Tendría efectos nocivos debido a la estrecha
relación con el país del norte
Dudan analistas de la fortaleza económica de
México ante un posible ataque de EU a Irak
Prevé el gobierno salir de la recesión
este año y culminar 2002 con PIB de 1.7%
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La creciente posibilidad de un ataque militar de Estados
Unidos a Irak aumentó las dudas entre analistas sobre la fortaleza
de la economía mexicana, que apenas comenzó a salir de una
recesión de 15 meses.
"En las circunstancias actuales es posible que una guerra
tenga efectos nocivos sobre la evolución de la economía mexicana,
debido principalmente a la estrecha relación que guarda con la de
Estados Unidos", comentó Rodolfo Navarrete, director de Análisis
de la Casa de Bolsa Vector.
El
gobierno mexicano, que ha respaldado la política de Estados Unidos
en Medio Oriente después del 11 de septiembre de 2001, espera que
la economía logre salir definitivamente de la recesión este
año. El jueves pasado, el secretario de Hacienda, Francisco Gil
Díaz, consideró que el Producto Interno Bruto (PIB), que
en 2001 registró una contracción de 0.3 por ciento, aumente
1.7 por ciento este año y mantenga una tendencia al alza en 2003.
La economía de México depende en gran medida
de la evolución de Estados Unidos, país al que destina 85
por ciento de sus ventas externas. En la eventualidad de un ataque militar
de Washington a Irak, como parte de la estrategia de la Casa Blanca contra
el terrorismo, la actividad económica de México podría
verse parcialmente beneficiada por mayores precios del petróleo
y unos mejores términos de intercambio, pero ese beneficio sería
disminuido por una contracción de la economía estadunidense,
a decir de analistas.
Rodolfo Navarrete comentó que la posibilidad de
una guerra entre Estados Unidos e Irak se ha venido incrementando de manera
importante en los días recientes. Por ello, dijo, también
ha tomado fuerza la inquietud sobre los efectos que podría tener
este acontecimiento sobre la evolución futura de la economía
mexicana, "sobre todo si se toma en cuenta que esta guerra podría
ser muy diferente a la librada (por Estados Unidos) en Afganistán"
después de los ataques del 11 de septiembre.
El especialista de la Casa de Bolsa Vector llamó
la atención sobre el hecho de que el ejército de Irak está
mejor equipado que el del régimen que gobernaba Afganistán
hasta el año pasado. Por ello, la guerra de Washington contra Bagdad
podría ser más prolongada que la campaña contra Afganistán.
"Otro factor es que Irak es un país exportador
de petróleo -aporta 15 por ciento de la producción mundial-
por lo que un ataque de Estados Unidos podría afectar el precio
mundial del energético y más aún si se considera que
Irak cuenta con el apoyo de los países árabes, los principales
exportadores de crudo en el mundo", apuntó.
Así, un efecto inmediato de un ataque a Irak provocaría
un "fuerte incremento" de las cotizaciones internacionales del petróleo.
Por otro lado, se esperaría un efecto importante en los mercados
financieros, en vista de que es probable que los inversionistas empiecen
a buscar refugio en activos más seguros, comentó el especialista.
Esto significaría una disminución en el flujo de inversión
a naciones en desarrollo.
"Si llegaran a presentarse estos eventos es probable que
la actividad económica estadunidense empiece a mostrar signos de
contracción", consideró Rodolfo Navarrete.
Añadió que "definitivamente, un factor que
podría contrarrestar la contracción de la economía
estadunidense podría ser el dinamismo que registrarían las
industrias relacionadas con la guerra, pero al menos al principio esto
podría tener un efecto limitado".
En lo que se refiere a México, señaló
que el incremento en los precios internacionales del petróleo favorecería
el saldo de la balanza comercial y la situación financiera del gobierno
-por mayores ingresos a los previstos. También beneficiaría
a la economía misma, toda vez que mejorarían los términos
de intercambio con el exterior, por lo que con la misma cantidad exportada
el país podría comprar una mayor cantidad de importaciones.
Pero, explicó, en una situación de guerra
contra Irak, al menos al principio sería de esperarse una posible
desaceleración en la economía estadunidense, que afectaría
las exportaciones mexicanas "y por tanto el dinamismo de la economía
en su conjunto".
Añadió que esta situación podría
verse agravada si se considera posible que disminuya la inversión
extranjera a México, debido a que el capital estarían dirigiéndose
a buscar refugios más seguros.