"Mi disco tiene el toque comercial de los productores
y el mío, de experimentar": afirma
Tocaba bossanova sin saberlo; hoy me encanta: Natalia
Lafourcade
Joao Gilberto, Astrud Gilberto, el grupo Zuco 13 y Caetano
Veloso, algunas de sus influencias
La menuda cantautora considera que la música
cuando sale del corazón llega a cualquiera
GUILLERMO HERRERA ESPECIAL
¿Acerca de divas? También las hay menuditas.
En el mundo del plástico musical, además de letras huecas,
compases sonsonetes y el arduo trabajo de los técnicos para corregir
la falta de talento, abunda también la voluptuosidad. Nada de esto
tiene Natalia Lafourcade, la forquetina.
A sus 18 años (26 de febrero de 1984), compone,
escribe y canta. Su cuna es musical, hija de padre chileno (clavicembalista)
y madre mexicana (pianista).
Menudita, mide poco menos de metro y medio, tez blanca,
ojos claros, no es raro que por momentos sea una adolescente con ganas
de comerse al mundo con un disco, el cual ya está a la venta y se
titula simplemente Natalia Lafourcade.
Antes de este álbum, Natalia formó parte
del trío femenil Twist, el año pasado estuvo a punto de formar
una banda de rock pop, pero las aguas la encausaron hacia otro camino:
la vía solista.
Bajo la producción de Loris Ceroni y Aureo Baqueiro,
Natalia grabó su primer álbum en el que participa Sabo Romo
en dos de los 11 temas del cidí, en el que incluye además
una introducción, un remix y una versión acústica.
La música es muy variada, hay algo de bossa nova, rock, pop, jazz.
Por ello no es difícil verla y escucharla en distintos foros, por
ejemplo recién le abrió las tres presentaciones que dio el
grupo Sin Bandera en el Teatro Metropólitan, realizó una
gira con varios cantautores denominada El Que la Hace la Canta y hace unos
días estuvo invitada en el programa de Conexión MTV.
Entre cables y herrajes
En
una tarde de ensayo ella aparece entre cables y herrajes con una tos de
dos, dos semanas. Deja la guitarra a un lado y busca la manera de acurrucarse
en el asiento delantero de la camioneta estacionada en el jardín.
Es notoria su fragilidad y, aun dentro de la diversidad de sus gesticulaciones,
sus ojos claros revelan sosiego. Entonces, la curiosidad hace presa y surge
por asalto la primera pregunta:
-Tu encuentro con el bossanova, ¿fue casual?
-Tocaba bossanova sin saberlo y fue porque la forma más
fácil de tocar la guitarra era con los dedos (jalando)...
-¿Has tenido un acercamiento mayor con el género?
-Sí. Cuando mis amigos oyeron mis demos y mi forma
de tocar me dieron discos y nombres de cantantes. Ahora me gusta Joao Gilberto,
Astrud Gilberto, son unos genios, también está el grupo Zuco
103, Veloso me encanta.
-No te consideras del todo una cantante pop ¿Eres
roquera?
-Una parte de mí si es roquera, pero ya no sé.
Es que el rock ya implica otros géneros.
-¿Cuáles son tus puntos de referencia en
el rock?
-Me gusta Café Tacuba, Julieta Venegas, Ely Guerra.
Por otro lado, me acuerdo que cuando empecé en Fermatta mis amigos
me dieron discos de PJ Harvey.
-Del jazz, ¿alguna otra referencia?
-De todas la divas del jazz, me fascinan. Me gusta mucho
Etha James y de aquí, por ejemplo, Iraida Noriega. Su canción
Mariposa es de mis favoritas.
-¿Cómo intervino Fermatta en tu proceso
de formación?
-Ahí empecé a conocer la electrónica,
el bossanova, el jazz, el funk, el blues y todos esos géneros que
contribuyen muchísimo a mi proyecto, a lo que saqué ahorita.
