Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 3 de diciembre de 2002
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Economía

Antes de planes de salud se debe acabar con el hambre

Por la pobreza, 60 de cada 100 niños de AL sufren depresión, dice el BID

AGENCIAS

Sao Paulo, 2 de diciembre. La pobreza en América Latina, que afecta a 50 por ciento de la población total de la región, perjudica con mayor rigor a los niños menores de 14 años que a la población adulta: de cada 100 niños latinoamericanos, 60 presentan síntomas de depresión y, de ellos, seis terminan por suicidarse, reveló el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

De acuerdo con el economista y sociólogo del organismo Bernardo Kilksberg, ''antes de aplicar programas de salud y de educación en América Latina es necesario combatir el hambre, pues un niño con este padecimiento no puede tener salud ni educación''.

Al participar en un seminario, el coordinador general de la Iniciativa Interamericana de Capital Social y Desarrollo del BID precisó que los estudios de los países latinoamericanos revelan que 20 por ciento de esa población que vive por debajo de la línea de la pobreza destina todos sus ingresos a la compra de alimentos.

En su libro Hacia una economía con rostro humano, Kilksberg, uno de los más destacados estudiosos del fenómeno de la pobreza, señala que 3 mil millones de personas, la mitad del total a nivel mundial, vive por debajo de la línea de pobreza, es decir, con menos de dos dólares diarios, y mil 200 millones lo hace por debajo de la línea de pobreza extrema, con menos de un dólar diario.

Ante la situación anterior, el especialista se refiere a una cruel paradoja: mientras las revoluciones tecnológicas recientes permiten ejercer condiciones de producción excepcionales para que el planeta pueda alimentar a 12 mil millones de personas -es decir, el doble de la población actual-, 3 mil millones de individuos viven por debajo de la línea de pobreza.

La infancia, en el abandono

''Esta economía insensible'', apunta el investigador, genera diversos efectos, entre los que destaca el ''abandono casi total de los niños en América Latina, de los cuales 60 por ciento son pobres y un tercio de los menores de dos años está desnutrido en uno de los continentes con mayor capacidad de producción de alimentos''.

Kilksberg señala además que 30 por ciento de los niños de la región no completa los estudios primarios y 70 por ciento no termina la escuela secundaria. La falta de acceso a la educación, dijo, es uno de los principales obstáculos para erradicar la pobreza y reducir las desigualdades en los países.

Tan sólo en Tegucigalpa, Honduras, hay 20 mil niños de la calle, de los cuales 60 por ciento está en estado de depresión, y 6 de cada diez se suicidan.

El especialista ha hecho un llamado en diferentes ocasiones a ''revincular'' la ética y la economía, proceso en el que la responsabilidad social tendría que cumplir un papel importante, pues su participación no se refiere sólo a la aportación de dinero o a la realización de acciones filantrópicas, sino a la aportación de nuevas tecnologías al servicio del sector social, a la facilitación de canales de distribución y otros.

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