Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 3 de diciembre de 2002
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Espectáculos
Incluye cuatro versiones de temas del grupo chileno Los Tres

Café Tacuba presentó en concierto su nuevo "disquito" a la chilanga banda

Con baterista invitado y tras dos años de no tocar en la capital, los tacubos regresan

"Estábamos ausentes pero no echando la güeva; compusimos nuevas cancioncitas": Gallo-gass

PATRICIA PEÑALOZA

Con la novedad de un baterista invitado, lo cual derivó en canciones mucho más ponchadas que lo habitual, Café Tacuba se entregó la noche del domingo a sus seguidores, tras dos años de no tocar ante una chilanga banda que, desde el primer segundo, estuvo entregada en corazón y canto.

Con el pretexto de presentar su nuevo "disquito", como lo llamó el vocalista Cosme/Anónimo/ Ritacantalagua/Gallo-gass (mejor conocido en su casa como Rubén Albarrán), el cual incluye cuatro versiones de temas de la banda chilena Los Tres, los tacubos recorrieron su discografía e interpretaron de modo renovado sus folcloripopróquer temas. "Nos da mucho gusto estar de nuevo con ustedes, de verdad que los queremos mucho", exclamó al iniciar el cantante, quien en todo el toquín no se quitó su gorrito-antifaz de estambre con símil de cresta de gallo, mismo que era vendido y portado entre la gente dentro del teatro.

Nuevos arreglos

Los allegados no dejaron de corear los temas, mientras Gallo-gass le tupía a sus brincos de cabra loca. Iniciaron con Olor a gas, de Los Tres, siguieron con Cómo te extraño, de Leo Dan, y La locomotora, de su autoría. El poder de las percusiones de Luis Ledezma le dio un sonido diferente (siempre usan secuencias), y el mood fue más rocanrolero. Sus arreglos también variaron en los teclados (Emmanuel Meme del Real) y el bajo (Quique Rangel).

A pesar de que varias de sus rolas tienen más de 10 años de edad y de que varias no eran conocidas, su calidad interpretativa y meticuloso cuidado en sonorización y escenografías los siguen refrendando como una de las bandas de rock local de mayor vigencia, propuesta e integridad.

Gallo-gass dice que aunque andaban ausentes "no han echado la güeva, sino que han compuesto nuevas cancioncitas". Acto seguido, Tomar el fresco, interesante nueva rola con quiebres rítmicos y compases irregulares. Con arreglos distintos, el viejo tema El ciclón sonó fresco.

Vino luego el momento folclórico-intimista, en el que Tírate, de Los Tres, "una banda a la que queremos y respetamos", dijo Gallo, fue tocada con jarana veracruzana. Gallo-gass, de corbata roja, expresó que habían hecho el EP vale callampa (vale madres, en caló chileno) como homenaje, aunque quisieran rendírselo a todo el rock hispanoamericano. De ese modo, tocaron un popurrí que enardeció a la ya de por sí calurosa audiencia: a ritmo huapanguero y sonido acústico vía jarana, guitarra y el violín del músico tradicional Alejandro Flores, desfilaron líneas del Pachuco, de Maldita Vecindad; Dormir soñando, de El Gran Silencio; Mala vida, de Mano Negra; Matador, de los Fabulosos Cadillacs; Daneléctrico, de Babasónicos; Bolero falaz, de Aterciopelados; Viento, de Caifanes, y Triste canción, de El Tri. El teatro casi se cae con Ingrata en desenchufado: sonó tan chida como una banda de pueblo. El ciclo folclórico cerró con Ojalá que llueva café, de Juan Luis Guerra, huapangueada.

Otra vez con secuencias, tema disco-funk siempre pedido, El baile y el salón sonó groovie mientras el público cantó solo. Dijo Gallito emulando un trozo de la letra: "De repente vimos que el amor era bailar con ustedes". Con esta frase y varias más el público escuchó a un vocalista querendón y más parlanchín de lo habitual.

Vino el bloque de cuando sus rolas eran más humorosas y brincolinas, con el medley Las Batallas-Rarotonga-Las Persianas. Luego, quejoso, Gallo hizo notar que todas las ciudades a las que han ido por el mundo están llenas de chilangos. La gente ovaciona, pero él espeta: "¡Y se alegran! ¡Pero no, si son repinche cochinos!" Y que se avientan esa de Jaime López hecha hip hop llamada Chilanga banda.

Volvió el bataco con Un amor violento, de Los Tres, y la inédita Qué pasará. El power siguió con No controles.

-¿Quieren más? -pregunta Gallo.

-¡Síííííí! -responde el público.

-"Pues compren su boleto y vengan mañana. Ah, pero ya no se puede, porque están agotados".

Tan mamuca respuesta se mereció sus respectivos "¡Culeeeeeeeroo!" Llegó La chica banda, con inicio tipo Quiet Riot e intermedio funk a lo Herbie Hancock. Su primer cierre fue con Déjate caer, de Los Tres, con todo y la coreografía naqui-kitsch del video, que arrancó multiovaciones.

Del silencio brotó el rico bossanova Aviéntame, de Amores Perros, con Meme solito y su guitarra; luego Joselo Rangel idem, con Muérete, de su proyecto solista; también de éste, Gallo cantó Déjame intento. Y tras la sentimental frase "en el cielo son las estrellas y en la tierra son ustedes... Gracias, han cantado pocamadre", complacieron con Las Flores y el teatro se estremeció. Con el público en la bolsa, tocaron una nueva, muy surf-electro, y la punky Pinche Juan. Fuera de programa, ante la ovación total, tocaron Dos niños y María, donde la gente meneó encendedores. Gallo se emocionó tanto ("Ah, se ve bien bonito"), que pidió apagar las luces del escenario; como no le hacían caso los técnicos, gritó: "¡Que apaguen las luces, putos!" Fue el fin, aunque apenas cerraba el primero de tres conciertos (ayer y hoy). La gente se fue satisfecha, pues en definitiva los tacubos para nada valen callampa.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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