-¿Crees que una cantante como tú podría
haber salido de un reality show como Operación Triunfo o
La Academia?
-Creo que si por alguna razón hubiera llegado ahí
me hubiera salido a la semana.
Las ventas no preocupan
-¿Crees que los discos que salen de esos programas
te hacen la competencia? ¿Te preocupa?
-No me preocupa, porque cuando alguien va a la tienda
y quiere un disco lo compra y ya, esté en el lugar en el que esté.
No estoy muy al pendiente de las ventas, no sé muy bien como va.
Lo que pasa es que si te metes mucho en ese rollo luego te empiezas así
a traumar y a bajar de lugares... Es ilógico: si ya tienes tu disco
y eres feliz tocando, que es lo que me pasa, lo que venga es consecuencia.
-Se ha insinuado que tu primera producción está
diseñada para tener un lugar como artista, pero que en realidad
después quisieras hacer otro tipo de cosas ¿Es cierto?
-Es cierta una cosa: cuando yo llegué a Sony entregué
muchas canciones, de las cuales escogieron las que están en el disco.
Cuando hicimos el disco no pensamos en hacer algo comercial; nos dimos
la oportunidad de volarnos y hacer lo que queríamos. Lo padre es
que las canciones tienen ese toque comercial que le dieron los productores
y al mismo tiempo mi toque de experimentar todo el tiempo. No sé
que vaya a venir en los siguientes discos, porque por haber escuchado tantas
cosas nuevas después de haber grabado mi cidí, se
te ocurren otras ideas. Finalmente el disco es lo que soy ahora más
lo que era hace ocho meses.
-¿Amarte duele y Forquetina estarán
en el próximo disco?
-Creo que sí. Forquetina es una canción
que hicimos para abrir shows y es como el himno de la banda, y Amarte
duele la hice para esa película y estará en el soundtrack.
-¿Cómo sientes la recepción entre
el público roquero y los chavitos de centros comerciales? ¿Lo
disfrutas igual?
-Sea donde sea lo disfruto mucho. Me gusta el proyecto
y la banda. Creo que la música cuando viene del corazón le
llega a cualquiera.
-Te han querido catalogar como cantante teenagers
y a lo mejor tu producción ha animado esa idea. ¿Estás
consciente de ello?
-Sí. En parte también porque de repente
voy a revistas de las teenager -yo no veo esas revistas ni las compro-,
pero es padre porque finalmente les estamos entregado (al público)
algo real y que creo que les puede dejar mucho.
-¿Qué hay de tu canción Mango?
-Muestra el doble sentido que manejamos toda la vida y
más a esta edad. Finalmente, le cantaba a un mango, que es mi fruta
favorita, y al mismo tiempo a una persona de la que estaba enamorada. Después
se dio esa relación pero no funcionó. Sólo salieron
tres canciones.
"Soy una diva chiquita"
-¿Te gustaría llegar a ser diva?
-No lo sé. Hay varios tipos de divas, como Madonna,
Björk, Luis Miguel es una diva también y son cosas totalmente
diferentes. A lo mejor soy una diva chiquita, o una sangrona, pero soy
una diva porque soy una estrella.
-¿Te gustarían estadios y foros llenos?
-Si, me gustaría. A la hora de tocar, una cosa
es que yo lo disfrute, pero rebasar la frontera de que la gente va porque
lo disfruta y le gustas, le das algo, y le provocas sentimientos, eso es
increíble.
-¿Cuál es la leyenda que quieres construirte?
-Ser feliz. Las tres cosas por las que estoy en este planeta
son el amor, la felicidad y la música.
La conversación llega a su fin, pero un tema más
sale a flote: su sabida "obsesión" por los tenedores: "Mas que un
símbolo en mi carrera, es algo más personal: es una lección
de vida que tuvo su origen en otra relación, por eso mi caja de
tenedores significa dejar atrás todo eso y seguir siempre adelante".