Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 29 de septiembre de 2002
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Sociedad y Justicia

Asegura que 50 por ciento de las campesinas están en la miseria

Mujeres, 60% de las personas pobres del mundo, revela investigadora del Instituto de Nutrición

Por falta de servicios adecuados de salud, al año fallecen 500 mil embarazadas

Las políticas neoliberales han acentuado las condiciones de inequidad: Montserrat Salas

JOSE GALAN

Sesenta por ciento de las personas pobres del mundo son mujeres. Además, 50 por ciento de las que viven en el campo están en absoluta miseria, reveló Montserrat Salas Valenzuela, investigadora del Instituto Nacional de Nutrición (INN), quien subrayó que las mujeres, en general, y las indígenas, en particular, enfrentan desigualdades sociales y económicas acentuadas en el medio rural de los países subdesarrollados.

En el contexto de la conferencia Mujer indígena, pobreza y soberanía, que dictó en las Jornadas 2002 de nutrición y ciencia de los alimentos, organizadas por la Universidad Iberoamericana, Salas Valenzuela sostuvo que la desigualdad de las mujeres se profundiza debido a la carencia de adecuados servicios de salud y sistemas de saneamiento. Además, por los deficientes servicios educativos, por la violencia intrafamiliar y por la guerra, aunque de baja intensidad, en Chiapas.

La investigadora reveló que 500 mil mujeres fallecen al año en el mundo por complicaciones durante el embarazo.

Son las mujeres, agregó, las que representan dos tercios de las personas adultas analfabetas del mundo. Al año, entre 3 y 4 millones son golpeadas, y su activa participación en todas las sociedades no les ha garantizado, sin embargo, su reconocimiento ni ha mejorado su calidad de vida.

"Debido a que los alimentos son una mercancía más, la pobreza y las inequidades sociales son dos determinantes de la inseguridad alimentaria que golpea más a las mujeres, especialmente a las indígenas y a las campesinas", añadió la investigadora, quien sostuvo que en el país no se podrá hablar de soberanía alimentaria mientras uno de cada dos mexicanos continúe viviendo en pobreza extrema.

Finalmente, la investigadora del Instituto Nacional de Nutrición subrayó que la búsqueda de soluciones no debe limitarse únicamente a incorporar a las mujeres a la economía campesina, sino también a reconocer que para eliminar el hambre y la desnutrición "es necesario reducir antes la pobreza y las inequidades sociales, dramáticamente profundizadas por las actuales políticas neoliberales y globalizadoras".

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