Habría sido destruido por bombardeos
de Occidente o estaría en otro sitio
Los inspectores de la ONU detectan en Irak faltante
de equipo inventariado
Bush continúa su presión para que Hussein
cumpla con dar informes en el plazo fijado
REUTERS, AFP Y DPA
Bagdad, 2 de diciembre. En su quinto día
de trabajo desde que regresaron a Irak, los expertos de armas de la Organización
de Naciones Unidas (ONU) descubrieron este lunes que parte del equipo marcado
en inspecciones previas ya no estaba en una fábrica de misiles en
Bagdad.
En tanto, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush,
continuó aumentando la presión sobre el mandatario iraquí,
Saddam Hussein, para que cumpla con la fecha límite impuesta por
la ONU para que declare cualquier tipo de armas de exterminio masivo.
El de hoy fue el primer problema técnico desde
que se reanudaron las inspecciones la semana pasada. Un comunicado de los
expertos señaló que funcionarios iraquíes explicaron
que el equipo faltante pudo haber sido destruido en los bombardeos de aviones
occidentales o fue llevado a otras instalaciones.
Una
fuente de la ONU declinó comentar la seriedad del asunto, aunque
aclaró que los iraquíes informaron a los inspectores dónde
fue llevado el resto del equipo. "En su momento, nuestros inspectores verificarán
dicha información", declaró.
Un comunicado de los inspectores refirió que "en
1998, el sitio contenía una cantidad de piezas de equipo etiquetado
por la Comisión Especial de Naciones Unidas (Unscom, por sus siglas
en inglés) y varias cámaras de monitoreo. Ninguna de esas
piezas está actualmente en el lugar y se ha argumentado que algunas
fueron destruidas por bombardeos del lugar y otras fueron transferidas
a otros sitios".
Los expertos, que han destacado que su misión se
encuentra aún en sus primeras etapas, realizaron en Bagdad una de
las inspecciones más prolongadas hasta la fecha. Un equipo revisó
durante más de seis horas el complejo Karamah, administrado por
la Comisión de Industrialización Militar en el distrito industrial
de Wazireyah, en la capital iraquí, donde faltó el material
marcado en inspecciones previas.
El brigadier Issam Dawood afirmó que el sitio fue
bombardeado durante un ataque de aviones de combate británicos y
estadunidenses en 1998 ante la presunta falta de cooperación de
Bagdad con los inspectores.
Los expertos de la ONU impidieron todo movimiento de entrada
y salida del complejo de Karamah, a pocos kilómetros de donde se
hospedan -el antiguo hotel Canal, en las afueras de Bagdad.
Por su parte, el presidente Bush dijo que la forma como
ha actuado Irak hasta ahora con las inspecciones de desarme de la ONU no
es "alentadora", porque "un régimen que ha disparado sobre los pilotos
estadunidenses y británicos no está en camino de cumplir"
con las resoluciones de la ONU.
Agregó que espera una declaración detallada
y completa de Bagdad antes del 8 de diciembre sobre sus armas de destrucción
masiva, que "deberá ser creíble y completa, de lo contrario
el dictador iraquí demostrará al mundo una vez más
que no ha cambiado su comportamiento". La resolución 1441 del Consejo
de Seguridad, aprobada el 8 de noviembre, da un mes de plazo a Bagdad para
presentar una lista detallada de su armamento.
De su lado, Gran Bretaña acusó a Hussein
de violaciones a los derechos humanos, que van desde bañar con ácido
y arrancar los ojos hasta ejecuciones masivas.
Cuando faltan seis días para que se cumpla el plazo
en que Hussein debe entregar al Consejo de Seguridad una lista de sus supuestas
armas de exterminio masivo, funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores
británico difundieron un informe de 23 páginas que registra
"las acciones bárbaras del régimen".
"Hemos publicado este expediente porque pensamos que es
muy importante que el pueblo inglés comprenda el mal que ha hecho
y hace Hussein", declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Jack
Straw. "Hay un terror sistemático perpetrado por Hussein diariamente
contra su propio pueblo."
Sin embargo, Amnistía Internacional (AI) denunció
en la capital británica "el uso selectivo" de la situación
sobre los derechos humanos en Irak por el gobierno británico. Asimismo,
precisó que no ha "tenido tiempo todavía" de examinar en
detalle el documento de la cancillería británica. "En momentos
en que el debate sobre la oportunidad de recurrir a la fuerza militar en
Irak toma amplitud, se olvidan cruelmente los derechos de los iraquíes,
quienes sufrirían las consecuencias de una eventual acción
militar", afirmó AI.
Por su parte, aviones estadunidenses y británicos
arrojaron este lunes 240 mil panfletos sobre instalaciones de defensa aérea
al sudeste de Bagdad, en los que instaron a las tropas iraquíes
a no reparar importantes equipos de comunicación dañados
el domingo durante un bombardeo, informó el ejército estadunidense.
Mientras, los países vecinos de Irak verían
con agrado la destitución de Hussein, pero ponen condiciones antes
de apoyar la intervención de Estados Unidos, informó el diario
The New York Times.