Bush consiguió mandato judicial para suspender la huelga en 29 recintos de la costa oeste
Ordenó juez de San Francisco abrir puertos
Es la primera vez en 24 años que un presidente interviene en un conflicto laboral
REUTERS, AFP Y DPA
Washington, 8 de octubre. Los 29 puertos de la costa oeste en huelga deberán reiniciar labores, después de que el juez de distrito con sede en San Francisco, William Alsup, concedió al gobierno de Estados Unidos una orden temporaria para su conclusión, al tiempo que agendó una audiencia sobre el tema para la próxima semana.
El presidente George W. Bush había ordenado el fin de la huelga portuaria.
Los sindicatos de trabajadores portuarios y la organización que representa a las compañías navieras dispondrán de un periodo de 80 días para hallar una salida negociada a la crisis. Se trata de la primera vez en un cuarto de siglo que un presidente de Estados Unidos toma una decisión como la de Bush.
George W. Bush dijo este martes que solicitaría una orden judicial para levantar el cierre de 29 puertos de la costa oeste, que el mandatario dijo cuesta a la economía mil millones de dólares diarios.
"No se puede permitir que esta disputa entre la gerencia y los trabajadores cause más perjuicios a la economía y que provoque que miles de estadunidenses pierdan sus empleos", dijo Bush.
La medida constituye la primera vez en 24 años que un presidente hace uso de la ley laboral Taft-Hartley, de 1947, y fue dispuesta pese a los temores del gobierno de provocar malestar entre los sindicatos a menos de un mes de las elecciones que determinarán el control del Congreso.
El Departamento de Justicia presentó la solicitud ante el tribunal federal de San Francisco, dijeron funcionarios del gobierno.
El sindicato ILWU, que representa a los 10 mil 500 empleados portuarios en huelga, exige que todos los trabajadores que se incorporen a partir de la introducción de la nueva tecnología sean sindicalizados.
La Asociación Marítima del Pacífico, que representa a las compañías navieras, rechaza esta demanda, pero ha ofrecido aumentos de salario, beneficios jubilatorios y garantías a todos los trabajadores de que se mantendrán las fuentes de trabajo existentes.
En Houston, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, dijo que el presidente George W. Bush actuaría para poner fin al cierre de los puertos de la costa oeste, si no hay un acuerdo entre las dos partes en conflicto. "En mi opinión, la junta tripartita que el presidente nombró emitirá un informe rápidamente, tal vez hoy mismo", dijo el funcionario a varios periodistas tras pronunciar un discurso en la conferencia Iniciativa Global del Milenio, que se realiza en Houston.
Más tráfico en terminales mexicanas
El tráfico de barcos asiáticos en puertos de México aumentaba el martes por el cierre de terminales portuarias en Estados Unidos, mientras autoridades y empresarios mexicanos discutían cómo agilizar el flujo de mercancías en ambos países.
En los puertos mexicanos de Ensenada, casi contiguo a California, y de Manzanillo, en el occidental estado de Colima, embarcaciones originalmente destinadas a puertos de la costa oeste de Estados Unidos esperaban desembarcar.
"A Ensenada han llegado 10 barcos y están por llegar esta semana nueve, y en Manzanillo han llegado tres que llevaban refrigerantes, carnes y plátano", dijo a Reuters Lilia Ramírez, vocera de puertos y marina mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Las terminales portuarias de Guaymas, Topolobampo y Mazatlán, en el estado de Sinaloa, recibían navíos, mientras que Lázaro Cárdenas, en Michoacán, también se encontraba listo para hacerlo.
Unos 200 barcos cargados de alimentos, equipo de manufactura y otras mercancías permanecen varados frente a las costas estadunidenses de San Diego a Seattle.
Ramírez indicó que autoridades portuarias, aduanales, de Hacienda y empresarios de transporte ferroviario y carretero se reunirán el martes para discutir cómo agilizar la descarga y transporte de mercancía a Estados Unidos.
Operadores de los puertos de Ensenada y Manzanillo dijeron que sus espacios de almacenamiento comenzaban a saturarse, y que en adelante sólo recibirán barcos si las firmas navieras se comprometen a desalojarla de inmediato de los puertos.