Celebra en EU el décimo aniversario del TLCAN

En familia, Carlos Salinas busca recuperar su imagen

JIM CASON CORRESPONSAL

Washington, 8 de diciembre. Carlos Salinas lanzó hoy una campaña para tratar de recuperar su imagen con la ayuda del ex presidente George Bush, el ex primer ministro canadiense Brain Mulroney y los aplausos de los promotores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que se reunieron en esta capital para celebrar el décimo aniversario de la firma de ese acuerdo.

El ex mandatario gozó del reconocimiento por su trabajo en la firma del TLCAN, pero algunos expertos estadunidenses señalaron que eso no será suficiente para recuperar su imagen de estadista. ''Es un bien dañado'', dijo George Greayson, experto en relaciones bilaterales, quien participó en el foro para celebrar la firma del TLC. Añadió que aunque el papel de Salinas en la promoción del tratado sea reconocido, el ex presidente tiene pocas probabilidades de recuperar su imagen de la misma manera que lo hizo Richard Nixon después del Watergate.

Aunque la presencia de Salinas en Washington recibió amplia atención en México, no ocurrió así en los medios estadunidenses. The Washington Post publicó este martes una entrevista con el ex mandatario, pero sin destacarla en su primera plana.

No obstante, según varias fuentes, éste fue un acto importante para Salinas. Hace unos años, el ex presidente trató de organizar una presentación pública de su libro en Washington, pero fue rechazado por todas las instituciones que buscaba como anfitrionas. Así, hoy fue su primera presentación pública en la capital estadunidense desde que dejó el poder; sus allegados trabajaron intensamente las últimas semanas para organizarle entrevistas con medios y otros actos en torno a esta reaparición.

Pero incluso los anfitriones de este acto intentaron restar importancia a la participación de Salinas. El ex representante Lee Hamilton, director del Woodrow Wilson Center -que organizó el foro-, rehusó comentar sobre el significado de esta presentación y acompañó a los tres ex gobernantes fuera de la sala cuando los reporteros comenzaron a preguntar sobre la imagen del ex mandatario.

El ex embajador estadunidense en México, James Jones, quien presentó a Carlos Salinas, elogió las políticas económicas de éste, pero no le ofreció ningún apoyo personal. Sin embargo, no hay duda de que el ex presidente recibió este lunes el firme respaldo público de varios de quienes fueron las figuras políticas más importantes de América del Norte. Sentado junto al ex primer ministro canadiense Mulroney y al ex presidente Bush, Salinas recibió elogios por su papel en la negociación del TLC. Su esposa, Ana Paula Gerard, estuvo entre el público junto con las esposas de Mulroney y Bush. Luego se realizó una comida a puerta cerrada en la que participaron el nuevo embajador estadunidense en México, Tony Garza, y el asesor de Seguridad Nacional para América Latina, John Maisto.

''Hola, amigo Carlos'', exclamó el ex presidente Bush. ''No tengo duda de que cuando la historia finalmente se escriba, se registrará que el primer ministro Mulroney y el presidente Salinas dirigieron a sus países con visión y distinción. Fui bendecido con la amistad de estos dos líderes.''

Mulroney no apoyó públicamente a Salinas, pero sí alabó sus esfuerzos para negociar el TLCAN como una ''dramática ruptura con el pasado'', una negociación ''revolucionaria en concepto''.

Otros fueron más cautelosos. Sidney Weintraub, economista del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, estuvo junto a Salinas durante la comida. Cuando se le preguntó si este acto marcaba la recuperación de la imagen salinista dijo escuetamente: ''No lo creo''. Tal vez en México, pero no aquí, señaló.

George Greayson, profesor del Colegio William and Mary, en Virginia, dijo que se le reconoce a Salinas en Estados Unidos por sus logros en la apertura económica de su país. ''Gozó de cuatro años y medio buenos en su puesto. Creo que si uno hiciera una encuesta pública aquí (en el foro) la mayoría compartiría mi opinión de que hizo una contribución única. Pero la manera en que dejó el puesto y el país le han eliminado cualquier futuro como algún tipo de interlocutor. El que surja como una especie de estadista nixoniano no ocurrirá.''

Armand Peschard-Sverdrue, director del programa de México en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, opinó: ''Este foro no se trata del TLCAN. Es la aparición de Salinas como un tipo de estadista en el escenario internacional para que el pueblo mexicano lo vea. Y para que vean que es considerado bajo una luz diferente en el extranjero entre los líderes de los otros dos países de América del Norte''.

Peschard reconoció que hay una ''connotación negativa'' en torno a su sexenio. ''Es un hecho que tiene un hermano que está actualmente encarcelado. Los políticos en Washington serán más cautelosos'' en asociarse muy de cerca con el ex presidente.

Aunque Carlos Salinas tuvo un intenso programa de reuniones privadas, todas las dependencias gubernamentales contactadas en Washington señalaron a La Jornada que no tenían planes para mantener entrevistas con el ex mandatario mexicano.