Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 9 de octubre de 2002
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Sociedad y Justicia

Sus hallazgos modifican la concepción sobre el universo

El Nobel de Física 2002, para dos astrofísicos de EU y un japonés

Las aportaciones: detección de neutrinos cósmicos y desarrollo de un aparato que permite hallar rayos X fuera del Sistema Solar

DPA

Estocolmo, 8 de octubre. La Real Academia Sueca de Ciencias otorgó hoy el Premio Nobel de Física 2002 a dos astrofísicos de Estados Unidos y a uno de Japón, quienes se han distinguido por "usar los más pequeños componentes del universo para incrementar nuestro conocimiento sobre los más grandes: el Sol, las estrellas, las galaxias y las supernovas".

Tales hallazgos, subrayó el jurado, "han modificado nuestra concepción sobre el universo".

La mitad del premio será compartida por el estadunidense Raymond Davis Jr. y el japonés Masatoshi Koshiba, autores de "contribuciones pioneras en astrofísica, especialmente en la detección de neutrinos cósmicos", según el anuncio.

La otra mitad corresponderá al estadunidense Riccardo Giacconi, precursor de investigaciones que condujeron al descubrimiento de las fuentes cósmicas de rayos X.

Raymond Davis, de 87 años y adscrito a la Universidad de Pensilvania, construyó un detector que, en un periodo de 30 años, logró atrapar 2 mil neutrinos procedentes del Sol. Demostró, al mismo tiempo, que la energía solar proviene de un proceso de fusión atómica que opera dentro del Sol y las estrellas, mediante el cual el hidrógeno se transforma en helio.

La existencia del neutrino había sido predicha en 1930 por Wolfgang Pauli (Premio Nobel 1945), pero fue demostrada 25 años más tarde por Frederick Reines (Nobel 1995).

Miles de millones de estas minúsculas partículas -que no reaccionan con la materia y su detección resulta, por lo tanto, muy difícil- atraviesan nuestro cuerpo cada segundo sin que lo percibamos. Raymond logró capturarlas en un gigantesco tanque de 600 toneladas de líquido escondido en una mina.

El otro galardonado, Masatoshi Koshiba, de 76 años de edad, confirmó en la Universidad de Tokio los resultados obtenidos por Davis. Aún más: en un gigantesco detector conocido como kamiokande descubrió, el 23 de febrero de 1987, una lluvia de neutrinos procedente de la explosión de una supernova en la Gran Nube Magallánica, galaxia vecina de nuestra Vía Láctea, a 170 mil años luz de la Tierra. Un experimento similar confirmó en Estados Unidos el descubrimiento.

El estadunidense Riccardo Giacconi, de 71 años y originario de Génova, construyó un aparato que, colocado en el espacio exterior, permitió encontrar la primera fuente de rayos X fuera del Sistema Solar. El científico, de la Associated Universities de Washington, fue el primero en constatar que el universo contiene una radiación de trasfondo de luz de rayos X que baña de manera uniforme el universo.

Giacconi inventó, asimismo, el primer telescopio de rayos X, que proporcionó a la ciencia imágenes completamente nuevas del universo y se tradujo en un acercamiento a un fenómeno misterioso y aún invisible: los agujeros negros.

Los trabajos de Davis y Koshiba dieron origen a una nueva dirección científica, la astronomía de los neutrinos, mientras los del tercer laureado, Riccardo Giacconi, sentaron las bases para la astronomía de rayos X, destaca la academia.

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