Analiza la institución el periodo caracterizado
por la imposición de la apertura comercial
La distribución del ingreso en el país
empeoró desde 1984: BM
En ese lapso han nacido 20 millones de personas
condenadas a vivir en una sociedad más desigual
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Las reformas de libre mercado impuestas a México
en los pasados 17 años, que pretenden ser profundizadas por el actual
gobierno, disminuyeron las tasas de crecimiento de la economía.
El incremento actual del producto interno bruto (PIB), de 1.1 por ciento,
es apenas una quinta parte del promedio anual logrado en la década
anterior, al inicio de los cambios estructurales, que fue de 5.8 por ciento.
Más aún, en las anteriores dos décadas
la tasa promedio de crecimiento de la economía ha sido de apenas
2.3 por ciento al año, mientras que en ese periodo han nacido 20
millones de mexicanos condenados a vivir en una sociedad cada vez más
desigual en cuanto a la distribución de la riqueza que genera el
país, de acuerdo con reportes oficiales.
"La distribución del ingreso en México empeoró
en el periodo comprendido a partir de 1984", precisamente cuando se iniciaron
las reformas de libre mercado, señaló un estudio del Banco
Mundial (BM). Otros informes revelan que aquellos cambios contribuyeron
a incrementar la desigualdad en la distribución de la riqueza que
genera el país. El estudio, orientado a analizar la distribución
del ingreso en el país después de las reformas económicas,
aseguró que México ocupaba en 2000 el sexto lugar mundial
en desigualdad del ingreso a nivel de hogar y el tercero en áreas
urbanas.
"En un contexto internacional la situación de México
no es favorable. La porción del ingreso de los individuos en el
decil más alto (el 10 por ciento de la población que concentra
el mayor ingreso) respecto al ingreso de los cuatro deciles más
bajos es mayor a lo observado en otros países con alto ingreso,
así como en la mayoría de los países de bajo ingreso",
indicó el estudio.
La
etapa posterior al inicio de las reformas de libre mercado, adelgazamiento
del Estado y apertura comercial y financiera -iniciadas en el gobierno
de Miguel de la Madrid (1982-1988)- imprimió menor dinamismo en
la crecimiento de la economía respecto del registrado en las décadas
anteriores.
De acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI), entre 1960 y 1969 el producto
interno bruto (PIB) de México creció a una tasa anual promedio
de 7.12 por ciento, con una inflación de 2.57 por ciento. En la
década siguiente, de 1970 a 1979, el PIB tuvo un incremento anual
de 5.8 por ciento en promedio, con inflación de 16.02 por ciento,
también en promedio anual.
En el periodo comprendido entre 1980 y 1989 la economía
creció a una tasa anual de 1.89 por ciento y la inflación
fue de 69.73 por ciento al año como promedio. De 1990 a 1995 el
PIB se incrementó a una tasa anual de 1.26 por ciento. De 1996 a
2000 lo hizo a un ritmo de 5 por ciento anual y, en los dos primeros años
de la administración del presidente Vicente Fox Quesada el incremento
fue de sólo 0.5 por ciento.
"Hay que superar el mito de que la economía mexicana
crece", opina León Bendesky, socio director de la consultoría
SIREM. Los datos oficiales reflejan que en los pasados 20 años (un
periodo que cubre significativamente el establecimiento de las reformas
de libre mercado en el país), la tasa de aumento del PIB fue de
sólo 2.3 por ciento en promedio, mientras que la inflación
tuvo un incremento geométrico, de 90 mil por ciento.
Durante las casi dos décadas que comprenden el
inicio de las reformas de libre mercado en México -y en el conjunto
de América Latina- la distribución del ingreso se ha vuelto
más desigual, hecho que indica que la riqueza generada en el periodo
ha beneficiado a los individuos en situación económica más
favorable y en detrimento de las clases pobres y medias.
En 1984, de acuerdo con el INEGI, la décima parte
de los habitantes más ricos del país detentaban 32.77 por
ciento del ingreso nacional. De manera más amplia, en ese año
el 30 por ciento de los mexicanos más ricos recibía 61.66
por ciento del total del ingreso disponible en el país.
En 1992 la situación se había vuelto más
favorable para ese segmento de la población. Los mismos datos del
INEGI señalan que 38.2 por ciento del ingreso disponible en ese
año se concentraba en la décima parte de la población
más acaudalada. Para ese periodo, 65.6 por ciento del total del
ingreso estaba en poder del 30 por ciento de los individuos más
acaudalados.
El último reporte del INEGI sobre el tema señala
que la desigualdad en el ingreso continuó acentuándose. El
10 por ciento de la población más acaudalada detenta 38.7
por ciento del ingreso total.
En términos de crecimiento del PIB per cápita,
las dos pasadas décadas pueden considerarse como perdidas. El Banco
Mundial señala que entre 1980 y 1990 este indicador tuvo un decrecimiento
de uno por ciento, mientras que en el periodo comprendido entre 1990 y
2000 el aumento fue de 1.4 por ciento. Así, el incremento real en
20 años fue de sólo 0.4 por ciento.
La cifra contrasta con lo ocurrido en los años
previos al inicio de las reformas económicas. En la década
de 1960 a 1969, la tasa de variación del PIB per cápita fue
de 3.09 por ciento, en tanto que en el periodo de 1970 a 1979 el incremento
alcanzó 3.19 por ciento.
Los resultados de México sólo son un reflejo
de lo ocurrido en Latinoamérica después de las reformas económicas
impuestas desde mediados de los años 80 por el Fondo Monetario Internacional,
el Banco Mundial y los gobiernos locales.
El crecimiento de la región en los años
90, de 2.9 por ciento como media anual después de las reformas,
apenas superó la mitad del experimentado en los años 60,
cuando fue, también en promedio anual, de 5.4 por ciento, de acuerdo
con indicadores del Banco Mundial.
"En toda la región los pueblos se preguntan: ¿fracasó
la reforma, fracasó la globalización? La distinción
acaso sea artificial: la globalización fue el centro de las reformas.
Incluso en países que lograron cierto crecimiento, como México,
los beneficios fueron acaparados por el 30 por ciento de la población
y en especial por el 10 por ciento más rico. Los pobres apenas ganaron
y muchos están peor." La cita es de Joseph Stiglitz, premio Nobel
de Economía 2001 y ex vicepresidente del Banco Mundial.