Pobreza y sectores duros bloquean la paz en
Chiapas, dicen
Critican investigadores inoperancia de la Cocopa
Llaman ex guerrilleros a luchar contra el ALCA y el
PPP
JUAN BALBOA Y ANGELES MARISCAL CORRESPONSALES
Investigadores e intelectuales coincidieron en que el
proceso de negociación de paz en Chiapas ha sido frustrado por la
"inoperancia" de la Comisión de Concordia y Pacificación
(Cocopa), por las presiones de la clase política y los sectores
duros de la economía mexicana, "a los que poco o nada les interesa
lograr la paz", y por la grave pobreza, que constituye un elementos clave
en la inestabilidad del estado.
Por su parte, ex combatientes de las guerrillas de El
Salvador, Nicaragua y Guatemala expresaron que una propuesta de paz y desarrollo
integral en México, Centro y Sudamérica debe incluir medidas
de resistencia contra los tratados multinacionales de comercio.
En
el segundo día de trabajos del foro sobre la paz y el desarrollo
social en Chiapas, el investigador Daniel Villafuerte Solís aseguró
que todos los intentos del gobierno federal por restablecer el diálogo
con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) han
sido y serán inútiles, porque no existe "voluntad muy clara"
por parte del gobierno de Vicente Fox para solucionar el conflicto.
Villafuerte Solís, uno de los principales estudiosos
de la problemática social, económica y política de
Chiapas, aludió a la "inoperancia" de la Cocopa en el trabajo de
buscar el acercamiento entre el gobierno federal y el EZLN, pero dijo que
es aún mayor el fracaso del comisionado para la paz, Luis H. Alvarez,
quien no ha logrado establecer un acercamiento con los rebeldes.
Recordó que mientras en el ámbito internacional
muchas organizaciones no gubernamentales presionan para la aprobación
de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, a escala nacional
segmentos importantes de la clase política y los sectores duros
de la economía -"banqueros y grandes industriales exportadores"-
están poco interesados en el contenido del documento, "de ahí
que el gobierno federal no tenga los suficientes incentivos para sentarse
a negociar la paz".
El investigador destacó que la pobreza constituye
un elemento clave en la inestabilidad política; "en efecto, el problema
de la pobreza es uno de los temas cruciales que mantiene la conflictividad,
y en Chiapas se expresa de manera dramática".
Puso ejemplos: "Es difícil lograr la paz sin modificar
las condiciones de desigualdad: en el año 2000 Chiapas tenía
un producto interno bruto por habitante de 6 mil 394 pesos, mientras que
el promedio nacional fue de 15 mil 128 pesos.
En ese año, 22.5 por ciento de la población
ocupada no recibió ingresos y 33.1 por ciento obtuvo menos de un
salario mínimo; en cambio, en el ámbito nacional el segmento
de la población ocupada que no recibió ingresos sólo
fue de 8.3 por ciento, y la que obtuvo menos de un salario mínimo
representó 12.3 por ciento.
"En materia de educación, 24 por ciento de la población
de cinco años y más no contaba con instrucción, mientras
que en el país sólo fue de 13.6 por ciento; la que alcanzó
el sexto año de primaria fue de 14.5 en Chiapas y 16.7 en el país,
y la que superó ese nivel escolar fue de 24.1 en el estado y 4.5
en el ámbito nacional", aseguró el economista.
Datos sorprendentes dio a conocer el doctor Marcos Arana
Cedeño, director de la Defensoría del Derechos a la Salud,
al referirse al diagnóstico realizado por dicha organización,
el Colegio de la Frontera Sur y Physicians for Human Rights en las regiones
afectadas por el conflicto: los Altos, selva Lacandona y norte del estado.
Por su parte, los ex combatientes centroamericanos sostuvieron
que los verdaderos enemigos para los pueblos indígenas y los excluidos
en América Latina son los organismos internacionales, que intentan
imponerse con políticas económicas globales, como el Area
de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el Plan Puebla-Panamá
(PPP).
Convocaron a la movilización social por la vía
pacífica e invitaron al EZLN a que se declare y se una a la protesta
latinoamericana contra dichas medidas económicas trasnacionales.
Alejandro
Bendaña, ex comandante del Frente Sandinista de Liberación
Nacional y ahora doctorado en historia por la Universidad de Harvard, comentó:
"Esperamos contar con el EZLN en la movilización continental contra
el ALCA y el PPP. Creemos que Estados Unidos está impulsando un
plan que nos va a robar la soberanía alimentaria, que nos va a quitar
una serie de derechos que nuestros próceres y constituciones aún
defienden".
Ante cientos de indígenas y mestizos, entre ellos
muchos funcionarios del gobierno estatal, añadió que los
planteamientos contra el ALCA y el PPP son eminentemente nacionalistas,
ya que buscan la seguridad alimentaria y resguardar el derecho de autodeterminación,
pues "sin soberanía no hay democracia".
El terrorismo de Estado es 100 mil veces peor que el practicado
en las calles día a día, sostuvo, y explicó que ahora
hay un "terrorismo de Estado institucionalizado" que aplican los países
ricos mediante la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial,
el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional.
-Con base en la experiencia centroamericana, ¿qué
hace falta para resolver el conflicto en Chiapas?
-El elemento clave se llama justicia y el diálogo
no la garantiza, pero sí es un paso para ello; hay un reclamo de
parte de los pueblos indígenas que es legal y justo.
Ex integrante de la comandancia general del Frente
Farabundo Martí para la Liberación Nacional, Eduardo Sancho,
en sus tiempos de combate comandante Fermán Cienfuegos, criticó
a los partidos políticos que, dijo, son pilares del juego electoral
y del reparto de poder, y mantienen en un estancamiento el movimiento social
cuando deberían ser la vanguardia.
"Falta un proyecto de nación con un plan integrador
de América Central para articular una actuación conjunta
contra el PPP, el ALCA y otras medidas económicas con las que quieren
sumir a los pueblos latinoamericanos", dijo Sancho.
La paz y el desarrollo social de los pueblos en América
Latina sólo será posible partiendo de la aceptación
de propuestas de las bases, que por muchos años han permanecido
oprimidas, agregó.
Por su parte, el alcalde indígena de Quetzaltenango,
Guatemala, Rigoberto Quemé Chay, sostuvo que para arribar a una
paz en Chiapas se deberían abrir más los espacios de interlocución,
con una visión más plural, porque aparte de los indígenas,
muchos sectores sociales están en la marginación y la pobreza.