Confía Hussein en que los mandos militares no escucharán el llamado a la desobediencia
Irak, renuente a cambiar la fecha de llegada de los inspectores de armas de la ONU
Exigen en el congreso árabe de apoyo a Bagdad el fin del embargo económico
DPA, AFP Y REUTERS
Bagdad, 8 de octubre. Irak dijo hoy que no quiere que se retrase la llegada de los inspectores de armas de la Organización de las Naciones Unidas para hacer su trabajo, y tanto el canciller Naji Sabri como dos parlamentarios iraquíes calificaron al presidente estadunidense, George W. Bush, de "mentiroso" y lo acusaron de buscar sólo un pretexto para sus planes intervencionistas y de dominación.
En Damasco, donde se inauguró un congreso árabe de respaldo a Irak ante las amenazas estdunidenses, la radio oficial siria señaló que el discurso del lunes de Bush es un "ejemplo irritante" de la política de dos varas para medir de Washington, pues se abstuvo de denunciar las "atrocidades" cometidas 24 horas antes por el régimen del primer ministro israelí, Ariel Sharon, cuyas tropas mataron 14 palestinos y dejaron heridos a más de 200 durante una incursión en Jan Yunes.
El presidente Saddam Hussein, quien se reunió con la cúpula militar de su gobierno, aseveró que Bush "no logrará torcer el brazo a los iraquíes". Expresó seguridad en sus altos mandos militares que, aseguró, repudian los exhortos de Bush para que desobedezcan a su país y sus amenazas de llevarlos a la Corte Penal Internacional, a la que Estados Unidos desconoce para someter a sus propios militares.
"Los inspectores van a llegar el 19 de octubre de 2002 a Bagdad, por lo que se refiere a la parte iraquí; esta fecha no cambió", declaró el experto en armas iraquí, Hosam Mohammad Amin, quien formó parte de las recientes pláticas en Viena, donde se logró el acuerdo al respecto con el jefe de inspectores de la ONU, Hans Blix.
Amin puntualizó que Irak ya terminó los preparativos para el regreso de los inspectores, y pidió que la ONU comience sus verificaciones de armas con las revisiones de las acusaciones tanto de Bush como del primer ministro británico, Tony Blair, que sostienen que Bagdad posee armas químicas y biológicas, además de trabajar en el desarrollo de armas atómicas.
El fin de semana Blix, quien ha sido sometido a fuertes presiones por Estados Unidos, señaló que la reanudación de los controles para el desarme de Irak sería pospuesta hasta que el Consejo de Seguridad del organismo mundial acuerde una nueva y más rígida resolución, rechazada hasta el momento por Rusia, China y Francia.
El canciller iraquí, Naji Sabri, al término de su gira a los países de las monarquías árabes del golfo Pérsico, reafirmó que hizo un llamado a esos gobiernos en el sentido de que la "agresión" estadunidense contra Irak no se detendría en sus fronteras, pues la ameneza es para el conjunto de la región.
Apuntó que en su discurso del lunes Bush repitió "mentiras para justificar su campaña militar contra Irak". Citó que las fotos de satélite difundidas poco después del discurso presidencial sobre supuestas fábricas iraquíes de armas de destrucción masiva son "documentos infundados presentados con anterioridad".
En términos similares se manifestó el jefe de la comisión de asuntos religiosos del Parlamento iraquí, Abdul Aziz Kailani, al asegurar que "el discurso de Bush está lleno de mentiras y argumentos irracionales", y calificó al mandatario de "bestia que quiere comerse a los países pequeños, a quienes debería ayudar pero sólo quiere destruirlos".
Incluso, le preguntó a Bush sobre la distancia geográfica que hay entre Irak y Estados Unidos como para suponer que su país represente realmente una amenaza para Washington.
"No tenemos armas de destrucción masiva y todo el mundo lo sabe, pero Bush quiere imponer su hegemonía sobre el mundo y someter a Irak bajo su régimen", señaló el también parlamentario Abdul Aziz Shwaish, de la comisión de Finanzas, Comercio y Planificación. Asimismo, negó que Bagdad tenga nexos con la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden, y señaló que a Bush nadie le cree lo que está diciendo.
La radio oficial de Siria aseveró que el desafío a cumplir con las resoluciones de la ONU no es Irak, "sino el gobierno racista y nazi de Sharon". Apuntó que Washington "se atribuye el derecho a atacar Irak y cambiar su régimen sin mostrar una sola prueba de que posee armas de destrucción masiva", como sostiene.
El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, quien asiste en la capital siria al congreso árabe de apoyo a Bagdad ante las amenazas estadunidenses, expresó: "estamos contentos de la posición siria en apoyo sus hermanos de Irak". Dijo confiar en que puede darse en esta reunión una "voluntad contra la agresión".
Los delegados árabes también pugnan por el fin del embargo contra Irak, en reunión que concluirá este miércoles. Incluso entre los invitados destaca el diputado laborista británico George Galloway, quien pronunció un discurso de rechazo a un ataque militar contra Irak, en nombre de sus colegas opuestos a tales planes.