Entregan primero a Washington el informe de
Bagdad sobre armas; Siria protesta
Realizan expertos en desarme de la ONU "exitosa" inspección
a dos sitios iraquíes
Kofi Annan afirma que la guerra "no es inevitable";
las fuerzas estadunidenses se alistan
AFP, REUTERS Y DPA
Bagdad, 9 de diciembre. Los expertos en desarme
de la Organización de Naciones Unidas (ONU) inspeccionaron satisfactoriamente
dos sitios iraquíes que, según Washington, podrían
ser utilizados para producir armas químicas, mientras la ONU examina
la declaración presentada por Irak como prueba de su desarme y Estados
Unidos concretaba sus planes de guerra.
Este lunes, 25 inspectores que llegaron la víspera
a Bagdad empezaron a trabajar con 17 de sus colegas. Un equipo de la Comisión
de Control, Verificación e Inspección de la ONU (Unmovic)
revisó satisfactoriamente, por segundo día consecutivo, una
fábrica de Faluja, 50 kilómetros al oeste de Bagdad, donde
se fabrican insecticidas.
Faluja, que cuenta con tres complejos principales, fue
un lugar muy activo en el desarrollo de armas químicas y biológicas
de Irak. Ahora, Estados Unidos sospecha que reanudó la fabricación
de sustancias mortales.
Por otra parte, un equipo de la Agencia Internacional
de Energía Atómica (AIEA) entró en la ex central nuclear
de Tuwaitha, complejo cercano a Bagdad con más de 100 edificios,
que fue un centro neurálgico en el ámbito de las investigaciones
nucleares iraquíes. Por la noche, la ONU manifestó en Bagdad
su satisfacción por las inspecciones de Tuwaitha y Faluja, y afirmó
que se desarrollaron con "éxito".
Mientras, funcionarios estadunidenses comenzaron a estudiar
el lunes la voluminosa declaración sobre los programas de armas
de Irak, luego de que la ONU le entregó una copia tras revertirse
una decisión anterior del Consejo de Seguridad. Luego de negociaciones
efectuadas el fin de semana entre expertos de armas de la ONU y diplomáticos
estadunidenses y de los otro cuatro miembros permanentes del consejo (Gran
Bretaña, Francia, Rusia y China), se acordó que los cinco
tuvieran acceso a las 12 mil páginas, dijeron diplomáticos.
Según
el arreglo al que llegaron los miembros del consejo antes de la llegada
del documento a Nueva York la noche del domingo, Estados Unidos debió
fotocopiar la declaración, que primero se le entregó a Washington
y posterioremente se distribuyó a los otro cuatro miembros permanentes.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, indicó
que no se enteró de ese acuerdo sino hasta la mañana de este
lunes. "El consejo es amo de sus decisones; si decidió hacer eso,
es su derecho y no lo objetaré", comentó.
Estados Unidos aseguró que la decisión de
confiarle la única versión completa de la declaración
iraquí, posteriormente entregada a los otros cuatro miembros permanentes,
se justifica por el hecho de que dispone de la capacidad técnica
de hacer copias rápidamente con estrictas medidas de seguridad,
declaró el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher.
"Tenemos una copia que será reproducida utilizando los recursos
del gobierno estadunidense, porque estamos en condiciones de hacerlo en
grandes volúmenes, con la pericia técnica necesaria y en
un ambiente controlado", agregó.
Sin embargo, Boucher se negó a indicar si Estados
Unidos conserva el documento en Nueva York o si lo envió a Washington,
mientras fuentes diplomáticas de la ONU aseguraron que la voluminosa
declaración fue inmediatamente enviada a la capital estadunidense.
Siria, el único país árabe entre
los 15 miembros del consejo, calificó de violación contra
el reglamento del organismo mundial el hecho de que el informe iraquí
fuera entregado a los miembros permanentes. Así se violó
la resolución 1441 sobre el desarme de Irak, afirmó el embajador
sirio ante la ONU, Mijail Wehbe.
A su vez, el gobierno iraquí advirtió a
la ONU sobre el riesgo de que se distribuya ampliamente su declaración
de 12 mil páginas. La advertencia fue firmada por el ministro de
Relaciones Exteriores, Naji Sabri, al final de una carta de ocho páginas
enviada al presidente en turno del Consejo de Seguridad, el colombiano
Alfonso Valdivieso.
Por su parte, el primer ministro australiano, John Howard,
pidió a Estados Unidos que revele cualquier información en
su poder que contradiga al gobierno iraquí y su afirmación
de que ya no tiene armas de destrucción masiva.
La portavoz de la AIEA, Melissa Fleming, señaló
que "nuestros expertos trabajaron ayer hasta bien entrada la noche y continuaron
esta mañana" en el análisis del informe de Bagdad, y la primera
vista parece confirmar la versión iraquí de que el régimen
de Saddam Hussein no cuenta con armas de destrucción masiva.
Precisó que 85 por ciento de los documentos sobre
proyectos nucleares entregados el sábado por Bagdad son muy parecidos
a los mostrados en 1998 sobre su programa atómico. Habrá
que realizar un estudio detallado para ver si se han producido alteraciones
o se añadieron documentos, indicó.
Kofi Annan indicó que "los inspectores tendrán
que revisar y analizar (los informes) e informar al Consejo de Seguridad.
Creo que van a tardar un poco de tiempo", agregó. Según el
secretario general de la ONU, un ataque contra Irak dirigido por Estados
Unidos "no es inevitable", y señaló que si Bagdad coopera
totalmente con el desarme, "no veo ninguna razón para que haya guerra".
En tanto, el ex presidente estadunidense Jimmy Carter,
quien este miércoles recibirá el premio Nobel de la Paz 2002
en Oslo, afirmó que Irak ha cumplido hasta ahora todos los compromisos
frente a los inspectores de armas de la ONU, y reiteró que un ataque
militar sólo estaría justificado si la cúpula iraquí
no cumple del todo con dichos compromisos.
Carter se mostró contrario a actuar militarmente
con el objetivo de lograr un cambio de régimen en Bagdad. Sobre
la política de George W. Bush señaló: "por el momento
coincido completamente con la actuación de su administración".
Por lo pronto, las fuerzas estadunidenses comenzaron este
lunes un importante ejercicio en Qatar, destinado a poner a prueba un centro
de comando avanzado que podría servir en caso de una invasión
a Irak, luego que The New York Times reportó este fin de
semana que en la región del golfo Pérsico se encuentran cerca
de 60 mil soldados e infantes de marina, así como 200 aviones de
guerra. Sólo en Kuwait, el ejército estadunidense tiene listo
el armamento de dos brigadas, y el material de una tercera se encuentra
en camino, en el marco de los preparativos para una eventual ofensiva bélica
contra Irak.