noviembre con 77 mil toneladas de petróleo, se le
detectaron hoy tres nuevas fisuras en la popa, con lo que ya suman siete
los orificios por los que expulsa de forma permanente el hidrocarburo que
ha teñido de negro las costas de Galicia y una buena parte de las
playas de Asturias, Cantabria y el País Vasco.
Al mismo tiempo, el presidente del gobierno, el conservador
José María Aznar, reconoció que la marea negra causada
por el Prestige es la "mayor catástrofe ecológica"
a la que ha tenido que hacer frente España.
Las autoridades informaron que dos "grandes manchas" de
vertido tóxico acechan otra vez a la zona más afectada del
desastre, la gallega Costa da Morte, y anunciaron la movilización
de más de 7 mil militares para suplir a los voluntarios que hasta
ahora han llevado el peso de las tareas de limpieza.
Todas las rías gallegas están en alerta
máxima ante las informaciones más recientes facilitadas por
el gobierno, que ahora sí reconoce que los efectos devastadores
de la catástrofe son imprevisibles.
Mariano Rajoy, vicepresidente primero del gobierno y el
hombre designado por Aznar para coordinar el gabinete de crisis, confirmó
que el sumergible francés Nautile encontró en su tercera
inmersión en la zona donde se hundió el Prestige,
que yace a más de 3 mil 500 metros de profundidad y a 200 millas
de la costa gallega, tres nuevas fisuras en la popa del buque.
El
hallazgo intensificó el debate sobre el destino, hasta ahora una
incógnita para el gobierno y para los especialistas, de las más
de 50 mil toneladas de combustible que almacena el buque en el fondo del
mar y que significan la peor amenaza para las miles de familias de pescadores
y mariscadores gallegos que viven de los recursos naturales de su costa.
Rajoy, quien hace menos de una semana sostuvo tajante
que el combustible se congelaría en el fondo del mar, ahora reconoció
que no sabe "si se solidificará o si el contenido estallará
en sus bodegas". De momento, el gobierno activó -cinco semanas después
de iniciada la crisis- un "comité de expertos" para decidir cuál
es la mejor opción para el tratamiento de ese combustible: o la
extracción o esperar a que se congele.
Esta posibilidad fue rechazada por las organizaciones
ecologistas, que sostienen que si el buque permanece en el fondo del mar
la catástrofe subsistiría durante décadas, como dicen,
ha quedado demostrado en desastres ecológicos similares.
Esos orificios en la proa y popa del Prestige son
el origen, según los expertos, de las dos "grandes manchas" de las
que informó el gobierno español; una de 14 y otra de 10 kilómetros
de largo.
Pero este dato, como casi toda la información del
gobierno, fue puesto en duda por las cofradías y agrupaciones de
pescadores, ya que el Instituto Hidrológico de Portugal sostuvo
que la mancha negra localizada en las inmediaciones del sitio del hundimiento
es de 50 por 20 kilómetros de extensión.
Asimismo, se detectaron decenas de manchas negras que
amenazan las playas de Asturias, Cantabria, el País Vasco, la costa
sur francesa -cuyas autoridades se encontraban hoy en estado de alerta-
y el norte de Portugal, que se acercan de forma anárquica pero persistente.
En la región gallega más dañada por
el desastre, la Costa da Morte, se viven momentos de desasosiego al encontrarse
esta tarde nuevos arenales afectados por el hidrocarburo, la mayoría
en las mismas playas que habían sido parcialmente limpiadas por
los miles de voluntarios civiles que se solidarizaron con el pueblo gallego.
El patrón mayor de Finisterre, José Manuel
Martínez, aseguró que cinco playas de la región que
ya se encontraban limpias están afectadas, y exigió "más
material para las tareas de recogida del chapopote".
Mientras arrecian las críticas y la indignación
por la "ineficacia", "ineptitud" y la "censura informativa" que ha caracterizado
al gobierno español durante la crisis socioeconómica y ecológica
en Galicia y la costa cantábrica, José María Aznar
respondió por primera vez al malestar de las familias afectadas.
En breve entrevista con la televisión pública
española, Aznar reconoció que "tenemos noticias de serena
preocupación" sobre las incidencias futuras de la marea negra, al
tiempo que afirmó que "es imposible que se hayan tomado decisiones
equivocadas".
El jefe de gobierno, que negó someterse a una sesión
de control por el Congreso, calificó la situación en Galicia
como "la mayor catástrofe ecológica que ha tenido España",
pero defendió su gestión en la crisis, para lo que destacó
cuatro aspectos: las ayudas económicas públicas, que hoy
empezaron a cobrar una parte de los pescadores afectados; la limpieza del
vertido tóxico, en la que exaltó la labor de los voluntarios
y de las fuerzas armadas; las medidas de prevención, que se traducen
en una legislación común en la Unión Europea; y el
diseño de "medidas para que Galicia salga adelante".
Admitió que "es posible que hayamos llegado tarde
a determinadas situaciones, es posible que hayamos cometido equivocaciones
pero hemos hecho todo el esfuerzo posible para afrontar una situación
para la que ningún país está preparado".
La Unión Europea aseguró que existen posibilidades
de que España se beneficie del nuevo fondo contra catástrofes
para paliar las consecuencias de la marea negra.
Las autoridades comunitarias examinan una petición
en ese sentido del gobierno español. "No es una catástrofe
natural, pero tiene efectos sobre la naturaleza", aseguró un portavoz
de la Comisión Europea.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió
a la comunidad internacional sobre la excesiva explotación de los
recursos marinos, en la celebración del vigésimo aniversario
de la Convención de la ONU sobre los derechos del mar, reportó
desde Nueva York la agencia Dpa.