Busca Aznar que la policía autonómica
actúe como represora en Euskadi: Arzalluz
Interpondrá la administración vasca nuevos
recursos contra las acciones para proscribir a Batasuna
DE LA REDACCION
Bilbao, 21 de septiembre. La administración
vasca adoptará nuevas medidas legales contra las decisiones del
juez Baltasar Garzón y el Ejecutivo central sobre Batasuna, con
el propósito de evitar un "enfrentamiento social entre los vascos",
como resultado del proceso de proscripción en el que se le declaró,
anunció hoy el jefe del gobierno autónomo, Juan José
Ibarretxe.
Aseveró
que su gobierno y el Parlamento vasco, al oponerse a la suspensión
de Batasuna -ordenada por Garzón- e interponer una querella en su
contra, actúan con base en la ley. El propósito, dijo, es
"demostrar que los principios jurídicos y políticos sobre
los que se sustentan esas decisiones no son bien intencionados y pretenden
un enfrentamiento social".
Al denunciar los "excesos políticos y jurídicos"
al respecto, instó al gobierno central a que reconozca la legitimidad
de la reacción nacionalista a tales medidas. Ibarretxe aseveró
que, en adelante, mantendrá sus iniciativas con toda la legitimidad
de las instituciones vascas, porque "no vamos a permitir que nos lleven
al enfrentamiento social".
El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier
Arzalluz, acusó al presidente del gobierno español, José
María Aznar, de buscar una concentración de poderes sin precedente,
además de querer a la "guardia civil en Euskadi" y a la policía
vasca como órgano "político-represivo".
Defendió, en cambio, las actuaciones de la policía
autónoma, al señalar que es un cuerpo integral, con todas
las funciones, para actuar a requerimiento y bajo responsabilidad de un
juez. En el mismo tenor, asentó que su partido no defendía
a Batasuna como formación política, sino que rechazaban lo
que consideran "una persecución totalmente injusta".
Arzalluz denunció un "deterioro democrático
ante la arrogancia de la derecha nacionalista española". Si bien
dijo que son tiempos difíciles para los nacionalistas y de "resistir
a los violentos", apuntó que no aceptarán la "sumisión"
al gobierno de Aznar como "precio de una autonomía a su medida y
de una renuncia a nuestros planteamientos políticos". También
criticó el odio que ese gobierno ha inducido contra todos los vascos.
"Con la pantalla de ETA y la declaración de 'ETA
igual a Batasuna' y de 'PNV, abogado de ETA' han consagrado, al igual que
Bush, el conmigo o con el terrorismo, cuando nosotros nunca hemos estado
con ETA y tampoco estamos en absoluto con este Partido Popular de Aznar
ni con el PSOE", señaló al denunciar que el gobierno central
prepara un ambiente de alarma social para "hacer en Euskadi impunemente
lo que crean útil a sus intereses políticos".
Arzalluz dijo que la aprobación de la ley de partidos
fue entre "presiones y chantajes", y que la prohibición de Batasuna
sería un error, pues, recordó, los británicos nunca
proscribieron al Sinn Fein y ello "hizo más fácil un eventual
acuerdo". En ese contexto, aplaudió que el gobierno vasco haya interpuesto
una querella por prevaricato contra el juez Garzón.
En contraste, Aznar arremetió contra el gobierno
vasco -PNV, Eusko Alkartazuna e IU- por su decisión de querellarse
contra Garzón, al declarar ilícitas las manifestaciones vinculadas
a Batasuna. Calificó de "esperpénticas" las acciones del
Ejecutivo de Vitoria, y sostuvo que los nacionalistas "mienten" al decir
que la prohibición de Batasuna debía producirse por la vía
penal, pues ahora actúan de modo contrario al oponerse al juez.
El vocero del gobierno de Aznar, Mariano Rajoy, negó
que vayan a suspender el marco autonómico, al criticar a Ibarretxe
cuando éste afirmó que Madrid no tiene potestad para ello.
Por otro lado, el PP y el PSOE en la mesa de las juntas
generales de Araba acordaron suspender las actividades de Batasuna en esa
institución. En cambio, los dos procuradores del PNV y EA votaron
en contra, en lo que calificaron como una "maniobra política".
El subsecretario general y portavoz del grupo parlamentario
popular en el país vasco, Jaime Mayor Oreja, calificó de
"cobardes" las palabras de Ibarretxe, y afirmó que es ETA quien
divide y confronta a la sociedad vasca.