Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 1 de diciembre de 2002
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Política
El modelo económico ha dejado en AL 250 millones de pobres y pérdida de soberanía

Repudian jóvenes efectos neoliberales

Estudiantes de la región reunidos en Guadalajara rechazan acuerdo continental

MARIA RIVERA ENVIADA

Guadalajara, Jal., 30 de noviembre. El optimismo por los recientes triunfos de movimientos populares en Brasil y Ecuador, así como por la creciente ola antiglobalizadora, es palpable en el decimotercer Congreso Latinoamericano de Estudiantes, que se celebra en esta capital. Los tiempos del reflujo, de los llamados a la resignación, del tan proclamado fin de la historia, son cosa del pasado, parecen decir los jóvenes en cada intervención.

Pero la convicción de que otra América es posible, lema del encuentro organizado por la Federación de Estudiantes Universitarios de la Universidad de Guadalajara, no está exenta de realismo y memoria. En el primer día de trabajo se evaluaron los saldos en el continente de las políticas neoliberales instauradas desde principios de los ochenta: creciente pérdida de la soberanía, 250 millones de individuos por debajo de la línea de pobreza, 75 millones de ellos en condiciones extremas, y niveles de desempleo como nunca antes en la historia. Un mundo de personas sin acceso a la educación, a la salud, al trabajo. Seres sin futuro.

''Estos latinoamericanos -indicó el investigador argentino Pablo Gentilli en la primera conferencia de las jornadas, relativa al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA)- no son un agregado disfuncional, como pretenden hacerlo creer organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio o el Fondo Monetario Internacional, sino el resultado directo de sus políticas. Si no entendemos exactamente lo que significan los llamados tratados de libre comercio y las diferentes formas de integración subordinadas que se proponen para América Latina, difícilmente vamos a poder diseñar estrategias efectivas de lucha contra ellos".

Gentilli, investigador de la Universidad de Río de Janeiro, explicó que en los proyectos como el ALCA coexisten dos tendencias que muchas veces parecen contradictorias, pero que no los son: integran algunas cosas a la vez que desintegran otras. Provocan una integración política, económica y cultural, en la medida en que las normas jurídicas que regulan el funcionamiento cotidiano de estas áreas dependen cada vez más del marco jurídico que establecen organismos supranacionales.

En ese contexto se preguntó: habría que ver qué tanto poder tendrán los nuevos gobiernos de Brasil y Ecuador de influir en sus políticas nacionales. Ejemplificó con el tema educativo. ''Podemos decir que para mejorar la educación se requiere una ley nacional emancipatoria, pero esta visión soberana en materia universitaria se deshace con una ley de patentes que concentra el poder de la propiedad de unas cuantas empresas multinacionales''.

Esta integración -continuó- opera en países donde las políticas de ajuste neoliberal han provocado los mayores niveles de pobreza y exclusión de su historia. "El Banco Mundial dice que las políticas promovidas han sido un éxito, pero que lamentablemente la pobreza ha aumentado. La economía está perfecta, pero la sociedad está cada vez peor... Lo cierto es que la pobreza extrema aumentó. A principios de los noventa había 60 millones de personas en situación de pobreza extrema, diez años después existen 75. Además, el número de niños que trabaja es mayor que hace 300 años. Y dos tercios de los jóvenes de nuestros países viven por debajo de la línea de la pobreza".

Subrayó que estos excluidos son resultado del sistema de producción de riqueza. Con base en El capital, de Carlos Marx -"aunque me tachen de jurásico"-, sostuvo que la producción sistemática de riquezas implica siempre la producción sistemática de pobreza. "Por eso tenemos ahora economías cada vez más opulentas, pero sociedades cada vez más pobres''.

Timi Gerson, por su parte, alertó sobre la solicitud estadunidense de incluir la educación superior y los servicios de capacitación en las negociaciones del ALCA. ''La petición incluye también la educación para adultos'', así como servicios educacionales de pruebas, que incluyen diseño, administración y resultados de la evaluación, elementos fundamentales en el proceso de aprendizaje y evaluación del estudiante''.

Además de plenos compromisos, agregó, los gobiernos deben ofrecer subsidios a las corporaciones extranjeras de educación sobre las mismas bases de las instituciones locales y públicas.

La venezolana Orieta Capón señaló en su intervención que para acabar por el modelo económico se requiere hacerlo también con el modelo de educativo que lo sustenta, que pasa por crear un productor eficiente y sumiso y un consumidor hedonista y acrítico. Para crear esta clase de individuos es que se pretenden privatizar las universidades públicas, por eso las instituciones de educación superior de la región ven cómo su presupuesto se reduce cada día más.

En la inauguración celebrada el viernes por la noche en el hospicio Cabañas estuvieron presentes Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano; Fernando Vecino, ministro de Educación Superior de Cuba; Trinidad Padilla, rector de la Universidad de Guadalajara; Orieta Capón, vicerrectora de la Universidad Simón Rodríguez de Venezuela; Diane Matee, de la Marcha Mundial de Mujeres de Quebec; Rosario Ibarra de Piedra, presidenta de Eureka, así como los perredistas Carlos Imaz y Martí Batres.

Durante tres días las voces de estos estudiantes latinoamericanos discutirán en mesas de trabajo en torno a la educación en la época de los tratados comerciales, género e identidad, los movimientos sociales en la perspectiva social, tecnología de la comunicación en la resistencia al neoliberalismo, el movimiento secundarista, la cultura como expresión y forma de lucha de los pueblos, el movimiento estudiantil y las políticas juveniles de integración. Como dijo uno de los asistentes, recuperando las palabras del subcomandante Marcos en el Zócalo, no piden reconocimiento, simplemente vienen a ocupar su lugar, a construir su sitio en la historia, y a imaginar que otra América es posible.

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