Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 27 de septiembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Espectáculos
No recibirá dinero de la industria porno, dice su fundador

Crean en Nueva York Museo del Sexo, para acabar con el puritanismo en EU

AFP

Nueva York, 26 de septiembre. Nueva York, la ciudad que nunca duerme y donde todo es posible, tiene ahora un Museo del Sexo, el primero en Estados Unidos, que abre sus puertas este sábado con una exhibición que incluye fotos, dibujos, y filmes tan explícitos que ya desataron la ira de grupos católicos.

"Nueva York es el centro cultural del mundo; lo tiene todo, grandes museos, bibliotecas, teatros de vanguardia, clubes, cabaretes. Pero no tenía un museo del sexo, que es nada menos que el motor de la humanidad", señaló el fundador del museo, Daniel Gluck, en la presentación a la prensa.

Gluck, de 34 años, contó que la idea del museo surgió hace cinco años, en una conversación con amigos en un bar de Manhattan, en la que pasaban revista a museos raros, como uno dedicado a extraterrestres, en el medioeste de Estados Unidos.

"Llegamos a la conclusión de que lo que no existía era un museo del sexo", dijo Gluck, quien explicó que aunque hay cuatro museos del tema en Europa, la opción del neoyorquino, ubicado en la Quinta Avenida, ''no tiene nada que ver con la de los europeos, pues esta es más académica, más histórica. Busca presentar la historia, la evolución y el significado cultural de la sexualidad."

EU, sociedad puritana

La doctora June Reinisch, sexóloga, es una de las expertas que asesoran al museo y que trabajaron en su primera muestra, dedicada a cómo la ciudad de Nueva York transformó el sexo en Estados Unidos.

En ella se pasa revista a la manera en que "subculturas sexuales, sadomasoquistas, homosexuales y lesbianas han influido en toda la sociedad", según Reinisch.

"Estados Unidos es una sociedad muy puritana", enfatizó la especialista, subrayando que un museo dedicado al sexo (''que es una celebración de la vida'') sólo podría existir en tres ciudades del país: Nueva York, San Francisco o Los Angeles.

En su opinión, el Museo del Sexo -ubicado en la calle 27, sector que antes era la zona roja de Manhattan- "ayudará a combatir este puritanismo y la hipocresía que prevalece en Estados Unidos, ayudando a la gente a aprender más sobre su propia sexualidad".

"El puritanismo se basa en la negación, en la ignorancia", explicó Reinish. Y el museo combatirá ese rasgo de la sociedad estadunidense "informando sobre la sexualidad y explicando la fuerte influencia del sexo en todos los aspectos de la cultura de este país".

Celebración de la inmoralidad: católicos

El curador de la exposición, Grady Turner, subrayó a su vez que el museo -que quiere ser conocido como Mosex- va a mostrar, en diversas exposiciones, "la importancia del sexo en las artes, pero sobre todo, en la cultura popular de Estados Unidos".

Turner, que trabaja en el Museo de Historia de Nueva York, recogió en archivos y colecciones privadas fotos, cartas, filmes, revistas, documentos y objetos relacionados a la historia del sexo en esta ciudad.

"Para mí ha sido un viaje no sólo al mundo del sexo -clubes nocturnos, burdeles, fiestas privadas, etc.- sino una exploración de la cultura popular estadunidense", afirmó.

Turner reiteró que en esta muestra se entiende cómo subculturas sexuales que florecieron en el siglo XIX y XX han dejado su huella en decenas de aspectos de la cultura popular del país.

Pero para la Liga Católica todo eso son palabras y subterfugios. Ese museo es una "celebración de la inmoralidad", dijo tajante un portavoz del grupo católico.

El ingreso al museo está prohibido a menores de 17 años. Pero además el acceso será (casi) prohibitivo no sólo para los menores de edad sino para los mayores, dado el precio de entrada: 17 dólares.

Y es que el museo necesita el dinero porque se ha comprometido a no recibir donaciones de la industria de la pornografía, cuyos negocios en este país se elevan a miles de millones de dólares, aclaró Gluck.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año