Los secuestros se redujeron 50%, asegura Navarrete Prida
En este año la PGJEM detuvo a 227 plagiarios y desintegró 34 bandas
SILVIA CHAVEZ Y RENE RAMON CORRESPONSALES
En lo que va del año, la Procuraduría de Justicia del estado de México (PGJEM) detuvo a 227 secuestradores y desintegró a 34 organizaciones que se dedicaban a esa actividad, informó el titular de la dependencia, Alfonso Navarrete Prida.
En ese tiempo, dijo, hubo 30 raptos comprobables, y por su liberación los familiares pagaron 43 millones de pesos. Lo anterior demuestra una reducción de más de 50 por ciento de los secuestros, pues mientras en 2001 se reportaron 75 casos, en 2002 van 30, de los cuales 27 se resolvieron con la liberación de las víctimas y tres son investigados, indicó.
Los raptores, dijo, exigían entre 5 y 21 millones de pesos por cada una de sus víctimas, en su mayoría empresarios y comerciantes interceptados en el Distrito Federal, Morelos y Querétaro.
El funcionario dijo que en muchos casos los familiares piden a la PGJEM no intervenir, pero una vez liberados sus parientes se busca de oficio a los criminales. Los familiares, añadió, han logrado reducir las cantidades exigidas por los delincuentes. No obstante, lamentó que en algunos casos se han pagado hasta 21 millones de pesos.
En tanto, durante cuatro horas 12 policías municipales de Atlautla permanecieron retenidos por pobladores de San Pedro Nexapa, luego de que los uniformados dieran muerte a un presunto talador clandestino, quien con otras personas cortaban árboles en el paraje Las Palomas, ubicado en la región de los volcanes.
La Dirección de Seguridad Pública estatal informó que los taladores y los policías sostuvieron un enfrentamiento cuando éstos respondieron a un llamado de los comuneros de San Juan Tehuixtitlán, quienes denunciaron que su propiedad era arrasada por gente de Amecameca.
En el enfrentamiento, ocurrido a las siete de la mañana, murió Víctor Palacios, y resultó herido de bala su hermano Catalino, por lo que fue trasladado al Hospital General de Amecameca.
Hasta dicho paraje, ubicado en las faldas del volcán Popocatépetl, arribaron habitantes de San Pedro Nexapa, quienes durante más de cuatro horas retuvieron a los agentes municipales.